El 2 de enero de 1973 juramentó por primera vez para convertirse en el gobernador de Puerto Rico. Con solo 36 años se convirtió en el gobernador electo más joven en la historia del País. Previamente se desempeñó en varias funciones políticas y administrativas, incluyendo la presidencia del Senado de 1969 al 1972 y la secretaría del Departamento de Justicia de 1965-1968.
Rafael Hernández Colón nació en Ponce, el 18 de octubre de 1936. Fue inscrito el 24 de octubre de 1936, día de San Rafael Arcángel. Sus padres fueron Rafael Hernández Matos, reconocido jurista y Juez Asociado del Tribunal Supremo de Puerto Rico, y Dora Colón Clavell, servidora pública y primera mujer candidata a la alcaldía de la ciudad de Ponce en representación del Partido Independentista Puertorriqueño. Realizó su formación escolar primaria en las escuelas públicas y privadas de Ponce. En 1953 se trasladó a la ciudad de Wayne, Pennsylvania para realizar sus estudios secundarios en Valley Forge Military Academy.
Ingresó a la Universidad de Johns Hopkins en la ciudad de Baltimore, Maryland donde obtuvo el bachillerato en Artes Liberales con concentración en Ciencias Política. Su tesis de grado titulada “El Estado Libre Asociado de Puerto Rico ¿territorio o estado?” fue reconocida como la mejor de su clase con el Premio Jules Turner. Retornó a Puerto Rico y en 1956 ingresó a la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico. Durante sus años de estudios de Derecho se destacó como editor de la Revista Jurídica de la Universidad. En 1959 obtuvo el grado de Bachillerato en Derecho (LLB) con la distinción Magna Cum Laude. Fue “Valedictorian” de su clase y reconocido con el Premio al estudiante más sobresaliente por el Colegio de Abogados de Puerto Rico. Una vez revalidó y juramentó como abogado, estableció su oficina en el bufete que fundó su padre en Ponce en 1928.
En el ejercicio de la profesión de abogado postuló en los tribunales del Estado Libre Asociado de Puerto Rico (ELA) y en el sistema federal, incluyendo el Tribunal Supremo de los Estados Unidos de Norte América. Además, formó parte de la primera facultad de la Escuela de Derecho de la Universidad Católica de Puerto Rico. En 1967 publicó el “Manual de Derecho Procesal Civil”. Esta obra, en su quinta edición, es considerada un tratado en el campo del derecho puertorriqueño. Contrajo matrimonio en 1959 con Lila María Mercedes Mayoral Wirshing con quien procreó cuatro hijos: Rafael, José Alfredo, Dora Mercedes y Juan Eugenio. Su carrera profesional como abogado se distinguió por una alta clientela y colaboraciones pro bono (“por el bien público”) con entidades ciudadanas como fue el caso de su rol como asesor legal de la Comisión de la Zona Histórica de Ponce, organismo desde el que lideró una férrea defensa sobre el concepto integral de la protección y conservación del patrimonio histórico ponceño.
La década de 1960, marcó una era de cambios en la política, economía y cultura global tras los efectos de la sociedad de la postguerra. Puerto Rico fue escenario de una modernidad acelerada que definió las coordenadas de su desarrollo urbano e industrial. Rafael Hernández Colón fue partícipe de una nueva generación que se abría paso en la gobernanza del país. Al asumir el cargo de Comisionado Asociado de Servicio Público, nombrado por el gobernador Luis Muñoz Marín, comenzó su carrera en el servicio público. Durante su mandato se implantó un sistema operativo que se caracterizó por los principios de creatividad, innovación y efectividad. Su rol en la administración pública del País fue ascendente y de nuevos retos. En 1965 fue designado por el gobernador Roberto Sánchez Vilella como Secretario de Justicia. Desde ese cargo promovió una reorganización administrativa en el Departamento de Justicia, una reforma en las instituciones penales, y la preparación de un nuevo código penal e hipotecario.
