La Asociación Arca Placentera, circa 1932. Tomado de: “Del panafricanismo al olvido: memorias de organizaciones afropuertorriqueñas, 1920-1945”.
El panafricanismo y la Asociación Universal de Desarrollo Negro en Puerto Rico, 1920-1926
A pesar de su participación limitada, Puerto Rico fue parte del movimiento panafricanista más exitoso de la historia moderna. El panafricanismo es una filosofía que fomenta la solidaridad entre todos los pueblos afrodescendientes del mundo, la cual ha promovido un movimiento sociopolítico que estimula la unión y desarrollo económico de las poblaciones en el continente africano y la diáspora. De todas las organizaciones panafricanistas fundadas, la Universal Negro Improvement Association and African Communities League (UNIA-ACL, conocida después como la UNIA) fue la más exitosa. La misma estableció en 1920 un capítulo oficial en Santurce, Puerto Rico. El nombre UNIA se ha traducido en diferentes publicaciones académicas en español como la «Asociación Universal para el Mejoramiento del Negro» o «Asociación Universal de Desarrollo Negro».
La fundación y el desarrollo de la UNIA
El jamaiquino Marcus Garvey, y su esposa Amy Ashwood-Garvey, fundaron la UNIA en Jamaica el 20 de julio de 1914. Dada su desaparición repentina causada por el estatus colonial de Jamaica en aquel momento, Garvey emigró hacia Estados Unidos y volvió a fundar la UNIA en la ciudad de Nueva York el 2 de julio de 1918. Allí fue donde la UNIA creció rápidamente, dado el interés de la población afroamericana e inmigrantes afrodescendientes en mejorar sus condiciones de vida. Por medio de la propaganda, discursos públicos, convenciones internacionales, y la publicación del periódico Negro World, la UNIA llegó a establecer capítulos por todo el mundo.

Marcus Garvey, 1922. (Fuente: https://www.britannica.com/biography/Marcus-Garvey)
La UNIA fue reconocida internacionalmente por su capacidad de organizar a trabajadores, líderes comunitarios y religiosos, empresarios, y toda persona que tuviera interés en ayudar a levantar la moral y condición de vida de sus comunidades afrodescendientes. Para tener una idea de cuán exitosa fue esta organización, cabe señalar que entre los años 1924 y 1928, la UNIA contó con 725 capítulos dentro de Estados Unidos y 271 capítulos en el exterior, convirtiéndose en el movimiento panafricano más exitoso en la historia moderna.
Sin adelantos tecnológicos como la telefonía a larga distancia y el Internet, la UNIA logró establecer capítulos en distintos puntos geográficos como Panamá, Sudáfrica, Australia y 38 países adicionales. El Caribe no fue la excepción. Cuba contó con 52 capítulos oficiales; fue el segundo país con más divisiones organizacionales después de Estados Unidos.
La fundación de la UNIA División 45
Poco se conoce sobre el capítulo UNIA División 45, establecido en Santurce en 1920. Durante esa época hubo una gran actividad migratoria de puertorriqueños hacia Estados Unidos en busca de empleo. Harlem fue uno de sus destinos. Este sector de la ciudad de Nueva York fue considerado la capital internacional de la población africana, la cual se prestó para celebrar convenciones de la UNIA. La participación de personas puertorriqueñas y del resto del Caribe en las labores de la UNIA motivó a que enviaran miembros hacia Puerto Rico para reclutamientos oficiales. Las huelgas obreras en Puerta de Tierra, sector urbano en el Viejo San Juan, atrajeron a los reclutadores de la UNIA. Allí fue donde reclutaron a Jaime Benjamin-Niles, quien vivía en el barrio San Francisco y laboraba como mecánico en la fábrica de tabaco La Colectiva (Porto Rican American Tobacco Company) en Puerta de Tierra.
Benjamin-Niles viajó hacia la ciudad de Nueva York para participar como delegado en una convención de la UNIA celebrada en agosto de 1920. Estando Marcus Garvey presente, el delegado puertorriqueño declaró que la población afropuertorriqueña sí tenía acceso al sistema de educación, pero enfrentaba el racismo en espacios laborales e incluso educativos constantemente. Indicó también que, la UNIA debió haber enviado delegados que hablaran español para que su propaganda fuera más efectiva en Puerto Rico. A su vez, ayudó a la UNIA a resumir sus discursos, traducirlos al español, y publicarlos en periódicos locales.
