El rosario ha formado parte de la tradición religiosa y folklórica de Puerto Rico durante siglos. La tradición folklórica del rosario posee tres grandes manifestaciones en Puerto Rico: el Rosario a la Santa Cruz, el Rosario de promesas a la Virgen y a los santos, y el Rosario de ánimas o difuntos. Estos ritos están basados en el rosario de la Iglesia Católica.
El rosario constituye un rezo de la Iglesia mediante el cual se conmemoran los quince misterios principales de la vida de Jesucristo y de la Virgen. Para llevar a cabo la plegaria se utiliza un instrumento hecho de cuentas, llamado, precisamente, rosario. Este posee un total de cincuenta y nueve cuentas. Cada vez que se reza se recorre en su totalidad (5 paters, 53 aves y una salve). Específicamente, el rosario está compuesto de cinco secciones o casas de diez cuentas. Posee cuatro cuentas grandes intercaladas entre las cinco “casas”. De éste pende un colgalejo con cinco cuentas que se distribuyen de la siguiente manera: una cuenta grande y tres pequeñas, seguidas de otra cuenta grande y una cruz. Cada una de las cuentas de las casas se llama ‘ave’. Las cuentas intercaladas se llaman paters. Luego de completar el recorrido de esta parte, se reza la letanía, que consta de nueve oraciones a la Santísima Trinidad, cuarenta y siete alabanzas a María y tres oraciones al Cordero de Dios, que suman un total de cincuenta y nueve (59) oraciones más. En otras palabras, ciento dieciocho (118) cuentas.
Mientras se recorren las cuentas se medita en los misterios Gozosos, Dolorosos y Gloriosos de la vida de María. Cada uno de estos de misterios tiene cinco meditaciones, una para cada casa. Luego de cada misterio se completa el instrumento. El pueblo llama a esta tercera parte del Rosario ‘un tercio’. A la combinación de todos los misterios, la llama ‘un quince’. En otras palabras, cuando se reza un rosario completo se ha recorrido el instrumento seis veces, que equivale a 354 cuentas, el número de días del calendario lunar.
El Calendario Litúrgico está compuesto de tres ciclos fundamentales. El ciclo de Navidad que comprende las estaciones de Adviento, Navidad y Epifanía; el Ciclo de Pascua que comprende la estación de la Cuaresma, Pascua y Ascensión; y el Ciclo de Pentecostés que termina con la fiesta de San Andrés del treinta de noviembre. Los tres ciclos del Calendario Litúrgico coinciden con los tres ciclos de misterios del rosario; Misterios Gozosos (Ciclo de Navidad); Misterios Dolorosos (Ciclo de Pascua) y Misterios Gloriosos (Ciclo de Pentecostés). En otras palabras, cuando se reza en su totalidad se ha meditado sobre la vida de Cristo y de su Iglesia, se ha recorrido el Año Litúrgico.
Referencia:
Escabí Agostini, Pedro. El Rosario: vista parcial del folklore de Puerto Rico. 2ª edición. Ponce, P. R.: Centro de Investigaciones Folklóricas de Puerto Rico, Casa Paoli, 2002. Impreso.
Publicado: 16 de septiembre de 2014.