Eugenio María de Hostos por Francisco Oller.
Colección Museo de Historia, Antropología y Arte, UPR
Educador, sociólogo y escritor
Hostos ha sido reconocido como uno de los 50 pensadores más importantes en la historia de la educación a nivel mundial. Fue el escritor más inclusivo en Hispanoamérica en el siglo XIX y un modernizador político, social y económico.
Nació en el barrio Río Cañas, de Mayagüez, Puerto Rico, el 11 de enero de 1839. Sus padres fueron Eugenio de Hostos y Rodríguez e Hilaria de Bonilla y Cintrón. Provenía de familia antillana: su abuelo por parte de padre, fue Juan José de Ostos y del Castillo, era de Cuba y su abuela, María Altagracia Rodríguez y Velasco, de Santo Domingo; los de parte de madre eran ambos de Mayagüez. Ostos y del Castillo, que había modificado su apellido a Hostos, emigró a Puerto Rico a principios del siglo XIX y se ocupó como escribano en la ciudad de Mayagüez, profesión que también desempeñó su hijo. Hostos y Rodríguez advino a ingresos considerables tras el “Fuego Grande” acaecido en Mayagüez en 1841, cuando atendió las solicitudes de reconstrucción que los ciudadanos debían someter al ayuntamiento. Ese caudal le permitió enviar a estudiar a España a Eugenio y a su hermano menor, Carlos.
Eugenio María de Hostos realizó sus primeros estudios en su ciudad natal. A los 12 años viajó a España para estudiar en el Instituto de Segunda Enseñanza de Bilbao. En 1858 ingresó a la Facultad de Derecho y, simultáneamente, a la de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid (hoy la Complutense); no obstante, sus estudios formales quedaron inconclusos.
Entre sus influencias filosóficas principales se destacan el krausismo, el positivismo y el naturalismo. Aunque no existe evidencia explícita de su afiliación a la masonería, muchos de sus colaboradores fueron masones.
En 1863 Hostos publicó la novela La peregrinación de Bayoán, que fue censurada por el Gobierno español. Durante los años siguientes de su estadía en España se desempeñó como periodista y dedicó buena parte de sus artículos a discutir los asuntos de las Antillas hispanas. Apoyó la Revolución Septembrina, o Gloriosa, de 1868, pero se decepcionó con sus líderes cuando estos no reconocieron los derechos de Cuba y Puerto Rico. Posteriormente dedicó grandes esfuerzos dirigidos a lograr la independencia de ambas islas. Fue un enérgico defensor de la Confederación Antillana y apoyó las ideas americanistas de Simón Bolívar.
El revolucionario antillano se trasladó a Nueva York en 1869 para conspirar contra el régimen colonial de España en Puerto Rico y con el fin de apoyar la Guerra de Independencia de Cuba. La inclinación anexionista de los líderes del exilio cubano en esa ciudad y las frecuentes discordias le desencantaron. Decidió entonces emprender un viaje por América del Sur para promover la lucha de Cuba por su independencia. Visitó Colombia, Panamá, Perú, Chile, Argentina y Brasil. En esos países conoció importantes intelectuales y escribió numerosos artículos periodísticos sobre la situación, condiciones y problemas de los países que visitó.
A su regreso a Nueva York, en 1874, y desde Puerto Plata (en el norte de lo que es hoy la República Dominicana), durante el 1875-1876, Hostos intentó organizar expediciones militares a Puerto Rico, que se vieron frustradas. En Puerto Plata conoció al general Gregorio Luperón y a Federico Henríquez Ureña y colaboró estrechamente con Ramón Emeterio Betances. Fundó La Educadora, sociedad educativa para el estudio de las constituciones. Salió de Santo Domingo por presiones del Gobierno español y regresó a Nueva York, donde publicó el Programa de los independientes (1876).
En 1877, en Venezuela, se casó con Belinda Otilia de Ayala, natural de La Habana e hija de cubanos emigrados, con quien tuvo cuatro hijos y dos hijas. Se inició allí como educador y ocupó varias posiciones incluyendo las de maestro y director en el Colegio de La Paz en Caracas, el Colegio Nacional en Isla de Margarita, el Colegio Nacional en Puerto Cabello, y también en el Instituto de Enseñanza Comercial en esa ciudad.
Invitado por Luperón, Hostos fijó su residencia en Santo Domingo en 1879 y realizó allí una ingente labor educativa. Fundó las escuelas normales de Santo Domingo y de Santiago de los Caballeros, y junto a Salomé Ureña, el Instituto de Señoritas. Dictó cursos en el Instituto Profesional, organizó un kindergarten y fundó la Escuela Nocturna para la Clase Obrera. Publicó sus libros Lecciones de derecho constitucional (1887) y Moral social (1888).
