Implantación de los sistemas de luz y fuerza en Puerto Rico 1893 – 1993
La historia de los servicios de energía eléctrica en Puerto Rico comenzó en marzo de 1893 en el pueblo de Villalba, en la región central de la Isla. Allí, el acaudalado hacendado cafetalero José Ramón Figueroa y Rivera, instaló en su residencia una planta cuyo generador iluminó la primera bombilla eléctrica en Puerto Rico. La gesta fue inmortalizada por Luis Muñoz Rivera en el periódico “La Democracia” en abril de ese año. Asimismo está recogido en sus Obras Completas bajo el título “La luz eléctrica”, en sus ensayos sobre Villalba.
Tres años antes un Decreto real del Gobierno español había invitado a que se sometieran propuestas para fundar un servicio de energía para el País. Hubo solicitudes, pero nada se concretó, hasta que se recibieron noticias de la Corona informando que San Juan sería una de las paradas en el viaje de la infanta María Eulalia de España acompañada de su esposo Antonio María de Orleans camino a la Exposición Mundial de Chicago. Esta noticia motivó que la Sociedad Anónima de Luz Eléctrica (SALE) presidida por Melquiades Cueto acelerara la instalación del primer alumbrado eléctrico de San Juan, que ocurrió en mayo de 1893.
La expansión de los ofrecimientos de la energía eléctrica en Puerto Rico, originalmente ofrecidos por empresas privadas, hasta convertirse en la agencia gubernamental fundada en 1940, Autoridad de Fuentes Fluviales (AFF), que luego cambió su nombre a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE); se desarrolló según lo fueron necesitando las circunstancias sociales y económicas del País. La economía puertorriqueña en las últimas tres décadas del siglo XIX experimentó un crecimiento significativo. El café puertorriqueño conquistó los mercados europeos y gozó de altos precios por una docena de años. Fue en función de esa bonanza económica que se instalaron en pueblos de nuestras montañas como Villalba y Utuado, sistemas eléctricos antes de que dichos adelantos tecnológicos estuvieran disponibles en los centros urbanos de la costa.
Servicios eléctricos en centrales azucareras
Durante la última década de la dominación española, en el breve periodo de cuatro años antes de la invasión estadounidense de 1898, municipios claves como San Juan, Ponce, Mayagüez y Utuado ya habían instalado sistemas eléctricos que proveían servicios de luz y fuerza. La iniciativa privada guió esta intensa actividad comercial. A partir de 1900 la industria del azúcar emprendió un crecimiento acelerado, el cambio de soberanía de España a Estados Unidos implicó la entrada al País de grandes capitales procedentes principalmente de Boston y Nueva York. Esto resultó en el desarrollo de nuevas centrales azucareras. Las centrales azucareras Aguirre y Guánica fueron ejemplo de esa nueva etapa. El número de centrales fue creciendo hasta 1910. En ese escenario agrícola es que se montan varios sistemas eléctricos principales en las centrales azucareras. Estas plantas instaladas por los propietarios producían energía para su propio consumo quemando el bagazo de la caña durante el período de la zafra. Tras la implantación del sistema gubernamental en 1915, estos emplazamientos le suministraban la energía que le sobraba al Gobierno durante la época de sequía.

