Abogado, político, escritor, poeta y periodista. Se destacó por sus aportaciones en el desarrollo cultural de Puerto Rico y en la recopilación del costumbrismo puertorriqueño a través de sus escritos.
Nació en el municipio de Dorado, el 17 de julio de 1886. Estudió en la escuela elemental en su pueblo natal y la secundaria en Barceloneta y Manatí. En su adolescencia tomó clases de pintura con el pintor puertorriqueño Francisco Oller. Expuso algunos de sus cuadros en el Ateneo Puertorriqueño y logró ganar premios y menciones honoríficas. En 1901 obtiene el diploma de maestro normal, profesión que desempeña por varios años. Luego se traslada a la Universidad de Valparaíso, Indiana, institución de la cual obtuvo el diploma de Derecho en 1908. A su regreso a Puerto Rico, ocupó el cargo de juez en los municipios de Santa Isabel, Salinas y Manatí.
Interesado en el campo literario participó de las tertulias que se llevaban a cabo en el Casino Español en Manatí, junto a reconocidos poetas como José de Jesús Esteves, Luis Antonio Miranda, Clemente Ramírez de Arellano y Enrique Zorrilla, entre otros. Desde entonces comenzó a publicar en diversas antologías poéticas, así como en revistas locales. Algunos de sus poemas fueron premiados en diversos certámenes.
Dentro del ámbito político, Alegría militó en el Partido Unión, del que también formaban parte José de Diego, Rosendo Matienzo Cintrón y Luis Muñoz Rivera. Esta organización estaba formada por un grupo heterogéneo que incluía antiguos autonomistas, republicanos, sindicalistas y otros grupos que rechazaban el régimen colonial existente; proponía, a su vez, que deberían ser los puertorriqueños los que decidieran su futuro político con respecto a Estados Unidos, bien fuera la anexión, la autonomía o la independencia. Ante la muerte de dos de los líderes unionistas, Luis Muñoz Rivera y José de Diego, los unionistas que abogaban por la independencia se separaron del partido. Aunque algunos historiadores discrepan en cuanto a la fecha exacta, se estima que -alrededor de 1918- Alegría y otros independentistas fundaron la Asociación Independentista. Los nacionalistas, bajo el liderazgo de José Coll y Cuchí, fundaron a su vez la Asociación Nacionalista de Puerto Rico.
En 1922, se fundó el Partido Nacionalista de Puerto Rico, cuando se unifican la Asociación Independentista, la Asociación Nacionalista y la Juventud Nacionalista (fundada en 1919 por José Paniagua). Alegría, que fungió como el primer vicepresidente, era de la facción nacionalista que prefería que se mantuviese la opción de mantener algún tipo de unión con Estados Unidos. Luego de que en 1930 Pedro Albizu Campos asumiera la presidencia de los nacionalistas y estos asumieran una línea más radical, Alegría abandona el partido.
En 1930, bajo el liderato de Antonio R. Barceló, se fundó el Partido Liberal Puertorriqueño, colectividad que aspiraba a alcanzar la independencia de la Isla de manos de los estadounidenses. Alegría se unió a las filas de esta colectividad, bajo la cual formó parte de la Cámara de Representantes de 1936 a 1944, desempeñándose, también, como presidente de la Junta Insular de Libertad Bajo Palabra.
En su quehacer de escritor, sus trabajos se caracterizaron por la descripción de cuadros costumbristas y la defensa de las tradiciones puertorriqueñas. En 1918 publicó, junto con el poeta Evaristo Ribera Chevremont, la Antología de poetas jóvenes de Puerto Rico, prologada por José de Diego. Ese mismo año también presentó Pancho Ibero encadenado, ensayos de corte político en los cuales afirma su sentimiento patriótico. Además, cultivó el ensayo periodístico. Colaboró con el periódico El Mundo y fundó y dirigió la revista literaria Vida Moderna, una publicación mensual de vida efímera (1923-1925).
