El Polvorín de Miraflores, un almacén de pólvora y explosivos, es una estructura militar ubicada en la antigua Base Naval de Miramar (sector de San Juan) que data del último cuarto del siglo XVIII; éste formó parte del sistema de defensa de la isleta de San Juan. Su construcción también respondió al objetivo de la corona española de incentivar la economía a través de la edificación de fortificaciones.
En 1765, el mariscal de campo Alejandro O’Reilly visitó la Isla bajo la encomienda del rey Carlos III para determinar el estado de las defensas en ésta, así como en el resto de las Antillas españolas. Entre las recomendaciones de éste, figuraba las mejoras al sistema de fortificaciones de San Juan, incluida la construcción de cinco polvorines, entre los que se encontraba el de Miraflores, para que sirvieran de apoyo a las demás estructuras con artillería.
La planta del polvorín es rectangular, rodeada por una tapia de ocho pies y medio de alto, con dos garitas redondas contrapuestas que poseen tres ventanas y una cúpula. Originalmente, en el exterior del edificio había siete crujías marcadas con contrafuertes. Cubre el edificio una bóveda de medio cañón, sostenida por arcos en el exterior que descansan sobre ocho contrafuertes a cada lado. La construcción de ladrillo y argamasa incluyó paredes encaladas.
El polvorín cumplió propósitos militares hasta que finalizó el dominio de España sobre Puerto Rico en 1898. Desde 1899 hasta la década de 1930, sirvió como estación de cuarentena, bajo la administración del Servicio de Salud Pública de Estados Unidos. Aquí, se inspeccionaban los pasajeros de embarcaciones, así como inmigrantes, y de ser necesario, se aislaban del resto de la población.
A partir de 1940, el edificio se empleó como capilla de la Base Naval de Isla Grande. El espacio entre la tapia y el polvorín se cubrió con un techo inclinado con tejas. El interior se dividió en cuatro áreas: una capilla grande, una sacristía, sanitarios y una capilla menor. Le fueron añadidos varios elementos a la estructura, entre éstos, un campanario, en sustitución de una chimenea en la esquina noreste; 18 puertas de madera a los lados del edificio, para las cuales se abrieron lunetos en la bóveda; paneles de madera encofrados en la parte inferior de las paredes de la capilla y cuatro lámparas de hierro en la capilla principal. Las adiciones del techo y la pared circundante se realizaron en hormigón.
A partir de 1971, tras el cierre de la Base Naval, la estructura pasó a manos del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Durante esta época, se convirtió en sede de Ballets de San Juan y del Coro de Niños de San Juan. Más adelante, el Departamento de Transportación y Obras Públicas asumió el control de la misma.
Desde 1984, el Polvorín de Miraflores forma parte del Registro Nacional de Lugares Históricos del Departamento de lo Interior de Estados Unidos. En la actualidad, se encuentra en estado de abandono y los predios se utilizan para almacenaje de vehículos de varias agencias de gobierno.
Adaptado por Grupo Editorial EPR
Fuente original: Catálogo de Propiedades, Registro Nacional de Lugares Históricos, Oficina Estatal de Conservación Histórica, Oficina del Gobernador, 1995.
Argamasa- material de construcción formado por una mezcla de cal, arena, a veces barro y agua.
Encalado- Revestimiento o enlucido hecho con cal.
Autor: Grupo Editorial EPRL
Publicado: 8 de septiembre de 2014