Participación en la vida política
Formó parte de la Comisión de Estatus creada en 1964, foro en la que expuso su teoría constitucional sobre el pacto bilateral como base para la relación de Puerto Rico y Estados Unidos. La Comisión promovió legislación para emendar la Ley de Relaciones Federales y recomendó la celebración de un plebiscito en 1967. Fue responsabilidad de Hernández Colón seleccionar las insignias representativas de las tres propuestas ideológicas incluidas en la papeleta de esos comicios plebiscitarios: la montaña para el ELA, la palma real para la estadidad y una rueda de carreta para la independencia. La fórmula del Estado Libre Asociado salió triunfante en esas elecciones con un 61%. Desde ese entonces el licenciado Hernández Colón fue una voz líder en la permanencia y el crecimiento del ELA como forma de gobierno novedosa y creativa para los puertorriqueños.
En el año convulso de 1968, el líder incursionó en la política puertorriqueña como candidato a Senador por Acumulación en representación del Partido Popular Democrático (PPD). Su juventud, carisma y liderato le llevaron a la presidencia del Senado en el primer gobierno compartido en la historia política puertorriqueña. La legislación de avanzada impulsada durante la presidencia senatorial fue validada mediante la aprobación del 95 por ciento de los proyectos presentados por el liderato del partido de oposición. El derecho al voto a los 18 años de edad, la creación de la Junta de Calidad Ambiental y el Departamento de Recursos Naturales fueron medidas legislativas pro activas y esenciales para el desarrollo del Puerto Rico moderno.
En la Asamblea General del Partido Popular Democrático celebrada en Ponce el 14 de diciembre de 1969, Hernández Colón fue electo presidente de la colectividad. Las reformas establecidas democratizaron los procesos internos del Partido. Por primera vez un partido político en el País inició un proceso de primarias obligatorias para los puestos electivos. Se adoptaron nuevas estrategias de campaña que transformaron la relación entre los candidatos y los electores.
Sus primeros años como gobernador
En las elecciones de 1972 presentó su candidatura a la gobernación del País. La contienda política se proyectó no como una competencia electoral, sino más bien como una convocatoria del Partido Popular a sus huestes para retomar el camino trazado y sin descanso, jalda arriba volver a llegar a la cumbre. El 2 de enero de 1973 se cumplió ese mandato al juramentar Hernández Colón.
El enfoque del programa de gobierno estuvo dirigido hacia la restructuración de las instituciones públicas, la creación de nuevos organismos y la conceptualización de estrategias para mejorar la calidad de vida de los puertorriqueños. El nuevo Puerto Rico propuesto se centró en una agricultura diversificada, la creación de una flota mercante nativa y la conceptualización de estrategias de desarrollo en las áreas de viviendas, salud, educación, manufactura, empleos, sistema judicial, proceso electoral, empoderamiento de la mujer y un rol más activo en las esferas políticas, laborales y gubernamentales, sistema contributivo, infraestructura y la promoción de la cultura y el deporte.
Durante la primera administración de Hernández Colón el tema del estatus cobró gran impulso. El plebiscito de 1967 era un proyecto inconcluso en el reclamo de una reforma en las relaciones políticas entre Puerto Rico y Estados Unidos. En 1973, en respuesta de los reclamos de su administración, el presidente de Estados Unidos, Richard M. Nixon, nombró un Comité Ad Hoc para el desarrollo del ELA. En el cumplimiento de ese mandato los integrantes del comité consultivo (estadounidenses y puertorriqueños) redactaron un manifiesto titulado “Pacto de Unión Permanente entre Puerto Rico y Estados Unidos” mejor conocido como “El Nuevo Pacto”. Su contenido propuso normas constitucionales, operativas y de transferencias de poderes dirigidos al crecimiento del Estado Libre Asociado. La meta de construir un nuevo Puerto Rico tuvo que hacer frente a la crisis y recesión económica mundial que suscitó el embargo establecido por la Organización de Países Exportadores de Petróleo en 1973. Ante los efectos de esa crisis mundial fue necesario reformular las prioridades del Gobierno y encaminar estrategias para contrarrestar la desacelerada economía local.
