IsabelMiranda2016, CC BY-SA 4.0 via Wikimedia Commons
Compositor, violinista, trombonista, bombardinista, guitarrista y pianista.
Representa el ideal del músico profesional puertorriqueño de la primera mitad del siglo XX, un maestro de la música popular. Su repertorio cubrió todas las formas de las músicas populares hispanoamericanas.
Rafael Hernández Marín nació el 24 de octubre de 1892 en el barrio Tamarindo de la ciudad de Aguadilla, Puerto Rico. Inició su educación musical en la banda de Aguadilla. En esa época, no existían instituciones de enseñanza musical formal en el País. Ese vacío lo llenaron las bandas municipales, cuyos directores, a cambio de la ayuda económica de los ayuntamientos, aceptaban enseñar música a niños de familias pobres o de bajos ingresos.
José Ruellán Lequerica y Jesús Figueroa fueron los maestros del joven Rafael. El tipo de enseñanza musical que recibió incluyó el aprendizaje de varios instrumentos: la corneta, el violín, el trombón, el bombardino, la guitarra y el piano. Rafael, de niño, tocó en la banda de José Ruellán; luego se integró a la banda municipal de San Juan y a una orquesta de baile, ambas dirigidas por Manuel Tizol; además fue corneta de la banda del Circo Japonés, conjunto de tres músicos.
La proyección mundial de Rafael Hernández comenzó con su reclutamiento por el Ejército de Estados Unidos, junto a otros 17 puertorriqueños, y su integración a la banda del Regimiento Número 359, que estaba bajo la dirección de James Reese Europe. La banda de cuarenta músicos, de los cuales 18 eran puertorriqueños, llegó a presentarse en Francia en 1917. Esta banda fue responsable de la entrada del jazz a Francia, en particular, y a Europa, en general.
Al concluir la Primera Guerra Mundial, regresó a Estados Unidos en 1919. Hernández inició un largo e intenso periodo de composición e interpretación artística. Figuró en la banda Luckyeth Roberts tocando jazz, con la cual realizó una gira artística por diversos estados. Más tarde se mudó a Cuba, donde dirigió durante cinco años la orquesta del Teatro Fausto de La Habana. Creó el Trío Borinquen (1925), y el Conjunto Victoria (1930) y se estableció en México en 1932. En ese país es querido y admirado, incluso es confundido entre los nacionales. De este periodo son los temas “Preciosa”, “Campanitas de cristal”, “Perfume de gardenia” y “Tabú“.
Tanto su entrenamiento musical como su largo peregrinaje internacional, favorecieron el que, como músico, Rafael Hernández abarcara una gran y diversa variedad de géneros. Interpretó desde la danza del siglo XIX y XX, hasta los géneros criollos puertorriqueños, así como los bailables afronorteamericanos como el ragtime, el two steps, el fox-trot, y otras manifestaciones de la música popular comercial caribeña.
En el género de la danza puertorriqueña sus composiciones incluyen títulos como “María Victoria” (1912) y “Danza capricho, número 7” (1949). Son creaciones suyas la canción patriótica y de orgullo regional, “Mi patria tiembla” (1928), y los boleros “Lamento borincano” (1929) y Quisqueya. También escribió el corrido mexicano “Que chula es Puebla”, y los éxitos “El Cumbanchero”, “Capullito de alelí” y “Silencio”.
Para la década de 1950, la trascendencia de Rafael Hernández como figura notable de las Américas ya era ampliamente reconocida. Murió el 11 de diciembre de 1965. Semanas antes la clase artística, el Gobierno y los medios televisivos le habían hecho un programa especial en homenaje a su ingente labor.

14 de octubre de 1892
Aguadilla, Puerto Rico
11 de diciembre de 1965
San Juan, Puerto Rico
Autor: Noel Allende Goitía
Revisión: Dra. Lizette Cabrera Salcedo, 6 de febrero de 2021