La escuela es un espacio que refleja la realidad social de un país, donde convergen los individuos producto de diversos núcleos familiares. En ese universo de hogares se aprenden conductas que se repiten y manifiestan en el escenario escolar. Precisamente, esa diversidad de conductas hace que los niños y los jóvenes, en su proceso de adaptación y maduración, enfrenten choques que, con frecuencia, desembocan en violencia. La violencia escolar es uno de los problemas que con más frecuencia se manifiesta entre los distintos componentes escolares. Aunque no existe una definición exacta para explicar lo que es la violencia en las escuelas, en términos generales, se refiere a conductas en las que se manifiesta algún tipo de agresión. Algunas formas comunes de este tipo de violencia son las peleas o agresiones físicas entre estudiantes, las amenazas y agresiones verbales, el acoso o “bullying” y el vandalismo. Este tipo de conducta no se limita al estudiantado, sino que pueden extenderse a otros miembros, docentes y no docentes, de las escuelas.
Para poder entender las raíces y las causas de la violencia escolar resulta imprescindible tomar en cuenta factores que no se pueden analizar aisladamente. Según mencionado, en la escuela convergen personas cuyas crianzas varían de muchas formas. Toda vez que el proceso de crianza contribuye a formar el carácter y la personalidad del individuo, los valores aprendidos, la forma de responder ante situaciones diversas y las destrezas de manejo y solución de conflictos pueden variar significativamente. Muchas de las situaciones que experimentan los menores en el hogar se pueden reflejar en la escuela. Problemas familiares de índole económica, así como el maltrato, la violencia doméstica y el uso y abuso de sustancias controladas, entre otros, pueden convertirse en detonantes que desembocan en conductas violentas. A estas situaciones se añaden los problemas sociales que afectan el entorno y a los que están expuestos los niños y jóvenes, tales como: la desigualdad social y económica, el desempleo y la falta de recursos para sufragar las necesidades básicas en el hogar y la violencia en los medios de comunicación y en las redes sociales.
El acoso escolar o “bullying”
La mayoría de los casos de violencia en las escuelas están relacionados con lo que se conoce como “bullying” o acoso escolar. El portal cibernético del Gobierno de Estados Unidos, stopbullying.gov, define el acoso escolar como “…un comportamiento agresivo y no deseado entre niños en edad escolar que involucra un desequilibrio de poder real o percibido”. Según este sitio de internet, el comportamiento es agresivo y los acosadores usan su poder para hostigar y manipular a otros en lo que tiende a ser una conducta repetitiva. Los acosadores provocan patrones tanto de agresión como de humillación y degradación en las víctimas.
La UNESCO y el Instituto de Prevención de la Violencia Escolar de la Universidad de las Mujeres Ewha de Seúl, Corea del Sur, publicaron un informe en 2017 que expone que una cuarta parte de los niños del mundo sufre de acoso y violencia en la escuela. Según datos ofrecidos por el Departamento de Educación de Puerto Rico y publicados en el periódico Metro, durante el primer semestre del año escolar 2017-2018 se intervino con 1,647 estudiantes en casos relacionados con acoso escolar. De estos, 591 estudiantes eran acosadores, 575 víctimas y 110 observadores; 371 de los casos fueron de “cyberbullying” o acoso cibernético. A su vez, el Departamento de Educación (DE) informó al rotativo que un 10% de los estudiantes del sistema público de enseñanza ha sido objeto de acoso escolar. El DE reconoce y entiende, según lo expresado en su página web, que tiene el compromiso y el deber ministerial de atender la seguridad en las escuelas y de las poblaciones a las que sirven.
Política pública vigente para el manejo de la violencia en las escuelas
La Ley Orgánica del Departamento de Educación de Puerto Rico, Ley 149 de 15 de julio de 1999, según enmendada, establece la responsabilidad de esta dependencia gubernamental en cuanto a la seguridad en las escuelas. En el artículo 2.13 se describe la función del Director escolar como el encargado de promover y mantener un clima institucional adecuado para facilitar el aprendizaje en un ambiente seguro. En el artículo 2.21 se señala la obligación del Consejo Escolar de colaborar con el director de escuela en la elaboración de planes para la seguridad del plantel. En términos de las responsabilidades del Secretario de Educación, el artículo 6.04 expresa que se encargará de establecer un plan de manejo de crisis en caso de incidentes violentos y establecerá acuerdos para una respuesta coordinada con las agencias y dependencias gubernamentales responsables del manejo de situaciones violentas en las escuelas.
Aunque existen estas disposiciones de ley para atender la violencia en las escuelas, y el acoso escolar ha sido discutido por las dependencias y por los oficiales escolares responsables de implantar la política pública, incluyendo campañas de prevención a nivel escolar y mediático, este sigue siendo un problema grave que confrontan los educadores todos los días. Ante este cuadro, resulta indispensable analizar sobre las formas efectivas disponibles de concienciar a los niños y jóvenes. Asimismo, se debe procurar el análisis y el manejo de los datos de manera más eficiente para que arrojen luz, con el fin de poner en funciones estrategias acertadas que redunden en la eventual erradicación de esta modalidad de violencia.
Erradicar conductas que se han convertido en problemas sociales frecuentes es una tarea que exige acercamientos multi e interdisciplinarios. Es de gran importancia que los profesionales competentes con que cuenta el sistema educativo aúnen esfuerzos para delinear estrategias integradas y comprehensivas para trabajar efectivamente con la violencia escolar. Resulta imperativo que se haga un uso concienzudo de los datos, se maximicen los recursos disponibles y se redoblen los esfuerzos para contener significativamente la violencia en las escuelas de Puerto Rico. No es suficiente levantar protocolos sin, además, corroborar y evaluar si son observados y seguidos adecuadamente. La escuela no es meramente un espacio de aprendizaje de supervivencia en los niveles más primitivos: la escuela es un escenario de convivencia que pretende ser edificante y que sirva de ejemplo positivo para toda la sociedad.
Referencias:
Departamento de Educación de Puerto Rico. “Ley orgánica del Departamento de Educación de Puerto Rico”,1999. https://ayudalegalpr.org/files/CE6D35A7-B0DD-E05A-5001-17185067F894/attachments/3AABEDB5-8739-484A-BF1A-955CF40E1D32/leyorganicaeducacion.pdf. Consultado 8/1/2021.
Inter News Services. “1,647 casos de bullying en las escuelas públicas en cuestión de meses”. Periódico Metro, 18 abril de 2017. https://www.metro.pr/pr/noticias/2017/04/18/semestre-se-reportan-1647-casos-bullying-escuelas.html Consultado 8/1/2020.
Noticias ONU. “UNESCO. El acoso y la violencia escolar afecta a uno de cada cuatro niños”, 17 enero 2017, https://news.un.org/es/story/2017/01/1371791. Consultado 8/1/2021.
United States Government. “Prevention: Learn how to identify bullying and stand up to it safely”. https://www.stopbullying.gov/. Consultado 8/1/2021.
Revisión: Dra. Lizette Cabrera Salcedo, 8 de enero de 2020