Frank Bonilla fue el fundador del Centro de Estudios Puertorriqueños de Nueva York.
Investigador, sociólogo, profesor y administrador universitario
Fue uno de los más prominentes e innovadores intelectuales públicos, activistas, y visionarios progresistas de la comunidad puertorriqueña de Nueva York. Frank Bonilla nació en la ciudad de Nueva York el 3 de febrero de 1925.
Sus padres fueron Francisco y María Bonilla. Se conocieron en el barco de vapor que los transportó de Puerto Rico a la gran urbe durante los años de la Primera Guerra Mundial. En esa época la mayor parte de la población puertorriqueña vivía en esta ciudad y estaba en proceso de crecimiento. En 1910 la población puertorriqueña en Estados Unidos era alrededor de 2,000 personas, mientras que para 1920, aumentó a cerca de 12,000.
Como muchos de sus compatriotas, los progenitores de Bonilla se embarcaron a Nueva York poco después de que el Congreso de Estados Unidos otorgase la ciudadanía americana estatutaria a los habitantes de la isla, proclamada en el Acta Jones-Shafroth de 1917. Su papá era tabaquero y su mamá, al graduarse de escuela superior, decidió trasladarse a Nueva York con la esperanza de poder lograr una educación universitaria. Poco después de su matrimonio, se establecieron en el sector de East Harlem, lugar donde Bonilla nació y fue criado. Desde temprana edad aprendió español e inglés, y creció rodeado del ambiente multilingüe de Harlem y de la urbe neoyorquina. Siempre fue un estudiante muy motivado y aplicado. También demostró sus cualidades de liderazgo cuando durante sus primeros años de escuela superior, fue elegido presidente de su clase en Franciscan High School en Illinois, donde vivió un par de años, antes de regresar a Nueva York y graduarse de Morris High School en el Sur del Bronx en 1943.
En esos años, los habitantes de la “colonia” puertorriqueña de Nueva York eran mayormente tabaqueros/as y otros miembros de la clase artesanal y obrera, aunque también había un grupo más reducido de profesionales y dueños de pequeños negocios. Al mismo tiempo, los puertorriqueños eran parte de una comunidad más amplia de cubanos, españoles y de otras nacionalidades hispanoamericanas que habían llegado a Estados Unidos durante la segunda mitad del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX.
Poco después de graduarse de escuela superior, Bonilla fue reclutado por el Ejército de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y fue parte de las tropas asignadas al frente europeo. Fue entrenado en el oficio de artillero de mortero y, en 1944, participó en el combate de los tanques contra los alemanes, conocido como la Batalla de Ardenas (Battle of the Bulge) en Bélgica. Sufrió una lesión por la cual tuvo que ser hospitalizado en Francia. Al recuperarse, fue asignado a un almacén de reemplazo de armamentos para los combatientes, y luego al puesto administrativo de oficinista en una unidad de soldados segregada, perteneciente a la División del 65 de Infantería. Esos soldados eran mayormente puertorriqueños de la Isla y Estados Unidos. De acuerdo a Bonilla, esa experiencia le hizo entender la gran “división” entre los puertorriqueños isleños y los nacidos o criados en Estados Unidos, ya que los primeros veían como americanos a los puertorriqueños como él. De muchas maneras, esa realidad le ayudó “a consolidar mi sentido de ser puertorriqueño y mi deseo de estudiar y convertirme en un erudito académico” (Hevesi, 2011). Bonilla recibió varias medallas por su servicio militar; entre ellas, la Medalla de Bronce.
Al regresar a Nueva York al concluir la guerra, el GI Bill le facilitó sus estudios universitarios y pudo obtener un bachillerato en administración de empresas de City College, CUNY en 1949 y, cinco años después, una maestría en sociología de la New York University. En 1954, recibió el John Whitney Fellowship, beca que le permitió cursar estudios doctorales en la Universidad de Harvard, donde completó su doctorado en sociología en 1959. Al completar su doctorado trabajó para el American Universities Field Service en América Latina y se convirtió en un especialista en los estudios de esa región. Sus experiencias e investigaciones en Brasil, Chile, México, Venezuela, y otros países de la región fueron el enfoque principal de sus primeros trabajos de investigación.
Regresó a Nueva York por un tiempo y, junto a un grupo de jóvenes activistas puertorriqueños de su generación, participó en la fundación del Puerto Rican Leadership Forum (luego, Puerto Rican Forum) y de Aspira en 1961, la prominente organización educativa que ha perdurado por más de seis décadas. En 1963, Bonilla fue nombrado catedrático asociado de ciencias políticas en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y, tres años más tarde, fue catedrático en Stanford University en California. Regresó a Nueva York en 1973, como catedrático y director fundador del Centro de Estudios Puertorriqueños (Centro) del sistema universitario de la ciudad de Nueva York (CUNY), un puesto administrativo que ocupó hasta 1993. Dicho Centro es la primera y primordial institución dedicada a las investigaciones y al rescate y preservación de una vasta colección de archivos y biblioteca sobre la diáspora puertorriqueña en Nueva York y otras ciudades de la nación estadounidense.
Otro ejemplo de sus iniciativas intelectuales colectivas fue la fundación del Inter-University Program for Latino Research, un consorcio de varios centros universitarios de investigación dedicados a una variedad de temas relacionados con la creciente población hispana/latina en Estados Unidos y las diversas nacionalidades agrupadas bajo esta categoría panétnica creada por la Oficina del Censo de este país.