Por sus diferencias con el presidente Ulises Heureaux, Hostos abandonó la República Dominicana y aceptó la invitación del presidente José Manuel Balmaceda para integrarse a la reforma educativa en Chile. En 1889 asumió el cargo de rector del Liceo de Chillán y al año siguiente, del Liceo Amunátegui, en Santiago. Publicó Reforma de la enseñanza del derecho (en colaboración con Valentín Letelier y Julio Bañados) (1889), Programa de geografía e historia (1893), en el que se integran ambas disciplinas, y Jeografía evolutiva (1895), utilizando el método evolutivo o concéntrico. Su gestión a favor de la independencia de Cuba causó fricción con el gobierno chileno, que propició hacerle renunciar al cargo que ocupaba en el Liceo Amunátegui. En abril de 1898, Hostos dimitió y regresó a los Estados Unidos.
En Nueva York, en 1898, el educador mayagüezano fundó la Liga de Patriotas Puertorriqueños, organización no-partidista que duró hasta el 1900 y cuyo propósito era luchar por los derechos de los puertorriqueños. Regresó a Puerto Rico a organizar la Liga y fundó el Instituto Municipal de Juana Díaz y poco después, el de Mayagüez. Sus esfuerzos iban dirigidos a ampliar la educación y el desarrollo social de los puertorriqueños por vía de la autogestión.
Hostos también formó parte de la Comisión Puertorriqueña a Washington, que se constituyó en el 1898. En enero del año siguiente, la Comisión se entrevistó con el presidente William McKinley y le presentó una serie de peticiones para atender las necesidades de la Isla, sin lograr un compromiso de su parte. Hostos se expresó al respecto en estos términos: “en realidad, nada habíamos sacado de la entrevista” (Hostos, Diario 2).
El educador censuró la anexión de Puerto Rico por los Estados Unidos denunciándola como una usurpación y declaró que EE.UU. debía reconocer el derecho de los puertorriqueños a decidir libremente su destino en un plebiscito o en una asamblea. Expandió el concepto del derecho de gentes hacia el sentido contemporáneo que hoy reconoce la Organización de Naciones Unidas como el derecho de la autodeterminación de todos los pueblos.
Tras el asesinato de Heureaux, Hostos regresó a Santo Domingo en enero de 1900. El presidente Juan Isidro Jimenes lo nombró Director General de Enseñanza, puesto que ocupó de manera simultánea con el de Director de la Escuela Normal de Santo Domingo. Como parte de su gestión reformadora, el notable educador propuso una Ley General de Enseñanza Pública de gran alcance que los sectores conservadores lograron detener en el Congreso. Además, fundó escuelas agrícolas y comerciales y emprendió diversas otras iniciativas significativas en la educación dominicana.
Eugenio María de Hostos consideró la educación como un derecho y como instrumento de superación de individuos y pueblos. Propuso una pedagogía integral basada en la ciencia y un programa de aprendizaje racional centrado en el educando. Abogó por la descentralización administrativa y una democracia que fomentara la participación ciudadana. Además, fue pionero en la formulación de la doctrina de los derechos humanos. Luchó por la abolición de la esclavitud y la igualdad racial, denunció el exterminio y la exclusión de los pueblos originarios, defendió los derechos de los obreros y promovió la educación científica de la mujer.
Hostos desarrolló una ética del comportamiento basada en la justicia, la responsabilidad y los derechos connaturales de todo ser humano e incluso aludió a los de los animales. Con respecto a la naturaleza, sustentó el derecho a conocer sus leyes y señaló la importancia de su conservación como uno de nuestros principales deberes. En el “Tratado de Moral” escribió: “No basta conservar lo que conocemos de las fuerzas naturales que están en constante actividad: se necesita contribuir expresamente a la armonía de esas fuerzas, no oponiéndoles voluntariamente ningún obstáculo: bien se sabe que cuando nos oponemos a una ley natural el daño es para nosotros…”
Hostos fue el autor de “Hamlet. Ensayo crítico” y de “Plácido”, trabajos que le acreditan como uno de los humanistas más originales de su época. También fue traductor del francés y del inglés al español. Entre los trabajos que tradujo, se encuentran: La justicia, de Proudhon; La educación de las jóvenes, de François Fénelon; “Acerca de Hamlet”, fragmentos del libro William Shakespeare, de Víctor Hugo; y diversas cartillas científicas para la editorial Appleton.
