Entre los poetas puertorriqueños en Estados Unidos, Víctor Hernández Cruz ha sido uno de los más prolíficos y leídos. La importancia de su obra dentro de las letras estadounidenses ha sido reconocida. En 1981 fue incluido en una lista de “los diez mejores poetas americanos” que apareció en la revista Life. La poesía de Hernández Cruz se caracteriza por el uso frecuente de referencias históricas y símbolos que destacan la hibridez que proviene de las tres raíces principales de la cultura puertorriqueña: la española, la indígena y la africana.
Hernández Cruz nació en el pueblo de Aguas Buenas, pero su familia emigró a Estados Unidos siendo muy niño. Recibió su educación en las escuelas públicas de Nueva York y al graduarse de escuela superior estudió por un tiempo en Lehman College en los inicios del programa de estudios puertorriqueños de esa institución. Publicó su primer poemario, Papo Got His Gun (1966), cuando apenas tenía diecisiete años. Su segunda colección de poemas fue Snaps (1969), publicada tres años más tarde por Random House. Fue un logro sorprendente para un poeta poco conocido en aquel momento pero prueba de que sus poemas despertaron el interés tanto de la comunidad puertorriqueña o latina en general como de los lectores y estudiosos de las letras estadounidenses. Su obra aparece con gran frecuencia en las principales antologías de literatura americana. Entre sus obras más conocidas se encuentran, Mainland (1973), Tropicalization (1976), By-Lingual Wholes (1982), Rhythm, Content & Flavor (1989), y Red Beans (1991). Su obra Maraca: New and Selected Poems, 1965-2000 (2001), estuvo entre las finalistas del Griffin Poetry Prize del año 2002.
El poeta escribe en inglés y en español, y sus poemas a menudo recrean los ritmos musicales caribeños y afroamericanos. La crítica literaria Carmen Dolores Hernández, comentado sobre la obra de Hernández Cruz: “El ritmo sincopado de las melodías del jazz, la pausada cadencia del bolero, y el repetido ritmo de la salsa, todos encuentran lugar en sus versos” (Hernández 1997,4).
En 1968, Hernández Cruz se mudó de Nueva York a Berkeley, California para trabajar en un programa que promovía las artes en las escuelas públicas. A principios de los años 70, el poeta se convirtió en “un trovador viajero”, apelativo que le otorgó el prominente crítico literario, Nicolás Kanellos. La razón es no solamente por los frecuentes viajes que Hernández Cruz ha realizado por Estados Unidos sino también por la manera en que sus viajes han sido fuente de inspiración para muchos de sus poemas. Se ha interesado por los temas islámicos especialmente la relación entre España y el norte de Africa. Esta influencia se refleja en su obra The Mountain and the Sea (2006). El autor también ha señalado que le gusta explorar las diferencias culturales en su poesía. Un viaje a las islas del Hawaii, sirvió de inspiración a su famoso poema “Borinkins in Hawaii”. Este poema recoge un momento importante en la historia de la diáspora puertorriqueña pues se refiere a las migraciones de trabajadores agrícolas contratados a principios del siglo XX para cortar caña en esas islas y cuyos descendientes son conocidos en Hawaii como “Borinkins”:
Off the boat Borinkin..
A ship which left San Juan
Turn of the century
Transported workers music
And song
They sought they were
California bound
But were hijacked by
Corporate agriculture
Once they got to land
They folded over
They grew and mixed
Like Hawaii can mix…
El poeta ha sido becado por la Fundación Guggenheim y el National Endowment for the Arts y ha dictado cursos en varias universidades estadounidenses. Después de 34 años de vivir en Estados Unidos, Hernández Cruz regresó a su pueblo natal Aguas Buenas en donde actualmente reside y continúa escribiendo, pero sin haber abandonado completamente su afición por los viajes.
Autor: Dra. Edna Acosta Bel
Publicado: 11 de septiembre de 2014.