Benjamin-Niles fue también miembro del club de artesanos Casino Hijos de Borinquen (CHB). La sede de este casino se encontraba en Santurce, donde la UNIA División 45 llegó a reunirse. Ambas organizaciones llegaron a compartir miembros, convirtiendo al CHB en ancla de la UNIA en Puerto Rico. Algunos de los miembros que tuvieron funciones ejecutivas en ambas organizaciones, además de Benjamin-Niles, fueron Conrado Rosario y Antonio Beltrán Rentas. A pesar de que el CHB usaba su sede principalmente para el entretenimiento, también se reunían buscando mejorar sus condiciones de vida en Puerto Rico. Estos artesanos exigieron mejores condiciones de trabajo, aumentos salariales y derechos ciudadanos. Esos reclamos coincidieron con los objetivos de la UNIA, los cuales buscaban desarrollar redes económicas y laborales entre la población afropuertorriqueña.
Esas metas llevaron a la UNIA a intentar establecer un segundo capítulo en el municipio de Ponce, ya que veían el potencial de convertir sus capítulos en Puerto Rico en divisiones líderes de las Antillas. El coordinador oficial para el capítulo ponceño se llamó Prince Oskazuma, el cual reunió entre 30 a 40 personas para financiar la división. No obstante, este capítulo no se fundó, porque según Oskazuma, Garvey se robó el dinero de los nuevos miembros y nunca envió desde Nueva York el título oficial. Tal alegato nunca se ha comprobado. Al año siguiente, comenzaron los choques entre miembros de la UNIA División 45, perjudicando la imagen pública de la organización en Puerto Rico.
El fracaso de la UNIA División 45
Un artículo publicado en el periódico La Democracia, titulado «La salvajada de anoche en el Union Club», prolongó una serie de desacuerdos entre los miembros de la UNIA División 45. Este artículo describió un banquete en el club social Union Club en San Juan, donde hubo presentaciones musicales puertorriqueñas como recibimiento al almirante Cole y los oficiales del navío militar estadounidense USS Birmingham. Como parte final de la actividad, se presentó un toque de barriles y baile de bomba. El artículo describió a la persona afrodescendiente en la portada de la promoción como una figura «incivilizada y sin cultura» con «actitud de caníbal», lo cual provocó inquietud entre los miembros de la UNIA División 45.
El miembro que más denunció este acto fue Conrado Rosario, secretario de ambas organizaciones, la UNIA División 45 y el CHB. Rosario sentía que la proyección pública de los pueblos afrodescendientes por los medios de comunicación era errónea, dado al progreso que habían logrado desde la abolición de la esclavitud. A su vez, el presidente de la UNIA División 45, Jaime A. Bishop, también se expresó en los periódicos. Bishop indicó que Rosario no tenía ninguna autoridad para opinar por el colectivo. Rosario le respondió al presidente públicamente en varias ocasiones diciendo que Bishop tampoco tenía la autoridad de controlar lo que él podía expresar como individuo. Estas disputas son evidencia de un posible choque cultural entre algunos miembros ejecutivos, ya que todos los presidentes del capítulo provenían de Estados Unidos.
Las opiniones negativas de otros miembros hacia el pueblo puertorriqueño, publicadas en periódicos, también influyeron en el fracaso de la UNIA en la Isla. Por ejemplo, Antonio Beltrán Rentas indicó que: «los miembros de la raza negra en Puerto Rico viven en gran error por pensar que la discriminación es algo muerto en la isla», y los acusó de no querer perjudicar sus relaciones con la élite blanca. Asimismo, acusó a los puertorriqueños de «hipócritas» por no «declararse a favor de la causa que los defiende como raza». La opción de resaltar las diferencias entre el pueblo puertorriqueño y los objetivos particulares de la UNIA resultó ser desmoralizadora para la imagen pública de esta organización. Poco después, la UNIA División 45 fue descendiendo por razones multifactoriales, hasta su cierre en 1926.
En síntesis, las causas de su fracaso fueron los choques culturales por la imposición estadounidense del inglés en Puerto Rico, resultando en la inefectividad propagandista de la UNIA. Otras razones incluyen los desacuerdos entre los miembros de la UNIA División 45 expuestos en los periódicos principales de la isla, y la crítica pública de éstos al pueblo puertorriqueño por falta de aceptación a su herencia africana. Además, este capítulo no prosperó, dado a que «los intereses políticos en Puerto Rico no incluían la lucha por las desigualdades sufridas por los negros en la isla». Sin embargo, el mensaje de Garvey y la UNIA en Puerto Rico no fue completamente ignorado.
