La historia antigua de las Antillas se conoce a través de fuentes documentales etnográficas y evidencia arqueológica. La primera fuente documental la produce el almirante Cristóbal Colón cuando lleva una bitácora de sus viajes en lo que se conoce como el “Diario de Cristóbal Colón”.
En el segundo viaje acompañaron a Colón el doctor Diego Álvarez Chanca, Michel de Cuneo y el fraile Ramón Pané. Todos aportaron al conocimiento de las Antillas, sin embargo Pané escribió la “Relación de las antigüedades de los indios” (1497), primer escrito de carácter antropológico sobre un pueblo indígena en América. El sacerdote realizó esta obra luego de convivir con una comunidad taína en La Española por dos años. Otros cronistas españoles fueron Pedro Mártir de Anglería, Fray Bartolomé de Las Casas y Gonzalo Fernández de Oviedo.
La arqueología podría definirse brevemente como la ciencia que estudia el pasado de la humanidad por medio de sus restos materiales. Cuando se trata de culturas desaparecidas, sin historias escritas, las excavaciones arqueológicas son imprescindibles para la reconstrucción de la vida en todos los órdenes. Igualmente enriquecen el panorama cuando los conocimientos de la historia antigua de los pueblos, solo dependen de la historiografía parcializada escrita por los conquistadores y colonizadores.
Para el arqueólogo, los estratos o capas del terreno son como páginas de un libro de donde se deriva información según el hallazgo de piezas. Por esta razón, el arqueólogo tiene que elaborar un cuaderno de anotaciones, además de dibujos, fotografías y mapas donde registra la relación espacial de los objetos que descubre en su excavación. Estos artefactos y restos, luego de ser registrados y documentados, se colocan en bolsas plásticas rotuladas para su análisis en un laboratorio. Toda excavación arqueológica debe culminar en un informe que intente reescribir los procesos humanos que se desprenden del análisis de artefactos y datos descubiertos.
La arqueología, como toda ciencia, está sujeta a cambios y constantes revisiones de acuerdo con nuevos hallazgos, avances tecnológicos y nuevas teorías que abordan los datos desde novedosas perspectivas. Los taínos, por ser la etnia descrita por los conquistadores españoles, es la más conocida.

Amuletos mítico-religiosos en piedra de la cultura pretaína
En un principio se confiaba mayormente en las crónicas para describir aspectos relacionados con la forma y tamaño de poblados, costumbres, vida cotidiana y religión de los indios antillanos. En tiempos modernos, sin embargo, la arqueología ha sido asistida por disciplinas hermanas, ramas de la antropología tales como la etnología, la lingüística antropológica y la antropología física, que han permitido corroborar o refutar nociones preconcebidas sobre nuestros indígenas. A la arqueología contemporánea también le asisten peritos en arqueobotánica, arqueofauna, paleoambientes, lítica, geología, geomorfología y química, que aportan datos en sus respectivas especialidades. La tecnología utilizada hoy se sirve de aparatos sofisticados de prospección remota, tales como el radar de penetración de suelos, el conductor de resistividad del terreno y la fotografía aérea, que permiten obtener importantes datos antes de comenzar las excavaciones. Por último, también se ha avanzado en los métodos de fechamiento que revelan cronologías específicas, como las pruebas de carbono 14 y el estudio minucioso de los estratos del terreno o estratigrafías. Poco a poco, la historia antigua antillana se va desvelando como las páginas de un libro con idioma desconocido que va siendo descifrado.
Primeros habitantes
Según la evidencia arqueológica recopilada hasta la fecha, los indígenas arribaron a las Antillas por primera vez en el tercer o cuarto milenio antes de Cristo. Las evidencias de carbono 14 más antiguas en Puerto Rico se han recopilado en los yacimientos de Angostura, en Manatí (4000 antes de Cristo); Paso del Indio, Vega Baja (2860 antes de Cristo); Maruca, Ponce (2850 antes de Cristo); y Puerto Ferro, Vieques (2140 antes de Cristo). En Cuba se han documentado fechas muy tempranas en Levisa (3190 antes de Cristo); y, en República Dominicana, en Casimira (3000 antes de Cristo) y Barrera Mordán (2800 antes de Cristo). A estos primeros indios se les llama arcaicos y se postula que vinieron del norte de Venezuela principalmente, viajando en balsas o canoas. El poblamiento más antiguo ubicado cerca de las Antillas se ubica en el yacimiento Banwari Trace, en la isla de Trinidad. Data del 7,500 antes de Cristo.

Vasija taína tallada en madera
Los arcaicos no tenían agricultura ni cerámica y vivían de la recolección, pesca y caza menor, cerca de los manglares y la costa. Probablemente se movían hacia el interior de las islas durante ciertas temporadas del año, dependiendo de los recursos de caza y recolección disponibles. La evidencia arqueobotánica más reciente parece indicar un aprovechamiento selectivo de ciertas plantas de uso alimenticio y medicinal. En etapas más adelantadas en el tiempo, después del 4000 antes de Cristo, existe evidencia de una agricultura incipiente, sin poder catalogarse como su modo de producción predominante. Vivían en cuevas, abrigos rocosos y campamentos semi temporeros de madera y paja. Se agrupaban políticamente en bandas. Se distinguieron por la utilización de la piedra rústica para elaborar utensilios de uso diario y ceremoniales.
Para más información:
Curet, Luis Antonio, “Las crónicas en la arqueología de Puerto Rico y el Caribe”. Río Piedras: Instituto de Estudios del Caribe, Universidad de Puerto Rico, 2006, pp. 163-199. https://www.jstor.org/stable/i25613507https://www.jstor.org/stable/2561 3514?seq=1, consultado 5/10/2020.
Rivera Collazo, Isabel, “Palaeoecology and human occupation during the Mid-Holocene in Puerto Rico: the case of Angostura”, https://www.academia.edu/920718/Palaeoecology_and_human_occupation_during_the_Mid_Holocene_in_Puerto_Rico_the_case_of_Angostura, consultado 5/10/2020.
“Octavo Encuentro de Investigadores de Arqueología y Etnohistoria”. San Juan: Instituto de Cultura Puertiorriqueña, 2010. https://www.icp.pr.gov/wp-content/uploads/2018/06/8vo-Encuentro.pdf, consultado 5/10/2020.
Autor: Dr. Osvaldo García Goyco
Publicado: 4 de septiembre de 2014.
Revisión: Dra. Lizette Cabrera Salcedo, 31 de octubre de 2020