“La nueva tesis”
El líder presentó su candidatura para un segundo término a la gobernación del País. Los resultados de la contienda electoral de 1976 no refrendaron su reelección. Su retiro temporal de la política puertorriqueña dio paso a una etapa de reflexión y análisis sobre la realidad del Puerto Rico en todos sus órdenes y que repercutió en el desarrollo y publicación de “La nueva tesis”. Su publicación en 1979 fue considerada una propuesta de principios y soluciones encaminadas a lograr un mejor Puerto Rico. En su contenido se esbozó un nuevo modelo de desarrollo integral político, económico, educativo, social y cultural adaptado a las aspiraciones y posibilidades de los puertorriqueños. Cumplida esa misión y luego de un examen profundo sobre su futuro político, Hernández Colón retornó la contienda política como candidato a la gobernación en 1979. “Operación Ruta de la victoria” fue la consigna de una elección muy cerrada cuyos resultados quedaron siempre en duda y controversia. Aunque en la noche de la elección la certificación preliminar de la Comisión Estatal de Elecciones fue a favor de Rafael Hernández Colón, al día siguiente se declaró una segunda certificación preliminar a favor del gobernador incumbente Carlos Romero Barceló, quien resultó vencedor por determinación del Tribunal Supremo de Puerto Rico.
“La revolución de la esperanza” representó un llamado colectivo pluri partidista para retomar los destinos del País. La campaña política de 1984 tuvo un enfoque dirigido a un encuentro directo con el pueblo en cada calle, en los barrios, en las universidades, en los talleres de trabajo, en las empresas, en las fincas. Era un clamor plural a fin de aglutinar las fuerzas electorales hacia el rescate de Puerto Rico, y con ello despejar la incertidumbre de un pueblo. Con la proclama a viva voz ¡Llegó el cambio!, Rafael Hernández Colón se dirigió a los puertorriqueños tras su elección a un segundo término a la gobernación de Puerto Rico.
Segundo y tercer cuatrienio como gobernador
Luego de salir victorioso de las votaciones, juramentó el 2 de noviembre de 1985. Allí manifestó su compromiso con el pueblo de restituir la confianza en el Gobierno, a reconstruir la administración pública, y a emprender una economía diversificada y competitiva. Fue heroica la defensa por la permanencia de la sección 936 del Código de Rentas Internas del Gobierno de Estados Unidos. Sus incentivos fueron la fuente principal de capital extranjero para el logro del desarrollo económico y promotor de empleos. Sus gestiones de inclusión de Puerto Rico en la Iniciativa de la Cuenca de Caribe, proyecto promovido por la administración del presidente Ronald Reagan, validó la permanencia de esos fondos para la promoción de una industria manufacturera local y subsidiaria de plantas gemelas en las islas del Caribe y países de América central.