La influencia de la UNIA División 45 en clubes sociales
David Benjamin-Tellechea, hermano menor de Benjamin-Niles, también trabajaba como mecánico en la fábrica de tabaco de Puerta de Tierra. Él igualmente sufrió el racismo dentro de espacios laborales y sociales en Puerto Rico. Aunque hasta el momento no se ha encontrado evidencia de que Benjamin-Tellechea fuera miembro de la UNIA División 45, sabemos que vivía con su hermano mientras ambos trabajaban en la fábrica de tabaco. Esto indica que pudo observar el intento de la UNIA en organizar los reclamos sociales y económicos de la población afropuertorriqueña para mejorar sus condiciones de vida. La influencia de Benjamin-Niles y sus actividades sociopolíticas tanto en la UNIA como el CHB, se notó en la participación de Benjamin-Tellechea como miembro fundador de la Asociación Arca Placentera (AAP) y la Liga para promover el progreso de los Negros en Puerto Rico (la Liga) en la década de 1930. Una figura importante que colaboró con Benjamin-Tellechea en ambos clubes sociales fue el licenciado Juan Falú Zarzuela. Este, además de ser presidente de la Liga, fue comisario o líder de barrio en Santurce, y formó parte de la Ley 600 al proponer la erradicación del discrimen racial en el mundo laboral puertorriqueño. Otro miembro sobresaliente de la Liga fue el activista y artesano Armando Walters O’Neill. Él logró intercambiar varias cartas con el activista de derechos humanos puertorriqueño Arturo Alfonso Schomburg en 1937, dos años antes que se fundara la Liga (1939).
La relación a distancia y el intercambio de conocimiento entre Walters O’Neill y Schomburg influyeron en los objetivos de la Liga. Una de las metas más importantes de esta organización fue «difundir entre los Negros en Puerto Rico el conocimiento de la participación de los mismos en el desenvolvimiento histórico de la isla y del mundo, y su aportación en las ciencias, artes, letras y demás manifestaciones del saber y desarrollo humano»; semejante a los objetivos que se propuso Schomburg durante gran parte de su vida adulta viviendo en la ciudad de Nueva York. La Liga, donde Benjamin-Tellechea fue organizador, fue contemporánea con otro club social fundado también en 1939 llamado Booker T. Washington Sporting Club (BTW-SC).
La BTW-SC, además de fundarse en Santurce, compartía varios miembros con la Liga. A su vez, uno de sus ejecutivos, el doctor Luis R. Moczó, llegó a intercambiar cartas con el panafricanista afroamericano W.E.B. Du Bois. Este club social buscaba levantar la moral y mejorar las condiciones de vida de la sociedad puertorriqueña en general por medio del progreso individual tanto espiritual, físico y mental. El modelo a seguir de la BTW-SC fue el gran líder afroamericano Booker T. Washington, el cual fue guía para muchos de los proyectos de Garvey.
Todos los clubes sociales fundados durante y después de la presencia de la UNIA en Puerto Rico son evidencia de que, aunque la UNIA División 45 no obtuvo un éxito rotundo en el País, sus mensajes más claros y positivos se mantuvieron en la conciencia de personas interesadas en trabajar para mejorar las condiciones de vida desde una perspectiva afrodescendiente. A pesar de ser un tema poco estudiado en Puerto Rico, todas las fuentes de esta historia están disponibles para el enriquecimiento de cada persona interesada en profundizar en el tema.
Referencias
Cruz Rosa, Paul. “Del panafricanismo al olvido: memorias de organizaciones afropuertorriqueñas, 1920-1945”. Tesis doctoral inédita. Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, San Juan, 2021.
______________. “El panafricanismo y la Asociación Universal de Desarrollo Negro en Puerto Rico, 1920-1922”. En Pie de lucha: nuevas investigaciones históricas puertorriqueñas, Evelyn Vélez Rodríguez y Carmelo Campos Cruz, editores. Ponce: Mariana Editores, 2019, 27-61.
Garvey, Marcus. The Marcus Garvey and Universal Negro Improvement Association Papers, Volume XIII: The Caribbean Diaspora, 1921-1922. Robert A. Hill, et al. Durham, Duke University Press, 2016.
Román, Reinaldo L. “Scandalous Race: Garveyism, the Bomba, and the Discourse of Blackness in 1920s Puerto Rico”. Caribbean Studies Vol. 31, no. 1 (enero-junio de 2003): 213-25.
Autor: Dr. Paul Cruz Rosa
27 de noviembre de 2021
Revisión: Dra. Lizette Cabrera Salcedo
2 de diciembre de 2021
Edición: Mariela Fullana Acosta
18 de mayo de 2022