Cuentista, Novelista, Ensayista, Traductor y Educador
La vida y obra de este escritor es un excelente ejemplo de la interrelación entre los habitantes, la historia y la cultura de la República Dominicana y Puerto Rico.

José Luis González, Santo Domingo, 8 de marzo de 1927. Un año de edad.
Nació el 8 de marzo de 1926. Sus padres fueron la dominicana Mignon Coiscou Henríquez y el puertorriqueño José Luis González Toledo. José Luis González Coiscou vivió sus primeros cuatro años en Santo Domingo, para luego echar raíces en San Juan, Puerto Rico. Terminados sus estudios de bachillerato en la Universidad de Puerto Rico en 1946, completó una maestría en Estados Unidos. A su regreso al País, enfrentó persecución por sus ideas independentistas, razón que lo llevó a emigrar. Entre 1950 y 1952 trabajó como traductor y periodista en Praga y París. En 1953 viajó a México y dos años después obtuvo la ciudadanía de ese país.
Cuando llegó a México su aspiración original era cursar un doctorado en ciencias políticas, pero su destino cambió. Fue entonces cuando consolidó su interés por la literatura, completando una maestría en Letras Españolas. Desde 1955 se desempeñó como profesor de la Universidad Autónoma de México, además de dar clases en Francia, y en Puerto Rico y Estados Unidos, con permisos especiales.
Independientemente que la mayoría de su vida transcurrió fuera de Puerto Rico, los habitantes y acontecimientos del País son el eje central de la discusión de su obra de ficción y de ensayos. El mismo autor se ha ubicado en la generación puertorriqueña de escritores de la década de 1950, junto a Emilio Díaz Valcárcel y Pedro Juan Soto, entre otros. Temprano en su carrera colocó a sus personajes en el desafiante entorno de la ciudad, con los retos dramáticos inherentes al cambio de una economía agrícola a una economía industrializada. El mundo de la pobreza extrema, los arrabales, la emigración a Nueva York, la partida hacia la guerra, son solo algunos de los temas que llenan las páginas de sus cuentos.
González Coiscou prefirió el género del cuento para desempeñar su misión de denuncia y crítica de la realidad puertorriqueña. Esa “es una tarea constante de la literatura porque la realidad nunca deja de ser problemática”. “La historia y la sociología nos dicen cómo y por qué ha sido y es la realidad, la literatura nos dice cómo han vivido esa realidad los seres humanos concretos”. Así lo explica el autor en el ensayo titulado “Conversación con José Luis González”, entrevista de Arcadio Díaz Quiñones, publicado en 1976.
La visión de la literatura como agente de concienciación y cambio social llevó a González Coiscou a cultivar también los géneros de la novela corta y el ensayo. Sobresale en la obra del autor su interés por la revisión de la historia y la crítica a las visiones tradicionales del pasado. Es posible que su experiencia de dar clases en la Universidad de Puerto Rico en Cayey, entre 1972 y 1973, cuando confirmó que no podía enseñar literatura a estudiantes “que prácticamente no sabían nada sobre el pasado y presente de su propio país”; haya motivado que en 1980 publicara uno de sus ensayos más importantes, que a pesar del tiempo pasado sigue siendo motivo de discusión en la actualidad: “El país de cuatro pisos” (Notas para una definición de la cultura puertorriqueña).
El niño y el joven en Puerto Rico
González creció en un ambiente rico en expresiones culturales e importantes retos intelectuales. En la cuna materna dominicana sus primeros años los compartió con su abuelo médico Rodolfo Coiscou Carvajal y su abuela maestra Altagracia (Tallita) Henríquez, junto a sus padres. En esa época, recién empezando a caminar, visitó por primera vez el Palacio Nacional de la República Dominicana, invitado a la fiesta de cumpleaños del nieto del presidente Horacio Vásquez, quien era amigo de su abuelo.
Su abuela y su madre cultivaron el talento literario del niño, que siempre tuvo como modelo al “tío” o primo Pedro Henríquez Ureña, filósofo y crítico destacado en toda América. A los cinco años ya sabía leer y escribir, motivado por la ansiedad de entender lo que hablaban los mayores. Contó con el apoyo del escritor amigo de la familia Juan Bosch, cuando éste vivió en Puerto Rico y leyó los primeros cuentos escritos por José Luis a los 12 años.