En 1938, aceptó la dirección de la revista Puerto Rico Ilustrado, cargo que mantuvo por doce años. En esta publicación también se desempeñó como cronista literario, y en sus páginas publicó las series de artículos titulados Crónicas frívolas y Cartas a Florinda, que recopiló en libros homónimos editados, respectivamente, en 1938 y 1958. Entre las crónicas se destacan “El puerto”, donde alude a la nostalgia de los marinos por amores lejanos; “Un rey para la opereta”, donde el autor comenta sobre el drama de amor entre el príncipe Eduardo VIII y la divorciada estadounidense Wallis Simpson; y “El abanico se jubila”, “El cabello corto” y “Parque Borinquen”, crónicas de contraste entre el pasado y presente. También se recogen cuadros de costumbres, como la fiesta de Nochebuena, Año Nuevo y la Fiesta de Reyes.
Retablos de Aldea (1949) es una colección de artículos en la que Alegría retoma la estampa costumbrista, expresión ampliamente desarrollada en las postrimerías del siglo XIX y principios del XX. En esta colección, retrata su pueblito con los personajes típicos que lo componen: el padre Luis; don Carlos, el médico; don Bartolo, el comerciante; Pancho, el cochero; Diego, el cartero; Eufemio, el escribiente, quien evoca su inclinación por el ideal de la independencia; Cecilia, la costurera; Rodrigo, el profesor; Pepe, el gallero; Rosa, la lavandera; Vití, la loca, entre otros, mediante los cuales recrea la vida cotidiana pueblerina. Además, plasma con minucioso detalle el viaje de San Juan a Ponce y los pueblos del camino: Caguas, Cayey, Aibonito, Juana Díaz…
Con El alma de la aldea (1956) continuó con el tema de las estampas costumbristas. En esta colección, retoma algunos de los personajes ya presentados en sus Retablos. Algunos de los cuadros de mayor relevancia son: “Muerte y entierro de Angelito”, donde recrea un velorio; “El circo llega al pueblo”, tema común entre los modernistas de las primeras décadas del siglo XX; “La botica de don Fernando”, cuadro de costumbres que retrata el oficio y los procedimientos dentro de estas boticas/farmacias; o “La molienda”, que describe la vida en las centrales azucareras.
En 1958 aparece su único poemario, Rosas y Flechas, publicado por sus hijos José Esteban, María Antonia, Félix Luis y Ricardo Enrique, quienes recogieron 36 de los poemas publicados por su padre y los obsequiaron a su madre, Celeste Gallardo Veronne. Procedentes de la renovación modernista, con predominancia de temas amorosos, el paisaje isleño y la patria, son sus poemas: “Romerías de recuerdo”, “Te acuerdas”, “Nuestras nupcias”, “Culto pagano” y “Prisión de ensueño”.
En la década de 1930 llegó a formar parte de la Junta del Ateneo Puertorriqueño. En 1934 se incorporó como miembro de la Academia Puertorriqueña de la Historia y, en 1943, presidió por dos años la Sociedad Puertorriqueña de Periodistas. Posteriormente (1955) fue presidente del Instituto Puertorriqueño de Cultura Hispánica, y pasó a formar parte de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española, donde presentó su ponencia “Cincuenta años de literatura puertorriqueña”. Al año siguiente (1956), representó a la Academia en el II Congreso de Academias de la Lengua celebrado en Madrid, con la ponencia “Conservación de la unidad fundamental del idioma español”. Recibió el premio de la Real Orden Americana de Isabel La Católica en 1959, que otorga el gobierno español a quienes promueven el hispanismo. En 1960, ingresó a la Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico y, en 1963, fue electo presidente de la recién creada Sociedad de Autores Puertorriqueños.
Falleció en San Juan, el 29 de julio de 1965.
Referencias
Belaval, Emilio S. “Presentación del puertorriqueño José S. Alegría”. Revista del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe 3 (1986): 123-132. Impreso.
Cancel, Mario R. “Partido Nacionalista: Programa de 1922”. Puerto Rico entresiglos. 2 marzo 2010. Web. 16 junio 2010.
Géigel Polanco, Vicente. “Una voz insobornable: José S. Alegría”. Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña 8.28 (1965): 36-37. Impreso.
“José S. Alegría: 1886-1965)”. Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña 8.28 (1965): 18. Impreso.
Meléndez, Concha. “José S. Alegría: in memoriam”. Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña 8.28 (1965): 19-23. Impreso.
Rivera de Alvarez, Josefina. Diccionario de literatura puertorriqueña. 2a ed. Vol 2. San Juan, P. R.: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1974. Impreso.

17 de julio de 1886
Dorado
29 de julio de 1965
San Juan
Publicado: 17 de septiembre de 2014.