Falleció el 11 de agosto de 1903 en su residencia de Las Marías, en las afueras de la ciudad de Santo Domingo, y sus restos reposan en el Panteón de la Patria. Por su diversa, amplia y difundida obra a nivel continental, la Octava Conferencia Internacional Americana de 1938 reunida en Lima, Perú, lo reconoció como “Ciudadano Eminente de América” y circuló una resolución para que las repúblicas americanas conmemoraran el centenario de su natalicio.
Referencias:
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Collado, Miguel. “Una reflexión histórica: Hostos y su vínculo con RD (1)”. (https://elpaisdominicano.do/2018/01/09/una-reflexion-historica-hostos-y-su-vinculo-con-rd1/). Consultado 24 de diciembre de 2021.
De Hostos Centenary Commission. The Lima Resolution, The Essay on Hamlet, and Other Papers, Bulletin No. 12. Cambridge, Harvard University Press, 1940.
Delgado Cintrón, Carmelo. Biografía jurídica de Eugenio María de Hostos, 1857-2003. Río Piedras: Escuela de Derecho DERECOOP, Universidad de Puerto Rico, 2012.
Encuentro Internacional sobre el Pensamiento de Eugenio María de Hostos y Julio César López. Hostos: sentido y proyección de su obra en América: ponencias presentadas en el Primer Encuentro Internacional sobre el Pensamiento de Eugenio María de Hostos, celebrado en Puerto Rico del 2 al 7 de abril de 1989. San Juan: Instituto de Estudios Hostosianos, Universidad de Puerto Rico, 1995.
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Palmer, Joy A., ed. Fifty Major Thinkers on Education: From Confucius to Dewey. New York: Routledge, 2001.
Paulino Ramos, Alejandro. “Las reformas educativas de Eugenio M. de Hostos en 1901: Un debate en torno a la Escuela Normal”. (https://acento.com.do/cultura/las-reformas-educativas-eugenio-m-hostos-1901-debate-torno-la-escuela-normal-8595658.html). Consultado 24 de diciembre de 2021.
Rodríguez Demorizi, Emilio. Hostos en Santo Domingo vol. 1. Santo Domingo: Sociedad Dominicana de Bibliófilos, 2004.
Rojas Osorio, Carlos. Hostos, apreciación filosófica. Humacao: Colegio Universitario de Humacao UPR, Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1988.
Torres Rivera, Alejandro. El pensamiento hostosiano: su vigencia en el siglo XXI. San Juan: Ediciones SITUM, 2020.

11 de enero de 1839
Mayagüez, Puerto Rico
11 de agosto de 1903
Santo Domingo, República Dominicana
Autores: Dr. Orlando José Hernández y Dra. Elma Beatriz Rosado
Comisión Nacional Hostos 180
2 de enero de 2022
Revisión: Dra. Lizette Cabrera Salcedo
3 de enero de 2022
Publicado: 4 de enero de 2022
Educator, sociologist and writer
Hostos has been recognized as one of the 50 most important thinkers in the history of education worldwide. He was the most inclusive writer in 19th-century Latin America and a political, social and economic modernizer.
He was born in Barrio Río Cañas, Mayagüez, Puerto Rico, on January 11, 1839. His parents were Eugenio de Hostos y Rodríguez and Hilaria de Bonilla y Cintrón. Hostos came from an Antillean family: his grandfather on his father’s side, Juan José de Ostos y del Castillo, was from Cuba, and his grandmother, María Altagracia Rodríguez y Velasco, from Santo Domingo; his grandparents on his mother’s side were both from Mayagüez. Ostos y del Castillo, who had changed his surname to Hostos, emigrated to Puerto Rico in the early 19th century and earned his living as a scribe in the city of Mayagüez, a profession that his son also practiced. After el Fuego Grande (The Big Fire) of Mayaguez in 1841, Hostos y Rodríguez earned considerable wealth tending to citizens´ applications for rebuilding. That wealth allowed him to send Eugenio and his younger brother, Carlos, to study in Spain.
Eugenio María de Hostos received his primary education in Mayagüez. At the age of 12, he went to Spain, to study at Bilbao´s Instituto de Segunda Enseñanza. In 1858 he began to study law and simultaneously studied at the Faculty of Philosophy and Letters, both at the Universidad Central de Madrid (currently Universidad Complutense); however, he did not complete his studies.
Krausism, positivism, and naturalism figure prominently among his main philosophical influences. Although there is no explicit evidence of his being a Freemason, many of his collaborators were.
