El cine es una industria que mueve millones de dólares en todos los continentes del globo. La producción de películas de largo, medio y corto metraje, al igual que de documentales, tiene un impacto directo en la economía por los empleos directos e indirectos que crea.
La Asamblea Legislativa, el 17 de agosto de 2001, aprobó la ley que creó la Corporación para el Desarrollo de las Artes, Ciencias e Industria Cinematográfica de Puerto Rico y le asignó fondos provenientes del impuesto recaudado sobre espectáculos públicos al Fondo de la Corporación para el Desarrollo de las Artes, Ciencias e Industria Cinematográfica de Puerto Rico. Ante la creación de este fondo, el gobierno se comprometió a entregarle anualmente el 50% del impuesto que se le aplica a la taquilla del espectáculo del cine. Se trata de aproximadamente dos millones de dólares anuales que, mediante convocatorias y competencias, se adjudican a los cineastas interesados para la realización de las propuestas seleccionadas. El Fondo funciona de forma rotativa, lo cual quiere decir que los dineros prestados deben ser devueltos al Fondo con el fin de asegurar su continuidad.
La prioridad actual del cine es resolver los problemas de infraestructura existentes y darle énfasis a la calidad. En este aspecto, es importante la selección de un buen guion, así como el cuidado de los aspectos técnicos tales como la ambientación, entre otros. Por consiguiente, es meritorio apoyar las iniciativas encaminadas a desarrollar las destrezas de los guionistas puertorriqueños.
Todavía en pleno siglo XXI, en la isla no se ha podido desarrollar una industria de cine, aunque sí se destaca la existencia de una magnífica industria para hacer anuncios comerciales. Esta última cuenta además con un cuadro técnico de primera clase. La presencia de muchos jóvenes talentosos que se están dedicando al cine es otro aspecto positivo que se debe destacar. Los programas de producción y los proyectos universitarios relacionados son, en gran medida, los responsables de que una nueva generación se sienta atraída e involucrada con el cine, tanto fílmico como de video.
Hasta el presente, en Puerto Rico no se le ha dado al cine la categoría de proyecto cultural. Su estado es aún embrionario, por lo que no admite comparación real con las demás artes. En el pasado, la inseguridad respecto a recuperar la inversión desalentó el apoyo necesario por parte del sector privado.
El cine puertorriqueño aún no ha transcendido fuera de la isla. En los próximos veinte años la producción local debería ser más consecuente y de esta forma lograr cambios significativos en cuanto a la calidad y cantidad de filmes y así asegurar el desarrollo y la permanencia de la industria cinematográfica puertorriqueña. No obstante, y a pesar de que la producción cinematográfica no es constante, en la isla se celebran varios festivales de cine en los que se ofrece la oportunidad de disfrutar de películas que de lo contrario no se exhibirían en Puerto Rico.
La Fundación Puertorriqueña de las Humanidades, entidad sin fines de lucro, fundada en 1977, ha estimulado afirmativamente el desarrollo del cine puertorriqueño a través de los años. El auspicio prestado a entidades sin fines de lucro ha hecho posible la producción y realización de videos de temas diversos tales como la historia, el arte, la mujer, la cultura, la música, la literatura y personas ilustres, entre otros. Estos cortos y medios metrajes están disponibles a través del catálogo de la Colección Audiovisual libre de costo para el disfrute de la comunidad y las escuelas.
Autor: Adlin Ríos Rigau
Publicado: 4 de septiembre de 2015