La Biblioteca Carnegie, ubicada en el sector Puerta de Tierra de San Juan, fue una de las estructuras institucionales que construyó el gobierno estadounidense como parte de su programa de educación en la Isla. El origen de ésta se remonta al 1903 cuando se estableció la primera biblioteca pública bajo el nuevo gobierno civil. Entonces era conocida como Biblioteca Insular. Los libros que ocuparon las bibliotecas que habían existido bajo el gobierno español previo al 1898 fueron traspasados a ésta.
Durante la gobernación del estadounidense Arthur Yager, la Isla obtuvo un donativo de cien mil dólares del filántropo estadounidense Andrew Carnegie para costear los gastos de la construcción de la biblioteca. El diseño de la estructura estuvo a cargo del arquitecto puertorriqueño Ramón Carbia. La edificación comenzó en 1914 en un terreno donado por el Gobierno de Puerto Rico. En 1917, el gobierno aceptó formalmente la donación y nombró el edificio Biblioteca Carnegie. Todos los recursos que se encontraban en la Biblioteca Insular, primera biblioteca pública de Puerto Rico (1903), se trasladaron a la nueva estructura.
En las primeras décadas del siglo XX la biblioteca tuvo un gran número de miembros y numeroso público que la visitaba a diario. La misma era regida por una junta de directores que nombraba el gobernador y era ratificada por el Senado. Desde el 1946 se comenzó a desarrollar el programa de bibliotecas rodantes, el que incluía servicios de “cajas viajeras”; éstas consistían en unos anaqueles rodantes en los que se transportaban libros a las escuelas y comunidades distantes. En 1950, todos los servicios de la biblioteca se transfirieron a la Secretaría de Educación. Quince años más tarde, la biblioteca cerró sus puertas debido a su deterioro. La estructura fue restaurada, aunque con ciertas alteraciones y reanudó operaciones en 1969. Durante las dos décadas subsiguientes, cerró en varias ocasiones por insuficiencia de fondos. En 1989, el huracán Hugo causó daños considerables a la estructura. Fueron muchos los libros que se perdieron. Como resultado del esfuerzo de un grupo de ciudadanos y profesionales interesados en su reapertura, se emprendió un nuevo proyecto de restauración que se extendió de 1992 a 1995.
La edificación consta de dos niveles, de planta rectangular de estilo neoclásico. La fachada principal al sur tiene un pórtico recesado de seis columnas dóricas de orden colosal. Las demás fachadas están moduladas por pilastras dóricas, también de orden colosal. Cinco grandes puertas con arcos salvan los dos niveles y dan acceso al edificio. El techo a cuatro aguas está cubierto de tejas vidreadas.
La planta es simétrica en ambos niveles. El primer nivel, que actualmente se encuentra en remodelación, tiene un gran salón que se extiende a lo largo del edificio, el cual se utiliza para exhibiciones y otras actividades literarias. A ambos extremos, se destacan salas de lectura; la de niños, nombrada Ramón Mellado Parsons y la de Puerto Rico, que lleva el nombre de Manuel Fernández Juntos. El vestíbulo mantiene los detalles arquitectónicos originales. El acceso al segundo piso se logra mediante dos escaleras laterales que conservan aún la balaustrada de madera original. Este nivel posee espacios dedicados al centro de referimiento, sala de circulación, sala tecno-visual, sala de referencia. También cuenta con la Sala de revistas y periódicos Harold J. Lidin.
En la actualidad, la administración de la Biblioteca Carnegie está en manos del Departamento de Educación. La estructura forma parte del Registro Nacional de Lugares Históricos del Departamento de lo Interior de Estados Unidos desde 1983.
La biblioteca abre al público de lunes a viernes en horario de 9 de la mañana a 5:30 de la tarde. Ofrece también un programa variado de actividades a la comunidad, tales como foros, presentaciones de libros y exhibiciones de arte. Para ello, está al servicio de la comunidad la Sala de Usos Múltiples Luis O’Neill de Milán. Las salas están equipadas con computadoras que acceden a la Internet libre de costo para sus usuarios. También existen programas de préstamos de libros y videos disponibles para sus socios.
Adaptado por Grupo Editorial EPRL
Adaptación de la ficha del Catálogo de Propiedades, Registro Nacional de Lugares Históricos, Oficina Estatal de Conservación Histórica, Oficina del Gobernador, 1995
Publicado: 12 de enero de 2010.