Central Coloso en Aguada.
La producción de la caña de azúcar en gran escala junto a la ineficiencia de los pequeños sistemas de riego provocó que la Asamblea Legislativa de Puerto Rico aprobara en 1908 una Ley de Riego que viabilizó la construcción de un amplio sistema de riego en la costa sur. Fue a través de este vital sistema de riego que surgieron los aprovechamientos hidroeléctricos gubernamentales, como una utilización incidental de las obras del proyecto. La obra del Distrito de Riego de Costa Sur antecedió por 18 años al famoso proyecto de la Autoridad del Valle del Tennessee (TVA, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos. Actualmente la División de Riego es parte de la AEE, y es pertinente destacar que la planificación y articulación del riego en el País fue el origen del sistema de energía eléctrica gubernamental.
El Servicio de Riego de la Costa Sur y la agencia Utilización de las Fuentes Fluviales (UFF) realizaron un trabajo monumental rescatando tierras para la construcción de represas, túneles y canales con el doble propósito de regar tierras y proveer energía hidroeléctrica a la Isla. Estas obras son una de las mayores infraestructuras construidas en Puerto Rico. A través de sus actividades, la industria de la construcción y el movimiento obrero fueron impactados dramáticamente. La primera dio un gigantesco paso en su desarrollo al importarse por primera vez en el País maquinaria pesada y esto a su vez, propició la creación de instituciones como los campamentos de educación para trabajadores y los sindicatos de equipo pesado.
Un dato de interés es el hecho de que el caudal de aguas contenido en los lagos de la AEE es mayor que el contenido en las represas de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados. El sistema de riego suministra millones de galones de agua diariamente de sus fuentes a la Autoridad de Acueductos. A través de su servicio a miles de acres de terreno, estos sistemas se han convertido en indispensables para la industria agrícola.
Después de la creación del primer sistema hidroeléctrico en 1915, surgió una demanda gigantesca por energía eléctrica que superaba la oferta de este servicio. La situación prevaleciente resultó en que la demanda antecediera a la planificación. El sistema del Gobierno, en sus inicios brindó servicio a las áreas rurales y luego a las zonas urbanas. Esto se explica sobre la base de que la agricultura –desarrollada en el campo ̶ era la base de la economía hasta entrada la década 1940, por eso la energía eléctrica debió dar allí el servicio antes. El cambio de la agricultura a la manufactura –fábricas en zonas urbanas– de finales de aquella década y hasta el presente, obligó al Gobierno a reenfocar la prioridad de la energía eléctrica hacia las zonas urbanas. Esta característica fue completamente distinta a la de otros sistemas públicos en otras naciones que usualmente se extendieron desde las zonas urbanas más pobladas a las áreas rurales.
La energía eléctrica: de empresa privada a servicio gubernamental
Durante los 22 años que transcurrieron entre el primer sistema eléctrico instalado en 1893 y la creación de la Central Hidroeléctrica de Carite en 1915 construida por el Gobierno de Puerto Rico, el sector privado y de capital extranjero fue el principal protagonista de la industria eléctrica en el País, particularmente inversionistas canadienses, quienes fueron propietarios de la Puerto Rico Railway Light and Power Co. La familia Valdés Cobián se destacó como propietaria a nivel nacional a través de sus empresas en San Juan y Mayagüez. Los años siguientes a la inauguración del sistema eléctrico en Carite, fueron de significativa importancia para el desarrollo y crecimiento de la industria eléctrica puertorriqueña.

Central Hidroeléctrica de Carite # 1, de 1915. Foto tomada de Recursos de agua de Puerto Rico. http://www.recursosaguapuertorico.com/Hidroelectricas-Fotos.html
La intensa actividad desarrollada entre 1916 y 1928 por un pujante núcleo compuesto por empresarios individuales, corporaciones municipales y el gobierno central a través del Departamento del Interior, lograron que para 1924 un 83 por ciento de las poblaciones del País tuvieran alumbrado eléctrico. El Gobierno insular con el propósito de integrar los sistemas eléctricos y especialmente el de los aprovechamientos hidráulicos, creó la agencia Utilización de las Fuentes Fluviales (UFF) en 1927. La labor realizada por este organismo repercutió significativamente en el uso de la electricidad y el consumo de ésta continuó su acelerado crecimiento. Este fue un período de intensa productividad que, aunque marcado por la ausencia de planificación, forjó el molde de su sucesora la Autoridad de las Fuentes Fluviales.
Autoridad de las Fuentes Fluviales
Importantes proyectos de centrales hidroeléctrica en Toro Negro y Carite Núm. 3 fueron iniciados y terminados por la UFF. Bajo el auspicio de la Puerto Rico Reconstrucción Administración (PRRA) se comenzó un vasto programa de electrificación rural para el País junto a otros dos grandes proyectos hidroeléctricos, Garzas en Adjuntas y Dos Bocas en Utuado. La pertinente actividad legislativa de esos años señaló el determinado propósito de lograr un sistema interconectado funcionando bajo una sola administración gubernamental.

