En los últimos años se han evidenciado unos cambios significativos en las formas y tácticas de lucha de la sociedad civil en el ámbito de la política, así como un incremento sin precedentes en su visibilidad e influencia. Con el fin de la Guerra Fría, el término “sociedad civil” y el debate acerca de su relevancia en el contexto de la globalización y regionalización en curso en el mundo han crecido y han adquirido una creciente importancia. La heterogeneidad y diversidad de esta incipiente sociedad civil se expresa tanto en su composición, donde convergen principalmente dos tipos de organismos: organizaciones no gubernamentales (ONGs) y movimientos sociales, particularmente a través de los llamados “nuevos movimientos sociales”, aunque también se evidencian la continuidad de movimientos de viejo cuño, como son los movimientos sindicales, los nacionalismos o los partidos políticos tradicionales. Sin embargo, dominarán en este escenario movimientos relacionados con diversos intereses y luchas sociales, como los movimientos ecologistas, feministas, étnicos, de asociaciones profesionales, las organizaciones tipo think tanks, los movimientos cooperativos o los de defensa de los derechos humanos.
En términos generales, el número de organizaciones de la sociedad civil (OSC) para la región de América Latina y el Caribe se estima en superior al millón de organizaciones (registradas y no registradas), e invierten sobre tres mil millones de dólares anualmente en sus actividades y programas. Un reducido porciento de estas OSC son ONGs, y la inmensa mayoría son organizaciones de servicios sin fines de lucro, instituciones educativas, servicios de salud, institutos de investigación, organizaciones culturales, grupos de deportes o recreación, y así por el estilo. Aproximadamente, 100,000 de estas organizaciones son de tipo religioso, y aproximadamente una tercera parte de este total son organizaciones que no están formalmente registradas o incorporadas.
Aunque los datos sobre las OSCs en la región suelen ser escasos y poco confiables, basados mayormente en estimaciones, los siguientes datos permiten una visión panorámica de la situación de las OSC en términos comparativos, y en relación con el tamaño de la población a la cual sirven. La tabla muestra un índice de 1.27 OSC por cada 1,000 habitantes para la región del Caribe continental e insular, lo cual compara favorablemente con el índice de Brasil (1.18), pero desfavorablemente con los índices de, por ejemplo, Bolivia (1.95) o Colombia (1.65).
Organizaciones seculares registradas de la sociedad civil
POBLACIÓN | NÚMERO DE OCS |
NÚMERO POR 1,000 HABITANTES | |
Brasil | 161,469,000 | 190,086 | 1.18 |
Bolivia | 7,414,000 | 14,424 | 1,95 |
Colombia | 35,101,000 | 58,000 | 1.65 |
República Dominicana | 211,905,000 | 5,700 | 0.72 |
Región del Gran Caribe (no incluye Cuba ni Haití) |
454,182,000 | 575,000 | 1.27 |
Los ingresos de estas OSC provienen de una combinación de fuentes, entre las cuales destacan los ingresos provenientes de las cuotas de membresía, de las agencias gubernamentales, de las organizaciones de apoyo foráneas, y de las contribuciones filantrópicas provenientes del sector privado, en ese orden. De forma creciente, muchos de los gobiernos y agencias de cooperación para el desarrollo visualizan a muchas de estas organizaciones de la sociedad civil en América Latina y el Caribe como un estorbo a sus objetivos, lo cual tiene como efecto que el apoyo de los gobiernos y de estas organizaciones se vea limitado. Por ello, las OSC en América Latina y el Caribe muestran una alta dependencia de fondos externos. Es decir, en la medida en que logran poca receptividad de los fondos provenientes de sus propios gobiernos, ante quienes en ocasiones asumen una postura confrontacional, las OSC son altamente dependientes de fondos externos, sean estos de las agencias de cooperación intergubernamentales (ej. ONU), de organismos internacionales o de ONGs de países del primer mundo.
Sin embargo, y a pesar de los problemas de financiamiento que confrontan las OSC en la región, es evidente que estas se han incrementado y expandido en las ultimas tres décadas, principalmente a partir de 1980. Una serie de factores han contribuido a su gradual expansión y desarrollo, entre los que desatacan los procesos de integración regional y subregional desde la década del ochenta, junto con la proliferación de acuerdos de libre comercio, y los esfuerzos por el fortalecimiento de la democracia y del desarrollo impulsados por el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o la Organización de Estados Americanos (OEA).
