Salvador Brau fue seleccionado en 1908 como el segundo historiador oficial de Puerto Rico, cargo que ocupó hasta su fallecimiento el 5 de noviembre de 1912.
Escritor e historiador
Nació el 11 de enero de 1842 en el pueblo de Cabo Rojo. Sus padres fueron el catalán Bartolomé Brau y la puertorriqueña Luisa Asencio. Estudió sus primeros grados en su pueblo. A los 12 años, se graduó de la Real Academia de las Buenas Letras de Puerto Rico, fundada en 1851 en Sabana Grande.
Luego de la muerte de su padre, su educación superior fue de carácter autodidacta. Incursionó en la literatura en la década de 1860, pero no fue hasta décadas más tarde que emergió su obra más importante y madura. En 1880, se trasladó a San Juan para trabajar en la Tesorería Provincial, puesto que ocupó hasta 1889.
En la dramaturgia romántica, se considera uno de los autores más importantes, luego de Alejandro Tapia y Rivera. Sus obras son todas en verso y en tres actos. Su primera obra, “Héroe y mártir”, fue publicada en 1871. Le siguen “De la superficie al fondo” de 1874 y “La vuelta al hogar” de 1877. Su obra teatral más destacada, y su última incursión en este género, fue “Los horrores del triunfo” (1887), la cual tuvo gran éxito y buenas críticas, no obstante recibió la censura del Gobierno.
Su obra poética es de carácter romántico. Su único poemario fue “Hojas caídas” , publicado en 1909, y en cuyos versos de temas ideológicos presentan marcadas influencias de los poetas españoles Ramón de Campoamor y Gaspar Núñez de Arce. Entre los poemas de dicha colección, se encuentra “¡Día vendrá!”, en el cual describe la terrible realidad de la esclavización negra, y “Patria”, un canto a la tierra borincana.
También románticas son sus primeras obras narrativas; éstas están inspiradas en las costumbres y leyendas puertorriqueñas. En su folleto “El fantasma del puente” (1870), Brau recogió la tradición oral de esa leyenda de su pueblo natal. Además, publicó “Una invasión de filibusteros” (1881) y “Un tesoro escondido” (1883). En 1890, presentó la novela “La pecadora”, con la que se integró a la tendencia del realismo al abordar problemas sociales, religiosos y políticos del país.
Se destacó como periodista político. A partir de la década de 1870, colaboró con varios periódicos tales como: El Agente y El Clamor del País, el cual adquirió en 1889, El Buscapié y la Revista Puertorriqueña. Sin embargo, su actividad política no se limitó a la pluma, sino que también fue miembro activo del Partido Autonomista, por el que fue electo diputado provincial por Mayagüez en 1889 y secretario del organismo en 1891.
En la ensayística, prefirió el realismo; se aleja del idealismo, con la intención de presentar una imagen lo más objetiva posible de la sociedad puertorriqueña. Entre sus ensayos se destacan “Las clases jornaleras de Puerto Rico; su estado actual, causas que lo sostienen y medios de propender al adelanto moral y material de dichas clases” (1882), un análisis del origen e historia del proletariado isleño; “La danza puertorriqueña” (1887), una historia de este baile; “La campesina: disquisiciones sociológicas” (1886), donde aboga por el derecho de la mujer campesina a educarse; “La herencia devota” (1886), una crítica a la inmoralidad tras la falsa religiosidad, y “Rafael Cordero” (1891), escrito en el que honra la memoria de ese insigne maestro.
Su primer libro como historiador fue “Puerto Rico y su historia”, de 1892. En 1894, con el apoyo de la Diputación Provincial, se trasladó a España donde investigó fuentes históricas primarias sobre Puerto Rico que se encuentran en el Archivo General de Indias, en Sevilla. Regresó en 1895. Luego, fue nombrado cronista oficial por la Diputación y continuó sus investigaciones en Sevilla, donde permaneció hasta 1897. Entre los trabajos que surgieron de esta labor investigativa se encuentran: “Dos factores de la colonización de Puerto Rico” (1896), “Puerto Rico en Sevilla” (1896), “Historia de Puerto Rico” (1904), “La colonización de Puerto Rico, desde el descubrimiento hasta la reversión a la Corona española de los privilegios de Colón, 1493-1550” (1908), “La fundación de Ponce” (1909) y “La Isla de Vieques” (1912).
Luego de la invasión de Estados Unidos en Puerto Rico en 1898, cesó de laborar como cronista oficial. En 1908 fue seleccionado como el segundo historiador oficial de Puerto Rico, cargo que ocupó hasta su fallecimiento el 5 de noviembre de 1912.
Referencias:
Castro, María de los Ángeles. “De Salvador Brau hasta la novísima historia: un replanteamiento y una crítica”. Revista Op. Cit., #4, 1988-1989, Centro de Investigaciones Históricas de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras. Disponible en https://es.scribd.com/doc/79616169/03-01-Maria-de-los-Angeles-Castro-De-Salvador-Brau-hasta-l.
González Vales, Luis. “El historiador oficial de Puerto Rico. Enciclopedia de Puerto Rico en línea, https://enciclopediapr.org/el-historiador-oficial-de-puerto-rico/, original del 6 de julio de 2010.
Rivera de Álvarez, Josefina. “Literatura puertorriqueña, su proceso en el tiempo”. Madrid: Partenón, 1983.

11 de enero de 1842
Cabo Rojo, Puerto Rico
5 de noviembre de 1912
San Juan, Puerto Rico
Publicado: 12 de septiembre de 2014
Revisión: Dra. Lizette Cabrera Salcedo, 28 de abril de 2023
Edición: Mariela Fullana Acosta, 19 de mayo de 2023