Central Hidroeléctrica Toro Negro # 1
http://www.recursosaguapuertorico.com/Hidroelectricas-Fotos.html

Central Hidroeléctrica Carite #3. Recursos de agua de Puerto Rico. http://www.recursosaguapuertorico.com/Hidroelectricas-Fotos.html

Hidroeléctrica en el embalse del lago Dos Bocas cerca de Utuado. Tomado de Recurso de agua de Puerto Rico, 2013. http://www.recursosaguapuertorico.com/Hidroelectricas-Fotos.html
Esta efectiva labor de la UFF planteó la necesidad de crear un instrumento administrativo con amplios poderes para contratar, adquirir propiedades de servidumbre, hacer préstamos, emitir bonos y establecer, alterar y cobrar facturas. En 1941 se creó la primera corporación pública de Puerto Rico, la Autoridad de las Fuentes Fluviales.. Esta tenía control y supervisión de sus propiedades que incluían un número significativo de sistemas eléctricos adquiridos de los sectores privados y municipales.
En julio de 1942 la AFF asumió la responsabilidad de operar las propiedades del sistema privado constituido por la Puerto Rico Railway Light Power Co. (PRRLPC), mediante expropiación realizada por el Gobierno federal. De esta manera, el sistema de tranvía eléctrico pasó a manos de la mencionada corporación pública. La institución recibió el sistema en condiciones deplorables, particularmente los tranvías y las vías de rodaje. No obstante, haciendo la mejor utilización de los recursos disponibles e improvisando piezas de repuesto, los “trolleys” continuaron operando. Un promedio de ocho tranvías se mantuvo en operación los cuales transportaron 2,403,516 pasajeros. El auge del trolley o tren eléctrico en el primer tercio del siglo XX fue una prueba de la aceptación que este medio de transporte logró en la población de la ciudad capital. La importante presencia de esta compañía subsidiaria (Trolley) opacó a su empresa matriz, la PRRLP. Esta última pasó a ser, para su clientela “la compañía del Trolley”.

Tranvía en el Viejo San Juan, del fabricante Perley Thomas, operado por la Puerto Rico Railway Light Power Co. Publicado en https://redescubriendoapuertorico.blogspot.com/2016/10/tranvia-perley-thomas-porto-rico-railway-light-and-power.html
Uno de los sistemas implantados para la ruta del tranvía eléctrico que permanece como parte de nuestra memoria colectiva de pueblo son las paradas del trolley. Estas fueron fijadas en 40 puntos en la extensión, comprendida entre el sector la Marina en el Viejo San Juan (Parada 1) hasta los alrededores de la actual avenida Universidad en Rio Piedras (Parada 40). El comienzo de la marcha del trolley desde esta primera parada y alrededor de San Juan no era de mucho agrado para los músicos y técnicos de grabación del País en aquella época. En la década de 1920, la radioemisora WKAQ situada en las calles Tanca esquina Tetuán del Viejo San Juan, era utilizada como estudio de grabación. Por estar la estructura ubicada en lugar que coincidía con la ruta del trolley los técnicos y músicos tenían que esperar hasta la medianoche, periodo en la cual no estaban operando los vehículos. El ruido que causaba el tranvía eléctrico interfería con el proceso de grabación echando a perder el trabajo realizado.
La actual ruta número 1 de las guaguas de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA) sigue prácticamente el mismo trazado de la antigua ruta del trolley.
La costumbre puertorriqueña de identificar direcciones en función de las paradas del trolley que ya no existen, se ha constituido en un problema de raíz cultural entre el servicio de correo federal y sus usuarios en el País. El sistema computarizado del servicio postal no provee acomodo a las identificaciones por paradas. Esta diferencia cultural propicia lentitud en los procesos de entrega por parte de la Oficina de Correos. La situación prevaleciente revela que las huellas del tranvía eléctrico aún persisten en nuestro diario vivir.
La vida institucional de la AFF se extendió aproximadamente por cuatro décadas. Entre los factores y circunstancias que incidieron en su creación, desarrollo y crecimiento se destacan como hechos relevantes la creación de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillado en su propio seno; la adquisición de la mayoría de los sistemas privados dedicados a energía eléctrica y el importante rol del proceso planificador como vital instrumento de administración. El vertiginoso desarrollo socioeconómico que transformó a Puerto Rico hubiese sido imposible sin la participación de la entonces AFF. La demanda impresionante por electricidad durante los primeros años de la década de 1950 requirió la búsqueda de alternativas para la producción de energía eléctrica al ser insuficiente el rendimiento de las fuentes hidroeléctricas. El reto fue utilizar otras fuentes de energía. Desde aquel momento el petróleo se convirtió en el combustible fósil principal. La llamada revolución pacífica procedente de la operación Manos a la Obra que transformó la economía de Puerto Rico entre fines de la década de 1940 y la década de 1970, de una agraria a una industrial hubiese sido inviable sin un servicio de electricidad eficiente.

