De los instrumentos de cuerdas puertorriqueños, la bordonúa es el de mayor tamaño y de sonido más grave. Su nombre se deriva de la palabra bordón, que significa cuerda gruesa. Los orígenes del instrumento provienen de otros similares oriundos de España.
En Puerto Rico, igual como ocurrió con el tiple, existieron una gran diversidad de formas, tamaños y estilos de bordonúa, las cuales variaban según la región en que se construían. Esta diversidad es la razón, por la que en la actualidad, no hay un consenso sobre sus métodos de construcción y afinación.
La bordonúa que se tocaba en el siglo XIX era grande y de voz grave. Reproducía sonidos tan bajos como los de la guitarra. Se utilizaba como acompañamiento en las orquestas jíbaras, pero con el paso del tiempo, la guitarra se convirtió en el instrumento preferencial para esta función. A principios del siglo XX, la bordonúa tenía una tesitura muy parecida a la del cuatro, aunque con afinación similar a la de la vihuela cortesana del siglo XVI. Su función era mayormente melódica.
Con el paso de los años, la bordonúa dejó de ser parte de las orquestas jíbaras. A los efectos de rescatar el uso del instrumento, durante la década del 1950, el Instituto de Cultura Puertorriqueña inició programas para revivir los instrumentos de cuerda típicos de Puerto Rico. Se comisionaron artesanos para la fabricación de estos y se comenzó a desarrollar un método para su enseñanza. En la actualidad, la bordonúa es parte esencial de muchas agrupaciones de música jíbara.
Al igual que los demás instrumentos de cuerda típicos, la bordonúa se construye con maderas del país. La forma de la caja es parecida a la de la guitarra, pero es más alargada y angosta que la de ésta. Los trastes son anchos, lo que le da a la misma un sonido metálico llamado “chirreo” por el músico jíbaro.
La bordonúa tiene cinco cuerdas dobles cuyo espesor varía de acuerdo a la preferencia del músico. La afinación, según el método que comenzó a desarrollar el musicólogo Francisco López Cruz, es Mi, Si, Fa sostenido, Re y La. Esta afinación es igual a las primeras cinco cuerdas de la guitarra, con excepción de la tercera, que se afina medio tono más bajo. Es similar a su vez, a la tesitura del cuatro. Otra de las afinaciones que se utilizan es similar a la del tiple, aunque una octava más baja: Do, Sol, Re, La y Mi.
Adaptado por Grupo Editorial EPR
Fuente original: Francisco Marrero Ocasio, Los instrumentos de cuerda en Puerto Rico, 2003. CD Vuelvo a mi Estrella. Taller Musical Retablo.
Autor: Grupo Editorial EPRL
Publicado: 28 de agosto de 2014