In 1863 Hostos published his novel La peregrinación de Bayoán [Bayoán’s journey], which was censored by the Spanish government. During the following years of his stay in Spain he worked as a journalist and dedicated a good number of his writings to issues related to the Hispanic Antilles. He supported the Septembrina, or Glorious Revolution, of 1868, but became disappointed with its leaders when they failed to recognize Puerto Rico´s and Cuba’s political rights. Subsequently, he devoted great efforts trying to achieve the independence of both islands. He was a strong advocate of an Antillean Confederation and supported Simón Bolívar´s Americanist ideas.
Hostos moved to New York City in 1869 to conspire against the Spanish colonial regime in Puerto Rico and to support Cuba’s War of Independence. He encountered a strong annexationist tendency and frequent disagreements among the leaders of the Cuban exile community there. Disillusioned, he decided to embark on a trip to South America to promote Cuba’s struggle for independence. He visited Colombia, Panamá, Perú, Chile, Argentina, and Brazil, where he met important intellectuals and wrote numerous newspaper articles on the situation, conditions and problems of the countries he visited.
Upon his return to New York City, in 1874, and from Puerto Plata (in the north of what is now the Dominican Republic), during 1875-1876, Hostos unsuccessfully attempted to organize military expeditions to Puerto Rico. In Puerto Plata he met General Gregorio Luperón and Federico Henríquez Ureña and collaborated closely with Ramón Emeterio Betances. He founded La Educadora, an educational society for the study of constitutions. Under pressure from the Spanish government, he left Santo Domingo and returned to New York, where he published “Programa de los Independientes” (1876) [“Platform for the Independientes”].
In 1877, in Venezuela, he married Belinda Otilia de Ayala, a native of Havana and the daughter of Cuban émigrés, with whom he had four sons and two daughters. He began his career as an educator in Venezuela, holding teaching and director positions at Colegio de La Paz in Caracas, Colegio Nacional in Isla Margarita, and at Colegio Nacional and Instituto de Enseñanza Comercial in Puerto Cabello.
Invited by Luperón, Hostos took up residence in Santo Domingo in 1879 and performed extensive educational work there. He founded the normal schools of Santo Domingo and Santiago de los Caballeros, and together with Salomé Ureña, the Instituto de Señoritas. He taught courses at the Instituto Profesional, organized a kindergarten, and founded the Escuela Nocturna para la Clase Obrera (Night School for the Working Class). He published Lecciones de derecho constitucional (1887) [Lessons on constitutional law] and Moral social (1888) [On social mores].
Due to differences with President Ulises Heureaux, Hostos left the Dominican Republic and accepted the invitation of President José Manuel Balmaceda to join the educational reform in Chile. In 1889 he was appointed rector of the Liceo de Chillán and the following year, of the Liceo Amunátegui, in Santiago. He published Reforma de la enseñanza del derecho (in collaboration with Valentín Letelier and Julio Bañados) (1889) [A reform of the teaching of law], Programa de geografía e historia (1893) [Program of Geography and History], which integrates both disciplines, and Jeografía evolutiva (1895) [Evolutionary Geography], where he applied the evolutionary or concentric method. His work in favor of Cuban independence clashed with the Chilean government and this led to his resignation from the position he held at Liceo Amunátegui. In April of 1898, Hostos resigned and returned to the United States.
In New York City, Hostos founded the Liga de Patriotas Puertorriqueños (League of Puerto Rican Patriots), a nonpartisan organization that lasted until 1900, whose purpose was to fight for the rights of Puerto Ricans. He returned to Puerto Rico to organize the League and founded the Instituto Municipal de Juana Díaz and, shortly afterward, the Instituto Municipal de Mayagüez. His efforts were aimed at expanding the education and social development of Puerto Ricans through self-reliance and self-sustaining initiatives (autogestión).
Hostos was also part of the Puerto Rican Commission to Washington, which was formed in 1898. In January of the following year, the Commission met with President William McKinley and presented a series of petitions to address the needs of the island. McKinley fell short of making any commitments. Hostos expressed his views in these terms: “[W]e really did not get anything out of this interview” (Hostos, Diario 2).
Hostos condemned the annexation of Puerto Rico by the United States, denouncing it as an act of usurpation and declaring that the United States should recognize the right of Puerto Ricans to freely determine their fate by means of a plebiscite or an assembly. He extended the concept of the rights of nations (derecho de gentes) to include the principle recognized today by the United Nations as the right of self-determination of all peoples.
