Cuentista, novelista y dramaturgo perteneciente a la generacióndel 45, la cual se caracteriza por la preocupación por los cambios de orden social, económico y político que estaba experimentando Puerto Rico, temas que el autor trabajó ampliamente en su obra literaria.
Díaz Valcárcel nació en octubre de 1929 en Trujillo Alto. Ingresó en el recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico donde completó un grado en Ciencias Sociales. Interrumpió sus estudios en 1949 para servir en la Guerra de Corea bajo el ejército estadounidense. Durante su servicio, laboró como corresponsal de guerra para la revista sanjuanera Presente. La milicia le servirá de tema para parte de su obra cuentística. De regreso a Puerto Rico, continuó sus estudios universitarios y trabajó como redactor y libretista para la División de Educación de la Comunidad (DIVEDCO).
Sus primeros escritos aparecieron en varias publicaciones tales como: Alma Latina, Asomante, Diario de Puerto Rico y Puerto Rico Ilustrado. Su primer libro de cuentos, El asedio y otros cuentos, se publicó en 1958. Más adelante, retomó unos relatos que había finalizado en 1958 inspirados en sus experiencias en la guerra y los publicó en 1963 bajo el título Proceso en diciembre. “El hombre que trabajó el lunes” (1966), relato que da nombre al libro de cuentos, consiste en un cuento largo o nouvelle (una novela corta). Otros temas que aborda en estas colecciones incluyen la vida dura y mísera en los pueblos y la enajenación de la pequeña burguesía.
El libro de cuentos Napalm (1971) se divide en tres partes. En la primera retoma el tema de la Guerra de Corea; en la segunda, se enfoca en los puertorriqueños radicados en la ciudad de Nueva York, víctimas de discrimen y marginación social, y en la última, en la vida cotidiana de un pueblo en la Isla. Ese mismo año se publica una antología de sus mejores cuentos titulada Panorama (Narraciones 1955-1967).
Díaz Valcárcel incursiona en el género de la novela en 1972 con la publicación de Figuraciones en el mes de marzo, finalista del Premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral (Barcelona). En ésta, el autor recrea la angustia de un personaje que, para huir de la situación política y social de su país, se autodestierra en Madrid y, a partir de entonces, habrá de viajar por el mundo en un afán de huir de sí mismo.
Su siguiente novela, Inventario (1975), trata sobre el vacío que experimenta un hombre retirado al concluir que su vida ha sido vana. En Harlem todos los días (1978), retoma el tema del exilio en Nueva York, destacando, mediante la sátira y la caricatura, el problema de la identidad cultural de los emigrados, mediante la representación de la mezcla lingüística entre el inglés y el español, el llamado “spanglish”. También, presenta la problemática de la puertorriqueñidad de las generaciones de puertorriqueños nacidos en Nueva York.
En 1981, publicó Mi mamá me ama, en la cual trabaja, con igual humor satítirico, la mentalidad colonizada de la clase media alta puertorriqueña, a quienes considera asimilados al pensamiento estadounidense. Retoma la crítica a la pequeña burguesía en Dicen que de noche tú no duermes, novela publicada en 1985. Con El mejor de los mundos (1991), se aleja de la cotidianidad para adentrarse en la evocación nostálgica de un pasado no tan contaminado con la degradación de valores. En Laguna y Asociados (1995) Díaz Valcárcel traza una nueva parodia satírica de Puerto Rico y de la sociedad occidental contemporánea que dependen de la economía de mercados y de la publicidad.
En la dramaturgia, el autor publica en 1957 su primera pieza de un acto titulada Una sola puerta hacia la muerte, la cual se televisó en WIPR- TV ese mismo año, y más tarde, en 1962, fue puesta en escena en Caguas. Hace adaptaciones para el teatro de cuentos previos tales como: “La defensa del licenciado Trompito” (1962); “Año Tet: Barahún” (1968); “Napalm” (1971) y “Sol negro- Black sun” (1972), este último publicado en la antología de René Marqués Cuentos puertorriqueños de hoy (1959).
Díaz Valcárcel dirigió la revista cultural Cupey y se desempeñó como catedrático asociado de Lengua y Literatura en la Universidad de Puerto Rico, de donde se jubiló en 1995. Fundó el Taller de narrativa del Instituto de Cultura Puertorriqueña y el del Departamento de Español de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico. Su trabajo literario ha recibido premios de diversas instituciones entre las que figuran el Ateno Puertorriqueño, el Pen Club y el Instituto de Literatura Puertorriqueña. En 2002, el Instituto de Cultura Puertorriqueña le otorgó el Premio Nacional de las Artes, por una vida dedicada al quehacer cultural. Ese año la editorial Alfaguara publicó Cuentos Completos, una antología. En el 2007 publicó El dulce fruto.
Publicado: 16 de septiembre de 2014.