Los refranes son frases de origen popular que pasan de generación en generación mayormente por la vía oral y que expresan un pensamiento moral, un consejo o una enseñanza. En Puerto Rico, así como en la mayor parte del mundo, estas expresiones que recogen el saber y la idiosincrasia del pueblo son de uso generalizado y forman parte del folclor nacional.
La paremiología o estudio de los refranes ha dividido estas expresiones en diferentes categorías, sea por su origen popular o culto, por el carácter de su contenido o por su extensión, entre otras. El refrán es una forma expresiva del lenguaje — hablado y escrito — que contiene una afirmación sentenciosa que se traduce en una norma para la conducta y cuyo uso y formas permean todo o gran parte del quehacer humano, desde la crianza de los niños hasta las expresiones artísticas como la música y la pintura.
Los refranes pasan de generación en generación adaptándose a diferentes medios y circunstancias. Se sabe que existían en la antigüedad en culturas como: la egipcia, la sumeria, la griega, la romana, la persa y las africanas. De hecho, se ha utilizado como instrumento arqueológico de primer orden. Los antropólogos, sociólogos y sicólogos sociales lo ven como una rica fuente para determinar los valores sociales de un grupo cultural.
Mediante estos, se justifican, se condonan o condenan ciertos comportamientos sociales, y se explican eventos y circunstancias que se encuentran fuera del control del individuo. Forman parte de todo tipo de conversaciones y se pueden hallar en anuncios comerciales, en artículos de periódico y en canciones populares. Todas las clases sociales en Puerto Rico comparten el uso del refrán.
En Puerto Rico, la tradición de los refranes es muy rica y comparte características con el resto de los países hispanos. En cuanto al origen de los refranes puertorriqueños, una gran parte de estos fueron traídos por los conquistadores españoles. No se sabe con certeza si los indios nativos de la Isla aportaron algún aspecto a estas expresiones. Sin embargo, el componente africano ha dejado una huella marcada en el refranero nacional, debido a que este tipo de expresión humana formaba y forma aún una parte vital de las diversas culturas africanas. También existen otros que pueden considerarse autóctonos, no obstante, hacer una diferenciación entre éstos y los españoles en muchos casos resultaría una tarea difícil.
Lo certero es que, como ocurre en el resto de Latinoamérica, los refranes se han adaptado a la realidad puertorriqueña. Se utilizan de base refranes españoles para crear una variante puertorriqueña que utiliza voces y circunstancias autóctonas como ocurre con el dicho “el que se pica es que ají come”, posiblemente adaptado de la expresión española “tú que te quemas, ajos has comido”.
Las funciones del refranero puertorriqueño son muy variadas. Se utiliza con un fin educativo para llamar la atención de los niños e impartirles la norma de conducta deseada en su socialización: “lo que se ve, no se toca”; “lo que se da, no se quita”. También pueden tener un fin de validación de la cultura, es decir, que presentan un cuadro del carácter nacional como “soy de aquí, como el coquí”.
Los refranes reflejan una amplia gama de los aspectos de la sociedad y cultura puertorriqueños. Muchos han sobrevivido el paso del tiempo, otros son expresiones de nueva creación, los cuales reflejan circunstancias de la vida moderna.
Adaptado por Grupo Editorial EPRL
Fuente original:
Serra Deliz, Wenceslao. Visión histórica del refrán. Ponce, P. R.: Casa Paoli del Centro de Investigaciones Folklóricas de Puerto Rico, 2000.
Referencias adicionales:
Serra Deliz, Wenceslao. El refranero puertorriqueño: historia e ideología. Ponce, P. R.: Centro de Investigaciones Folklóricas de Puerto Rico, Casa Paoli, 2002.
Publicado: 9 de septiembre de 2014.