Según Andrés Serbin, uno de los retos más apremiantes que enfrenta las OSC de la región del Caribe es su adaptación a las olas de democratización que ha experimentado la región en las últimas dos o tres décadas. En el Caribe no se puede separar el surgimiento de estas organizaciones de la sociedad civil de la realidad político-cultural de la zona, es decir, se trata de una región con una amplia diversidad lingüística y cultural, y con una cultura política marcada fuertemente por el personalismo, el clientelismo, el parroquialismo y la intransigencia. Así, las culturas políticas de la región, caracterizadas por un alto grado de liderazgo personalizado, de clientelismo y de corporativismo, con frecuencia influyen en los estilos de hacer política de las ONGs y de los movimientos sociales emergentes en la región, afectando seriamente su institucionalización y su capacidad de gestión e incidencia. Estos orígenes, frecuentemente asociados a un alto grado de politización e ideologización, han condicionado su evolución en tiempos recientes y su transformación y su ampliación en las redes nacionales o regionales. Muchas ONGs han tenido dificultades en adaptarse a los nuevos tiempos y en introducir cambios significativos en sus objetivos y estrategias, ampliándose su margen de acción e incorporándose tanto a programas de más amplio alcance promovidos por los gobiernos como por las organizaciones internacionales. En este contexto, la transición desde actitudes y estrategias de confrontación desarrolladas en las primeras décadas, a estrategias participativas en marcos democráticos, tampoco ha sido fácil, en particular tomando en cuenta la desconfianza ante el Estado y sus organismos desarrolladas en épocas anteriores, en particular, y en algunos casos, durante la vigencia de regímenes autoritarios. Estas estrategias confrontacionales se evidencian de manera clara en organizaciones regionales o subregionales como la Alianza Social Continental o la Asambleas de los Pueblos, en las que predomina una actitud crítica de las actividades de los Estados y de las políticas neoliberales, particularmente en lo referente a los acuerdos de libre comercio. En todas estas iniciativas se genera una orientación común de crítica y cuestionamiento, ya sea al déficit democrático presente en estos procesos, ya sea a la exclusión y el déficit social que estos engendran. En cualquier caso, esta característica fundamental de muchas de estas OSC en el Caribe cobra particular relevancia en la época pos-9/11, dado que las políticas adoptadas por Estados Unidos en materia de seguridad y para combatir el terrorismo han obligado a muchas de estas organizaciones a reorientar sus objetivos, bajo el temor de que estas políticas tengan un impacto negativo sobre los avances alcanzados en materia de derechos humanos y las libertades civiles (en particular los derechos de libre expresión, asociación y transito), y el resurgimiento de medidas represivas que puedan eventualmente afectar las bases de la democracia en la región.
Mientras que en América del Sur el desarrollo de las OSCs no pudo quedar disociado de los procesos de democratización, de la lucha por los derechos humanos y de los derechos de la ciudadanía, en Centroamérica y el Caribe este desarrollo se vinculó asimismo necesariamente con la consolidación de la paz y la democracia, pero también con la promoción del desarrollo socioeconómico y la lucha por la erradicación de la pobreza, así como en torno a la defensa del medio ambiente y de las comunidades étnicas/indígenas de la región.
El siguiente es un listado no exhaustivo de las organizaciones de la sociedad civil más importantes de la región del Caribe, según datos obtenidos de la OEA. (Se excluyen las organizaciones de la sociedad civil de carácter internacional o global, aunque muchas de estas también operan en el territorio caribeño a través de capítulos o iniciativas locales, como lo pueden ser Human Rights Watch o el Banco Mundial. Se incluyen, por tanto aquellas organizaciones de carácter local, regional o nacional). La lista sirve para evidenciar la preponderancia en la zona caribeña de organizaciones dedicadas a la defensa del medio ambiente, de defensa de los derechos de las comunidades indígenas o étnicas, de defensa de los derechos de la mujer, o de defensa de los derechos humanos y de los familiares de “desaparecidos”.
ANTIGUA y BARBUDA
· Island Resources Foundation
· Environmental Awareness Group (EAG)
BAHAMAS
· The Bahamas National Trust
BARBADOS
· Caribbean Conservation Association (CCA)
· Centre for Resource Management and Environmental Studies (CERMES)
· The Barbados National Trust
· Caribbean Development Bank (CDB)
· Caribbean Conservation Association
· Woman and Development Unit, University of West Indies
BELICE
· Human Rights Commission of Belize
· National Garifuna Council
· Toledo Maya Cultural Council
· Ideas Integrating Development, Environment and Sustainability
· Alianza Trinacional, Golfo de Honduras (TIDE)
· Help for Progress
COSTA RICA
· Asociación Consejo Nacional de Mujeres Indígenas Costarricenses (ACONAMIC)
· Floresta Inc.