Otras de las prioridades de la segunda administración de Rafael Hernández Colón fue hacer valer la capacidad, laboriosidad y competitividad de la mano de obra puertorriqueña como motor de una manufactura próspera. “Vamos por buen camino” y “Rafael en la recta final” fueron lemas de su campaña a la reelección en 1988. Venció en su quinta contienda a la gobernación del País. El líder popular juramentó el 2 de noviembre de 1989 a su tercer término. El cuatrienio estuvo dirigido a continuar una agenda de Gobierno con las metas de establecer una reforma educativa, la implantación de una política de descentralización gubernamental fundamentada en las autonomías municipales y resaltar la identidad cultural puertorriqueña a través de la promoción de sus instituciones y expresividades culturales en eventos internacionales. La participación de Puerto Rico en la Comisión del Quinto Centenario del Descubrimiento de América y servir de sede de la Tercera Reunión de las comisiones internacionales de ese organismo, representó la ventana de Puerto Rico al mundo. El Pabellón de Puerto Rico en la Exposición Universal de Sevilla ’92 y la Regata Colón ’92 fueron testigo de ello. De igual manera aportó la legislación que declaró al español como idioma oficial de los puertorriqueños, la cual fue reconocida con la otorgación al pueblo de Puerto Rico del Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1991. Otro de los proyectos emblemáticos de este periodo fue la protección, rehabilitación y conservación del patrimonio histórico edificado y el rescate de los centros históricos y urbanos que se inició con el “Plan Ponce en Marcha” en 1985. Dos años antes, en 1983, la United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (UNESCO) distinguió La Fortaleza y los fuertes de San Felipe del Morro y San Cristóbal en el Viejo San Juan como “Patrimonio de la Humanidad”.
El estatus político también fue prioritario en los esfuerzos de solucionar el futuro del País en 1991. El gobernador Hernández Colón convocó al liderato de todos los partidos políticos de Puerto Rico para buscar una consulta plebiscitaria avalada por el Congreso de Estados Unidos. Hasta ese entonces la discusión del problema no había alcanzado mayor atención en el foro federal y participación unitaria de los tres principales partidos políticos del País. El Gobernador fue figura líder en la Comisión de Estatus de aquel año, que promovió el proyecto del senador demócrata J. Bennett Johnston, presidente de la Comisión de Recursos Naturales. A pesar de los avances locales y federales en la discusión no hubo resultados efectivos en la agenda reformista de la relación política de Puerto Rico con Estados Unidos.
El retiro
En 1992, Rafael Hernández Colón anunció su retiro de la política puertorriqueña. Marchó a España donde ejerció la cátedra en Administración Pública en la Universidad Alcalá de Henares. A su regreso se incorporó nuevamente a la enseñanza del Derecho en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico y formó parte de su Junta de Síndicos, para promover iniciativas en pro de la ciudad y el país. En su función como Hombre de Estado tuvo una notable presencia en foros locales e internacionales como escritor, columnista y conferenciante sobre temas de política, economía, gobernabilidad, globalización, sociedad y jurisprudencia.
En 2015, abrió la sede oficial de la Fundación Rafael Hernández Colón fundada en 1992 como centro de investigación histórica e instituto de política pública. El 2 de mayo de 2019, Hernández Colón murió en su residencia en el Viejo San Juan a la edad de 82 años. Sus retos mortales descansan en el Panteón de la Familia Serrallés en el Cementerio San Vicente de Paul de Ponce para luego ser trasladado al Panteón Nacional Román Baldorioty de Castro en Ponce, recinto de recordación del procerato autonomista puertorriqueño. Fue su deseo “ser recordado no por nada en particular sino como una persona que tuvo una gran fe en la capacidad del pueblo puertorriqueño”.
Referencias:
Fundación Rafael Hernández Colón. https://rafaelhernandezcolon.org/. Consultado 15 de mayo de 2021.
Hernández Colón, Rafael. “Retos y luchas: 24 años de historia política puertorriqueña en los discursos de Rafael Hernández Colón”. San Juan: Ramallo Bros., 1991.
_____________________. “Vientos de cambios: Memorias de Rafael Hernández Colón (1964 -1972)”. San Juan: Ramallo Bros., 2004.
_____________________. “Contra viento y marea: Memorias de Rafael Hernández Colón (1972 -1984)”. Bogotá: Nomos S A., 2014.

18 de octubre de 1936
Ponce, Puerto Rico
2 de mayo de 2019
San Juan, Puerto Rico
Autor: Jorge A. Figueroa Irizarry, Fundación Rafael Hernández Colón
Publicación: 20 de mayo de 2021
Revisión: Dra. Lizette Cabrera Salcedo