La hacienda Casa del Francés, construida en 1910, es una de las edificaciones históricas de la isla-municipio de Vieques. Su nombre hace alusión a la nacionalidad del propietario original, Henri Mourraille, quien provenía de la colonia francesa de Guadalupe. Esta estructura fue la casona de la central Puerto Real, mejor conocida como Central Esperanza, la cual se fundó a finales del siglo XIX. Posteriormente, albergó un pequeño hotel y un parador. En la actualidad, la estructura se encuentra en ruinas debido a un incendio ocurrido en el 2005.
Mourraille vendió la propiedad a la familia Bird Arias luego de su malogrado casamiento con una francesa. Posteriormente, pasó a manos de la Eastern Sugar Associates. Tras la decadencia de la industria azucarera, la propiedad se empleó como un pequeño hotel. En 1979 Irving Greenblat, el nuevo propietario, estableció allí un parador. En el 2002, pasó a manos de la compañía estadounidense Brambilla Associates, la cual contemplaba transformar la propiedad en un complejo hotelero y residencial, lo que nunca se concretó debido a que se desató un incendio que destruyó la vivienda en el 2005.
La residencia presentaba características de la arquitectura tradicional de las casonas de las haciendas azucareras, así como otros elementos modernos particulares. Al igual que las demás casas grandes de las haciendas, era una estructura rectangular de dos niveles. La segunda planta estaba circundada por un balcón. Sus techos eran de dos y cuatro aguas, cubiertos con planchas de metal corrugado. Los elementos modernos, por lo general de estilo clásico, incluían paredes de madera recubiertas de hormigón, que le daban una textura de piedra; un podio construido de bloques de hormigón, que también aparentaban ser de piedra, y un pórtico coronado por un pedimento que tenía un tímpano recubierto de tejamaní. En vez de un patio interior, tenía un pequeño jardín interior, cuyo tamaño le brindaba un carácter más íntimo. Este espacio exterior proveía de iluminación y ventilación a los interiores y servía de espacio de transición entre la sala y el comedor. A diferencia de las viviendas más antiguas, los cuartos y la cocina estaban incorporados a la vivienda principal.
El diseño de la estructura tomaba en consideración las condiciones climáticas del trópico. La secuencia de entrada y la distribución espacial guardaban similitud con muchas otras casas suburbanas que se construyeron durante la misma época en el área de San Juan, tales como las diseñadas por el arquitecto checo Antonín Nechodoma (1877-1928).
Luego del siniestro la residencia quedó en ruinas. El grado de destrucción del incendio y la falta de planos detallados y a escala han evitado que se pueda llevar a cabo una reconstrucción cónsona, según los parámetros actuales de conservación patrimonial.
Adaptado por Grupo Editorial EPR
Fuente original: Karen González Jensen, Requiem eternum Casa del Francés, 2006. Conserva, Conserva, 2ª edición, Revista de la Oficina Estatal de Conservación Histórica, Oficina del Gobernador.
Publicado: 4 de enero de 2010.