La primera artista puertorriqueña importante en dedicarse a la escultura y la primera en estudiar en Europa. Indistintamente de sus logros artísticos, desde el punto de vista de la mujer en la plástica puertorriqueña, la obra de Luisa Géigel adquiere un valor trascendental. Su tratamiento del tema del desnudo en la década de 1940 fue muy controvertido.
Luisa Géigel Brunet nació en 1916 en San Juan, Puerto Rico, pero a los nueve años su familia se marchó para España. Mientras asistía al Colegio de las Madres Esclavas del Sagrado Corazón, en Barcelona, comenzó a dibujar. Tomó clases nocturnas de dibujo en la Academia de Bellas Artes de San Jorge, en la misma ciudad, bajo la tutela de José Mongrell.
A la edad de diecinueve años se mudó para Washington, DC, ya que a su padre lo nombraron director de la Oficina de Puerto Rico en la capital estadounidense. En esta ciudad se matriculó en la King-Smith Studio School y la Phillip Memorial Art Gallery Studio House. Dos años más tarde, se trasladó con su familia a Nueva York. En esta ciudad estudia pintura y escultura en la Liga de Estudiantes de Arte (bajo la tutela de Robert Brackman) y en el estudio de José De Creeft, respectivamente.
De vuelta a Puerto Rico, sus exhibiciones de 1939 y 1940 (en el Casino de Puerto Rico y el Ateneo Puertorriqueño, respectivamente) causaron incomodidad por su representación del cuerpo desnudo; ejemplo de este tipo de pieza son Daydream y Desnudo de mujer. Las pinturas, aunque no tenían una expresión sensual, sino formal, crearon malestar, ya que los círculos sociales interesados en el arte tendían a ser más conservadores. La artista se deshizo de muchas de sus piezas tras recibir el rechazo del público. El interés por el desnudo expresaba un interés de Géigel en cuidar la expresión de cada modelo, ya que el cuerpo humano expresa una emoción que no se encuentra en otros objetos, según la artista.
Géigel también creó piezas escultóricas de escala pequeña. Fue miembro fundador, junto con Nilita Vientos Gastón, de la División de Artes Plásticas del Ateneo. La artista escribió además dos libros: uno de ellos, La genealogía y el apellido de Campeche, desarrolla los estudios genealógicos sobre el pionero de la plástica puertorriqueña. Géigel hilvanó la ascendencia del pintor hasta sus antepasados esclavos del siglo XVII.
En 1942 contrajo matrimonio con Ramón Gandía Biscombe, y tres años más tarde nació su hijo. Entre 1958 y 1986 dio clases de escultura y dibujo en la Universidad de Puerto Rico. Junto con sus responsabilidades domésticas, su labor académica le ocupó mucho tiempo, por lo que su producción artística se redujo en volumen. Luego de su retiro, se le dedicó la exposición de la Asociación de Escultores de Puerto Rico.
Aunque Géigel se dedicó más de lleno a la pintura, algunos críticos opinan que lo mejor de su obra son sus esculturas. La artista veía en la escultura problemas similares, de color y forma, a los de la pintura, aunque entendió las particularidades de ambos medios. A este respecto, opinó Géigel: “A mí me compensa la pintura lo que le falta a la escultura y viceversa”.

1916
San Juan, Puerto Rico
2008
Autor: Alejandro Carpio
Publicado: 3 de septiembre de 2014