El caballo de paso fino es aquel que pertenece a una raza particular, de cría puertorriqueña, descendiente de una mezcla de caballos españoles. Nace con una forma particular de caminar de paso corto y rítmico, que junto al entrenamiento, se perfecciona y estiliza aún más.
El caballo de paso fino es producto de una mezcla de caballos andaluces, jacas y berberiscos. El carácter insular del país, así como las características de la topografía isleña, crearon las condiciones idóneas para que se desarrollara, a través de la cría selectiva, el caballo de paso fino puertorriqueño.
Estos caballos asumen, de forma natural, es decir, desde su nacimiento, un paso corto, rítmico y cadencioso. Además son, por lo general, de volumen mediano, musculatura bien distribuida y poseen un porte elegante. También son dóciles aunque muy vivos de temperamento. Sus movimientos suaves y elásticos los ejecutan con gracia y majestuosidad. Caminan con el cuello arqueado y las orejas atentas.
Históricamente, los caballos de paso fino se utilizaban para recorrer distancias cortas en terrenos escarpados. No se sabe a ciencia cierta desde cuándo se llevan a cabo carreras de paso fino, pero existen relatos de finales de la década de 1790 que describen el caminar particular de los caballos puertorriqueños. Durante el siglo XIX, se celebraban competencias de paso fino en varios puntos de la Isla. En las Carreras de San Juan, que se celebraban durante las festividades del Día de San Juan, los dueños de caballos de paso fino enviaban sus mejores ejemplares para exhibición.
El teniente general y gobernador Juan de la Pezuela y Cevallos (1848-1851) prohibió las carreras de caballo debido a razones morales y de seguridad, pero se especula que la razón verdadera consistía en que en dichos eventos se reunían para conspirar los terratenientes que estaban en oposición al régimen. Los gobernadores subsiguientes mantuvieron la prohibición, por lo que las competencias de paso fino tuvieron que llevarse a cabo en la clandestinidad.
Para esta época, los hacendados no eran los únicos que poseían caballos de paso fino. También poseían ejemplares capataces e incluso peones. El deporte se continuó practicando incluso después del cambio de soberanía en 1898. Sin embargo, para la década de 1930 la práctica del deporte había disminuido considerablemente.
Para perpetuar las competencias de paso fino, el 21 de marzo de 1943 un grupo de entusiastas del deporte creó la Asociación de Dueños de Caballos de Silla de Puerto Rico, la cual contaba con el aval de la Comisión Hípica del país. Más adelante, la asociación cambiaría su nombre a Federación del Deporte de Caballos de Paso Fino de Puerto Rico. Esta organización tiene como propósito reunir a los aficionados a la crianza y equitación de caballos de paso fino; fomentar y mejorar la crianza; organizar concursos y exhibiciones; divulgar los conocimientos del deporte y establecer y mantener un Registro Genealógico, expidiendo los certificados correspondientes.
Para la década de 1940, también varios caballistas estadounidenses exportaron caballos de paso fino puertorriqueño a Estados Unidos. éstos siguieron el reglamento de la federación, pero también comenzaron a mezclarlos con caballos de paso colombiano. Fue así como crearon su propia línea de caballos que llevan también el nombre de paso fino.
Según la Federación del Deporte de Caballos de Paso Fino de Puerto Rico, es esencial que en la marcha o paso el caballo mantenga su loma y anca –parte posterior del lomo del caballo y demás équidos– en una línea constante que no se interrumpa con alzas o bajas lo que hace que el jinete cabalgue con gran comodidad. Los caballos de paso fino pueden llegar a ejecutar tres categorías o niveles de pasos, que se basan en la velocidad. El paso fino es el más corto y es el preferido en las competencias.
Entre los caballos de paso fino que han ganado reconocimiento por su talento cabe señalar al campeón de la década del treinta, Dulce Sueño, el cual se consideró el ejemplar a seguir para alcanzar la excelencia en ejecución. Por tal razón, se llevaron a cabo varios cruces con su línea, cuyo producto fue una sepa de ejemplares estelares. Otros caballos de paso fino de renombre lo fueron Guamaní, Copita y Garza.
En la actualidad, la raza de paso fino se encuentra bajo la reglamentación de la Oficina de Paso Fino del Departamento de Agricultura de Puerto Rico, mediante el Reglamento de la Agro-Industria del Caballo de Paso Fino Puro de Puerto Rico, el cual posee el objetivo de preservar la pureza de la raza de paso fino puertorriqueño. Los caballos puros son aquellos que no se han cruzado con otras razas, particularmente con las de sangre colombiana.
Hoy día se celebran exhibiciones y competencias en numerosos municipios de la Isla, entre las que figuran la Copa Minín Kuilan de Dorado; la Feria Dulce Sueño de Guayama y el Festival de Campeones de Paso Fino de Puerto, San Juan, así como la Feria del Campo Puertorriqueño, que se ha celebrado en varios pueblos alrededor de la Isla.
Referencias
Federación del Deporte de Caballos de Paso Fino de Puerto Rico. s. f. Web. 30 mayo 2010.
Olazábal, Romualdo. “¿Qué es el paso fino?”. Paso Fino, puro de aquí. Romualdo Olazábal, s.f. Web. 30 mayo 2010.
“Puerto Rico’s Paso Fino Horse: The Epitome of Elegance in World Horsemanship”. Puerto Rico Local Legacies. The Library of Congress, s. f. Web. 30 mayo 2010.
Publicado:29 de agosto de 2014.