Durante su distinguida carrera, Bonilla forjó un legado intelectual impresionante que incluye libros de su autoría o en colaboración con otros autores y editores. Entre ellos se encuentran: “The Politics of Change in Venezuela” (1967), “Student Politics in Chile” (1970), “The Failure of Elites” (1970), “Labor Migration Under Capitalism: The Puerto Rican Experience” (History Task Force: Frank Bonilla, Ricardo Campos y Carlos Sanabria, 1979), “Industry and Idleness” (con Ricardo Campos, 1986), “Latinos in a Changing U.S. Economy” (con Rebecca Morales, 1996), “Borderless Borders: U.S. Latinos, Latin Americans, and the Paradox of Interdependence” (con Edwin Meléndez, Rebecca Morales y María de los Angeles Torres, 1998), y numerosos artículos enfocados en la diáspora puertorriqueña. Su influyente ensayo clásico, “Beyond Survival: Por qué seguiremos siendo puertorriqueños” (1974) introduce a sus lectores a nuevas perspectivas e interpretaciones sobre lo que significa ser puertorriqueño en la sociedad estadounidense. Este ensayo provee nuevos marcos conceptuales y analíticos para entender la puertorriqueñidad de la diáspora y contribuyó a las labores educativas y de investigación en el, para entonces, naciente campo de los estudios puertorriqueños; proceso que se había iniciado poco más de tres años antes de la fundación de Centro (Pérez y González y Sánchez Korrol, 2021).
En síntesis, entre los múltiples logros de Frank Bonilla y sus sucesores en el Centro de Estudios Puertorriqueños se cuenta con colecciones documentales que atestiguan los legados históricos y culturales de los puertorriqueños, sus labores socioecómicas y políticas, las diversas instituciones y las organizaciones que fundaron, algunas de ellas todavía vigentes.
El Centro Library and Archives ha rescatado para el presente y el futuro las numerosas labores de los puertorriqueños y las puertorriqueñas, sus luchas por la justicia social, la igualdad de derechos, y el empoderamiento de sus comunidades. Los orígenes de la presencia puertorriqueña en Nueva York se remontan a la segunda mitad del siglo XIX; ha sido una presencia que continúa hasta nuestros días. Es un legado de más de un siglo y dos tercios de duración, que empezó mucho antes que Estados Unidos invadiera la Isla en 1898 y la convirtiera en uno de sus territorios coloniales.
En 1986, Bonilla recibió la cátedra Thomas Hunter otorgada por Hunter College. Al jubilarse de su cátedra en 1995, se mudó a California, donde continuó sus labores intelectuales por varios años, antes de enfrentar una enfermedad prolongada. Falleció en Escondido, California, el 23 de diciembre de 2010. En unos comentarios sobre el fallecimiento de Bonilla, Juan Flores, prominente catedrático de los estudios culturales sobre la diáspora puertorriqueña, quien sucedió a Bonilla como director del Centro, subrayó que su legado fue “aprender a luchar, luchar es aprender”, consigna usada como título de una publicación del Programa de Educación Popular del Barrio creado por el Centro. Este lema, capta la misión intelectual y educativa de la institución que Bonilla fundó y dirigió por dos décadas y, desde donde además inspiró y apoyó a muchas otras personas que han sido parte del proyecto visionario de rescatar, documentar, y visualizar nuevas perspectivas e interpretaciones sobre las vidas, labores, y legados de los puertorriqueños en Nueva York y otras partes de Estados Unidos.
El doctor Frank Bonilla es igualmente recordado por sus admirables cualidades de mentor y porque fue, además, un ejemplo digno a ser emulado por sus estudiantes, colegas, y luchadoras/res de los ámbitos académicos, educativos, y comunitarios.
Referencias
Bonilla, Frank. 1974. “Beyond Survival: Por qué seguiremos siendo puertorriqueños.” In Puerto Rico and Puerto Ricans: Studies in History and Society, edited by Adalberto López and James Petras, 438-469. New York: John Wiley and Sons.
Centro de Estudios Puertorriqueños, s.f. “Biographical Note/Nota Biográfica”.
http://centropr.hunter.cuny.edu/frank-bonilla-page
Díaz Quiñones, Arcadio. “Frank Bonilla (1925-2010)”. 80 grados, 21 enero 2011, www.80grados.net/frank-bonilla-1925-2010/. Consultado 19 de marzo de 2022.
Flores, Juan. 2011. “Aprender a luchar, luchar es aprender: The Legacy of Frank Bonilla.” NiLP Guest Commentary, January 25.
Hevesi, Dennis. 2018. “Frank Bonilla: Scholar of Puerto Rican Studies, Dies at 85.”
https://www.nytimes.com/2011/01/07/nyregion/07bonilla.html
Pérez y González María E. and Virginia Sánchez Korrol, eds. 2021. Puerto Rican Studies at the City University of New York: The First Fifty Years. New York: Centro Press.
Autora: Dra. Edna Acosta-Belén, 18 de marzo de 2022
Edición: Dra. Lizette Cabrera Salcedo, 19 de marzo de 2022
Revisión: Mariela Fullana Acosta, 4 de diciembre de 2022