La Central Termoeléctrica de San Juan fue la primera operada con petróleo. Se inauguró en 1950. https://rec-end.elnuevodia.com/images/tn/381/0/2900/2189/900/789/2020/01/29/bb102e9428584ae58570b0d2b8be2963.jpg
La Autoridad de Energía Eléctrica: de las centrales hidroeléctricas a las termoeléctricas
La instalación de unidades generatrices movidas por petróleo para una urgente expansión del sistema eléctrico del País fue la nota predominante en el marco de un crecimiento económico sin precedentes durante las décadas de 1960 y 1970. Paralelo a ello crecieron los problemas ambientales, aumentaron los precios del petróleo y se suscitaron otras crisis hasta la década de 1980.
Mediante la Ley Núm. 57 del 30 de marzo de 1979 el nombre de la Autoridad de Fuentes Fluviales cambió a Autoridad de Energía Eléctrica. Para todos los fines legales y corporativos se adoptó como traducción al inglés el nombre de Puerto Rico Electric Power Authority (PREPA). Esta ley empezó a regir el 1 de diciembre de 1979. La configuración del actual plan de contingencias de la nueva entidad destaca sus esfuerzos para buscar fuentes alternas de energía disponibles, frente a los múltiples problemas que confronta esta corporación.
Nuestra historia de la infraestructura energética se ha desarrollado a través de un proceso integrado por las actividades de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, el financiamiento de los medios para la construcción y los métodos de operación dentro de un contexto de regulaciones gubernamentales.
Sus implantadores desde una perspectiva histórica fueron José Ramón Figueroa en Villalba, Ramón Valdés Cobián en San Juan; Rafael Arrillaga en Mayagüez; Juan Casellas en Utuado, Emilio Pozuelo en Ponce; Guillermo Esteves a través del Departamento del Interior y Antonio Luchetti como fundador de la Autoridad de las Fuentes Fluviales.
Al presente, tal como sucediera en el pasado histórico puertorriqueño, los servicios de energía eléctrica en el País se enfrentan a dos grandes retos. El primero es la sustitución de los combustibles fósiles (que se se agotan) por fuentes de energía renovable, que reduzcan las emisiones tóxicas, contribuyentes principales a la contaminación y al acelerado cambio climático. Mientras, el otro gran reto es encontrar la mejor manera de proveer los servicios más eficientes al costo menos oneroso tanto para el consumidor individual como para las industrias públicas y privadas que mantienen el desarrollo de la economía. Ambos dilemas forman parte de la problemática internacional más urgente.
Las transformaciones de una comunidad se pueden explicar mejor cuando se comprende cómo se ha desarrollado su infraestructura. El cómo se crearon los servicios eléctricos y fluviales para nuestros ciudadanos, es tan parte de la historia como lo son las biografías de grandes próceres y el fundamento de los monumentos. Además, nos permite en muchas instancias encontrar explicaciones convincentes sobre el origen institucional que en gran medida conforma y permea en la actualidad.
Referencias:
Agosto, Linda. “Historia de las Autoridad de Energía Eléctrica, parte 1”, Asociación de Jubilados de la Autoridad de Energía Eléctruica. http://ajaee.org/2017/08/09/historia-de-la-autoridad-de-energia-electrica-parte-1/. Consultada 15/ 3/2021.
Latimer Torres, Eugenio. “Historia de la Autoridad de Energía Eléctrica: implantación de los sistemas de luz y fuerza en Puerto Rico 1893 – 1993”. San Juan: First Publishing of Puerto Rico,1997.
____________________. Portal Autoridad Energía Eléctrica. “Pinceladas de nuestra historia””. https://aeepr.com/es-pr/QuienesSomos/Paginas/Historia.aspx. Consultado 14/03/2021.
Muñoz Rivera, Luis. “Obras completas”, Prosa, Enero-Diciembre 1893. San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña,1960.
Quiñones, Ferdinand. “Recursos de agua de Puerto Rico”. http://www.recursosaguapuertorico.com/. https://www.cienciapr.org/en/user/fquinon. Consultado 15/3/2021.
Ruiz, Héctor, Alfredo Vargas y Dave Deyo. “Los tranvías Perley Thomas de la Porto Rico Railway, Light and Power Company”. 9 de octubre de 2016. Redescubriendo a Puerto Rico. https://redescubriendoapuertorico.blogspot.com/2016/10/tranvia-perley-thomas-porto-rico-railway-light-and-power.html. Consultado 15/3/2021.
Autor: Eugenio Latimer Torres
Revisado: Lizette Cabrera Salcedo, 14/03/2021