· Fundación Neotrópica (FN)
· Tropical Science Center
· Corporación Educativa y Cultural Centroamericana (CECC)
· Comité Regional de Recursos Hídricos (CRRH)
· Instituto Nacional de Biodiversidad (INBIO)
· Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología (ULACIT)
· University for Peace
· Asociación Latinoamericana de Organizaciones de Promoción (ALOP)
· Consejo de la Tierra
· Estación de Biología Marina, Universidad Nacional-Puntarenas
· Foro Nacional de Convergencia (FONAC)
· MINAE
DOMINICA
· Dominica Conservation Association
· National Association of NGOS-NANGO
GUATEMALA
· Cámara de Comercio Guatemalteco Americana
· Centro de Prevención de Desastres de América Central (CEPREDENAC)
· Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD)
· Comisión Nacional para el Medio Ambiente (CONAMA)
· Cooperación Guatemala-Alemania / Programa las Verapaces-Desarrollo Municipal y Regional
· Fundación Defensores de la Naturaleza
· Fundación para el Ecodesarrollo y la Conservación (FUNDAECO)
· Programa Ambiental Regional para Centro América (PROARCA/CAPAS CCAD-USAID)
· Comité Nacional de Viudas de Guatemala
· Asociación Amigos del Bosque
· Audubon Society, Guatemala
· Fundación para la Conservación de los Ecosistemas Mayas
GUYANA
· Asociación de Pueblos Amerindios (APA)
· Guyana Human Rights Association
HAITÍ
· Centre Oecuminigque des Droits Humains
· Justice et Paix
· Ligue Haïtienne de Droits Humains
· Federation des Amis de la Nature
HONDURAS
· Comisión de Derechos Humanos de Honduras (CODEH)
· Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras
· Consejo Asesor Hondureño para el Desarrollo de las Etnias Autóctonas
· Asociación Hondureña de Ecología
· Red Internacional de Consultores y Auditores Ambientales (Rica Honduras)
· Asociación Asang Langa – Indigenous Tawahka
· Foundation for Investment and Development of Exports (FIDE)
· Fundación Ecologista “Héctor Rodrigo Pastor Fasquelle”
· Fundación Vida
· Grupo Ecológico de Olancho
· Mesa del Sol, S. de R.L. Elaboradores de Bohío Tropical
· Organización Negra Centroamericana (ONECA)
· Fundación PROLANSATE
· Unión Nacional de Campesinos (UNC)
JAMAICA
· Jamaica Conservation and Development Trust (JCDT)
· Dispute Resolution Foundation
· Association of Development Agencies
· Caribbean Coastal Area Management Foundation
· Caribbean People Development Agency (CARIPEDA)
· Dispute Resolution Foundation Ltd.
· Environmental Solutions Ltd.
· Sustainable Community Development Focus Group (UNEP COMIDA)
MÉXICO
· Servicio, Desarrollo y Paz A.C.
· Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos
· Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos
· Congreso Nacional Indígena de México
· Asociación Mexicana de Arte y Cultura Popular, A.C. (AMACUP)
· Cultura Ecológica
· Centro de Ecodesarrollo
· Fundación Miguel Alemán, A.C.
· Acción y Desarrollo Ecológico, A.C.
NICARAGUA
· Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos
· Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Sostenible
· Centro Humboldt para la Promoción del Desarrollo Territorial y la Gestión Ambiental
PANAMÁ
· Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON)
· Círculo de Estudios Trabajo e Investigación Científica (CETIC)
· Fundación de Parques Nacionales y Medio Ambiente
· Grupo de Tecnología Apropiada
· Smithsonian Tropical Research Institute
· Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y El Caribe
· Asociación Oceánica de Panamá
· Sustainable Development Network
· Universidad Santa María la Antigua Dirección de Relaciones Internacionales
REPÚBLICA DOMINICANA
· Comité Dominicano de los Derechos Humanos
· Centro de Planificación y Ayuda Ecuménica
· Centro Dominicano de Asesoría e Investigaciones Legales
· Fundación Progreso
· Worldwide Fund for Nature
SAN VICENTE Y LAS GRANADINAS
· Caribbean Water and Waste Association
SANTA LUCÍA
· Caribbean Environmental Health Institute
SURINAME
· Foundation for a Pure Suriname
· MOIWANA 86
· Asociación de Organizaciones Indígenas AIS
TRINIDAD Y TOBAGO
· Trinidad and Tobago Field Naturalists’ Club
· Environment Tobago
· The Network of NGOs of Trinidad and Tobago for the Advancement of Women
VENEZUELA
· Fundación La Salle
· Naturaleza
· Fundación Venezolana para la Conservación y la Diversidad Biológica (BIOMA)
· Universidad Católica Andrés Bello
· Sociedad Conservacionista Araguara
· Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos
· Consejo Nacional Indio de Venezuela (CONIVE)
Finalmente, se pueden añadir a este listado aquellas OSC de carácter regional o subregional, entre las cuales cabe destacar el Caribbean Policy Development Centre (CPDC), el Foro de Apoyo Mutuo de México (FAM), la Iniciativa Civil para la Integración Centroamericana (ICIC), o el Foro de la Sociedad Civil del Gran Caribe, cuyo primer encuentro tuvo lugar del 23 al 26 de noviembre de 1997 en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, y en el cual participaron más de 400 organizaciones no gubernamentales.
Autor: Luis Galanes
Publicado: 17 de enero de 2013