After Heureaux’s assassination, Hostos returned to Santo Domingo in January 1900. President Juan Isidro Jimenes appointed him General Director of Education, a position he held concurrently with that of Director of the Escuela Normal de Santo Domingo. As part of his reform efforts, Hostos proposed a far-reaching General Law of Public Education that conservative forces blocked in Congress. In addition, he founded agricultural and commercial schools and undertook other significant initiatives in Dominican education.
Eugenio María de Hostos considered education as a right and as an instrument for the improvement of individuals and nations. He proposed a comprehensive pedagogy based on science, and a program of rational learning centered on the learner. He advocated administrative decentralization and a democracy that fostered citizen participation. He was also a pioneer in the formulation of the doctrine of human rights. He fought for the abolition of slavery and racial equality, denounced the extermination and exclusion of Indigenous peoples, defended the rights of workers and promoted the scientific education of women.
Hostos developed an ethics of conduct based on justice, responsibility and the natural rights of all human beings, and even alluded to the rights of animals. He supported the right of humans to know the laws of nature and asserted that conservation is one of human’s most important duties. In “Tratado de moral”, he wrote: “[I]t is not enough to preserve what we know of the natural forces that are in constant activity; we need to contribute expressly to the harmony of those forces, by refraining from imposing any obstacles. It is well known that when we oppose a natural law, we’re the ones that will be hurt…”
Hostos was the author of “Hamlet. Ensayo crítico” [Hamlet. Critical essay] and “Plácido”, works that place him among the most original humanists of his time. He was also a translator from French and English into Spanish. He translated Proudhon’s Justice, François Fénelon’s The Education of Girls, “Acerca de Hamlet”, fragments from Victor Hugo’s William Shakespeare, and several scientific primers for Appleton publishing house, among other works.
Eugenio María de Hostos died on August 11, 1903 at his residence in Las Marías, on the outskirts of Santo Domingo, and his remains rest in the Panteón de la Patria (National Pantheon). Due to his diverse, wide-ranging and continentally-recognized work, the Eighth International Conference of American States that took place in 1938 in Lima, Perú, recognized him as “Ciudadano Eminente de América” (“Eminent Citizen of America”) and issued a resolution for the American republics to commemorate the Centenary of his birth.
References:
Hostos, Eugenio María de. Obras Completas. La Habana, Cultural, 1939.
Blanco, Enrique T. “Genealogía de don Eugenio María de Hostos, por la línea paterna”. Índice, Año 3, v. 2, nos. 25-26 (abril y mayo 1931): 10, 12.
Castro Ventura, Santiago. Hostos, revolucionario sin fronteras. Santo Domingo, Editora Manatí, 2016.
Collado, Miguel. “Una reflexión histórica: Hostos y su vínculo con RD (1)”. (https://elpaisdominicano.do/2018/01/09/una-reflexion-historica-hostos-y-su-vinculo-con-rd1/). Consultado el 24 de diciembre de 2021.
De Hostos Centenary Commission. The Lima Resolution, The Essay on Hamlet, and Other Papers, Bulletin No. 12. Cambridge, Harvard University Press, 1940.
Delgado Cintrón, Carmelo. Biografía jurídica de Eugenio María de Hostos, 1857-2003. Río Piedras, Escuela de Derecho DERECOOP, Universidad de Puerto Rico, 2012.
Encuentro Internacional sobre el Pensamiento de Eugenio María de Hostos y Julio César López. Hostos: sentido y proyección de su obra en América: ponencias presentadas en el Primer Encuentro Internacional sobre el Pensamiento de Eugenio María de Hostos, celebrado en Puerto Rico del 2 al 7 de abril de 1989. San Juan: Instituto de Estudios Hostosianos, Universidad de Puerto Rico, 1995.
Hernández, Orlando José. “Biografía sinóptica de Eugenio María de Hostos”. Manuscrito inédito.
Palmer, Joy A., ed. Fifty Major Thinkers on Education: From Confucius to Dewey. New York, Routledge, 2001.
Paulino Ramos, Alejandro. “Las reformas educativas de Eugenio M. de Hostos en 1901: Un debate en torno a la Escuela Normal”. (https://acento.com.do/cultura/las-reformas-educativas-eugenio-m-hostos-1901-debate-torno-la-escuela-normal-8595658.html). Consultado el 24 de diciembre de 2021.
Rodríguez Demorizi, Emilio. Hostos en Santo Domingo vol. 1. Santo Domingo, Sociedad Dominicana de Bibliófilos, 2004.
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Torres Rivera, Alejandro. El pensamiento hostosiano: su vigencia en el siglo XXI. San Juan, Ediciones SITUM, 2020.