La emigración de puertorriqueños a Estados Unidos ocurrida después de la Segunda Guerra Mundial ha sido uno de los fenómenos de mayor trascendencia en la historia de Puerto Rico. Aun cuando ya desde principios del siglo XX ocurría alguna emigración de puertorriqueños, para 1944 sólo habían dejado nuestras playas poco más de 70,000 individuos, para un promedio aproximado de 2,000 personas por año. Entre 1945 y 1949, sin embargo, emigran 135,000 personas a un ritmo promedio de 27,000 anualmente. En 1952 y 1953 emigran, respectivamente, 60,000 y 70,000 puertorriqueños, las cifras más altas registradas en la Isla hasta esa fecha. Durante el período de 1950-54, más de 237,000 isleños se mueven a Estados Unidos, cerca de 47,000 por año. La emigración baja un poco después durante el próximo quinquenio (1955-59), aun cuando 193,000 personas emigran. En total, entre 1945 y 1959 más de medio millón de puertorriqueños había dejado nuestras playas.
Si añadimos al total de emigrantes el número de hijos que éstos hubiesen procreado en la Isla de haberse quedado, llegamos a la conclusión de que entre 1940 y 1960 la Isla dejó de ganar alrededor de un millón de personas como resultado de esta emigración en masa. Como consecuencia, el ritmo de crecimiento poblacional sufrió un considerable amortiguamiento entre 1940 y 1960.
Se estima que entre 1950 y 1970 unos 700,000 puertorriqueños abandonaron la Isla para radicarse en su inmensa mayoría en Estados Unidos. De acuerdo con el censo de 1970, residían en Estados Unidos 1,391,000 personas de ascendencia puertorriqueña, de las cuales 810,000 eran emigrantes y 581,000 eran hijos de emigrantes nacidos en Estados Unidos. Tomando en cuenta estas cifras, la emigración de puertorriqueños hacia Estados Unidos fue capaz de reducir la población de la Isla en un 34% entre 1950 y 1970.
Sin embargo, desde 1957 hemos venido observando una reducción radical en las cifras de emigración. En 1961, por ejemplo, y por primera vez desde la época de la Depresión, se registró en la Isla un balance de inmigración de alrededor de 2,000 personas. En otras palabras, entraron a Puerto Rico dos mil personas más de las que salieron.
Durante los años sesenta, la emigración de puertorriqueños nacidos en la Isla continuó en aumento aun cuando la emigración total se redujo radicalmente. Esto se debe a que hubo un aumento consistente en la inmigración de personas nacidas fuera de Puerto Rico. De esta inmigración de personas nacidas en el extranjero, alrededor de un 30% era de origen puertorriqueño; esto es, uno o ambos padres eran puertorriqueños. Sin embargo, la gran mayoría eran extranjeros de ascendencia y nacimiento. Suponemos, que los datos no expresan tal desglose, que parte de estos extranjeros eran cubanos, especialmente para el año 1961. La magnitud de las cifras nos indica que la gran mayoría deben ser estadounidenses. En otras palabras, a principios de los años sesenta aparentemente hubo un intercambio de población en la Isla y no un descenso en la emigración de los puertorriqueños.
Autor: José L Vázquez Calzada
Publicado: 12 de septiembre de 2014