José Luis González
A su llegada a Puerto Rico, a los cuatro años, su primera casa estuvo en la calle Unión, cerca de la avenida Fernández Juncos, en Santurce. Los vaivenes en los ingresos del padre como comerciante y fabricante de mosquiteros propiciaron múltiples mudanzas del niño de casa y de escuela. Comenzó sus estudios formales en la Academia Perpetuo Socorro. Luego vivió por el pasaje Orbeta en Miramar, de ahí pasó a la calle Suau en la avenida Fernández Juncos. Para 1932 vivía en el edificio Ribot, en una de las esquinas de la avenida Ponce de León y la calle Barcelona. Estudió en la Escuela Luchetti donde compartía con niños del barrio Alto del Cabro. Cuando vivió en la calle Wilson en la colindancia del Condado se mantuvo estudiando allí. Luego se mudó a la calle Mallorca y estudió en la Escuela Laureano Vega, cerca del sector Tras Talleres. De ahí se mudó a tres lugares en Guaynabo: a una finca en el barrio Juan Domingo, a otra casa frente a la gallera del político Rafael Martínez Nadal, y a una casa cerca de las ruinas de la Villa de Caparra. Para esa época estudiaba en la Escuela Román Baldorioty de Castro. En la adolescencia regresó con su familia a vivir a San Juan. Todas esas experiencias marcaron la obra del escritor. Aspectos autobiográficos como la conciencia de clases sociales siempre en conflicto, vista desde su niñez, son fuente esencial de su inspiración literaria y su visión de mundo cuando expone la lucha de los obreros por justicia social o simplemente el racismo y la desigualdad en cuentos como “En el fondo del caño hay un negrito”, entre muchas de sus obras.
Publicaciones
En 1943 publicó una colección de cuentos titulada “En la sombra”. “Cinco cuentos de sangre” (1945) salió poco después y fue premiado por el Instituto de Literatura Puertorriqueña. Estos dos primeros libros se centraron en el sufrimiento del trabajador rural puertorriqueño. En 1948, año en que fue presidente de la organización socialista Vanguardia Juvenil Puertorriqueña, publicó “El hombre en la calle”. Partió de Puerto Rico ese mismo año. De 1950 a 1952 vivió en Europa, donde trabajó como corresponsal de noticias en ciudades como Berlín, París, Praga y Varsovia. En el exilio publicó la novela corta “Paisa: un relato de emigración” (1950), que tenía un tema sociopolítico. Posteriormente, en 1954, publicó la colección de cuentos titulada “En este lado”, en la que abordó asuntos relacionados con la vida en Puerto Rico, Estados Unidos y México.
Su colección de cuentos “Mambrú se fue a la guerra” fue publicada en 1972. En ella recrea los horrores y la crueldad de la guerra. Le siguieron “La galería y otros cuentos” (1973), “Cuento de cuentos y once más” (1973); “En Nueva York y otras desgracias” (1973); “Veinte cuentos y Paisa” (1973), con prólogo de Pedro Juan Soto. Entre sus historias más notables se encuentran “La noche que volvimos a ser gente”, que retoma el tema de los puertorriqueños en Nueva York y el cuento “En el fondo del caño hay un negrito”, en el que describe la extrema pobreza de los barrios marginales. en la periferia de la ciudad de San Juan.
En 1975 publicó “Historia de vecinos” en la revista Sin nombre, un relato sobre un puertorriqueño exiliado en una ciudad importante de Europa. Junto a Mónica Mansour, publicó “La poesía negra de América” en 1976. Ese mismo año, el Instituto de Cultura Puertorriqueña publicó “Literatura y sociedad puertorriqueña: de los cronistas a la generación del 98”. Su novela “Balada de otro tiempo” (1978), recibió el premio Xavier Villaurrutia en México.
En 1980 publicó el ensayo “El país de los cuatro pisos”, un análisis social, político, económico y cultural. El autor usó la metáfora de cuatro pisos de una estructura como parámetro para analizar las distintas etapas de la historia de Puerto Rico. De acuerdo con González el primer piso fueron las raíces africano-antillanas; el segundo, la inmigración europea del siglo XIX y el desarrollo de una élite opresiva; el tercero se formó a partir de la invasión de Estados Unidos y el cambio radical de una economía agrícola a una basada en ingenios azucareros propiedad de capital ausente; y el cuarto, la era de cambios políticos y culturales que llevaron a la creación del Estado Libre Asociado y sus consecuencias para la cultura puertorriqueña.
Otras publicaciones de esos años son la novela corta “La llegada” (1980); “Las caricias del tigre” (1984); “El oído de Dios” (1985); “Nueva visita al cuarto piso” (1986); la autobiografía “La luna no era de queso: memorias de infancia” (1988); “Antología personal” (1990) y “Todos los cuentos” (1992), una recopilación de sus cuentos.
El escritor y la Confederación Antillana
El primer puertorriqueño que desde la década de 1860 se expresó a favor de que en el Caribe se organizara una confederación entre las Antillas, después de logradas sus independencias correspondientes, fue el doctor en Medicina y luchador por la independencia de Puerto Rico, el caborrojeño Ramón Emeterio Betances (1827-1898). Le seguiría en esa idea el educador mayagüezano Eugenio María de Hostos (1839-1903). Ambos tuvieron lazos indisolubles con la República Dominicana, al igual que José Luis González.
En expresiones divulgadas en “El país de cuatro pisos”, González decía: “concibo las respectivas independencias nacionales de todos esos pueblos solo como un prerrequisito indispensable, para el logro de una gran confederación que nos integre definitivamente en una justa y efectiva organización económica, política y cultural. Solo así podremos llegar a ocupar el lugar que por derecho nos corresponde dentro de la gran comunidad latinoamericana y mundial”. Como se confirma en esta cita nuestro escritor se convirtió en el portavoz de la Confederación Antillana en el siglo XX. El objetivo de esa entidad era similar a lo que en Europa se concibe como la actual Comunidad Europea.
José Luis González Coiscou murió en la capital mexicana el 8 de diciembre de 1996. Por disposición expresa del escritor sus restos fueron trasladados al pueblo de San Lorenzo en Puerto Rico y enterrados junto a sus padres.
Referencias
García Passalacqua, Juan Manuel. “Desde nuestras tumbas: ‘esquela y cuento para un maestro”. Revista Cruce, Universidad Ana G. Méndez. revistacruce.com. Consultada 8/ 3/2021.
Del Rosario, Rubén. “Breve Enciclopedia de la Cultura Puertorriqueña”. Hato Rey: Ediciones Cordillera, 1976.
González, José Luis. “La luna no era de queso: Memorias de infancia”. Río Piedras: Editorial Cultural, 1988.
Rivera de Álvarez, Josefina. “Literatura puertorriqueña, su proceso en el tiempo”. Madrid: Ediciones Panteón, 1983.
Vélez, Rigoberto. “Puertorriqueños Ilustres de todos los tiempos”. Ponce: Editorial Centro Pedagógico, 1986.

8 de marzo de 1926
República Dominicana
1996
México
Autora: Dra. Lizette Cabrera Salcedo
Publicado: 8 de marzo de 2021