Ante las amenazas que enfrentan las tortugas marinas en Puerto Rico, desde 1986 un grupo de biólogos de la División de Reservas y Refugios del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) de Puerto Rico, establecieron un proyecto de conservación e investigación científica. Cada año entre los meses de marzo a noviembre, los cuales abarcan la temporada de anidaje para el Tinglar y el Carey de Concha, personal del proyecto llevan a cabo patrullajes matutinos en las playas de Piñones (Loíza), Humacao y Luquillo, en busca de las características huellas que dejan las tortugas al subir hacia la playa a anidar. Una vez identificada el área de anidaje se evalúa si el nido corre peligro de ser saqueado o destruido por la erosión, si es así, se procede a extraer a mano la camada de huevos que como regla general sobrepasa la cantidad de cien. Una vez colocados en un envase de polietileno con un poco de arena húmeda éstos son transportados a un criadero totalmente protegido y se colocan en excavaciones o nidos artificiales con forma y medidas casi idénticas a las hechas por la tortuga adulta simulando así el nido natural donde fueron colectados. Luego de unos 60 días de incubación emergen las tortuguitas, diez son tomadas como muestra representativa de cada nido las cuales son pesadas y medidas, una vez se finaliza con este proceso se cuentan todas las nacidas para calcular el éxito reproductivo, el cual es una relación entre huevos sembrados y tortugas nacidas. Luego se liberan cerca de la zona de rompientes permitiéndoles recorrer un tramo de la playa antes de su entrada al mar. Esto disminuye posibles perturbaciones en su proceso de impronta o recuerdo de su playa natal para que cuando sean adultas vuelvan a esa misma playa para anidar.
Todas las especies de tortugas marinas tienden a llevar a cabo el proceso de anidaje unas seis veces – promedio- en una misma temporada. Luego del primer anidaje de una tortuga se espera un intervalo de nueve a quince días dependiendo de la especie para que el personal del Proyecto, junto a grupos de voluntarios, recorran durante la noche el área donde se encuentran estas tortugas con el propósito de presenciar el anidamiento, protegerlas, marcarlas, medirlas, colectar los huevos para su traslado al criadero, y recopilar información biológica de carácter cuantitativo.
Desde el establecimiento del proyecto una cantidad considerable de nueva información concerniente a la situación actual, historia natural y playas de anidaje ha sido recopilada. También se ha logrado establecer un agresivo programa educativo divulgando la situación actual de las poblaciones y la importancia de su conservación.
Historia de estas tortugas
Las tortugas marinas surgieron hace alrededor de 200 millones de años y sobrevivieron a drásticos cambios que ocurrieron en la Tierra. Con la llegada del hombre moderno, las poblaciones de este grupo de animales han sido sobre utilizadas a tal punto que hoy día están en peligro de desaparecer en casi todo el mundo.
En Puerto Rico existen muy pocas áreas de anidaje ya que la mano del hombre ha intervenido destruyendo sus nidos en el afán de obtener sus huevos. De las pocas tortugas que suben a nuestras playas a anidar, la mayoría son capturadas alrededor de nuestras aguas para venderlas ilegalmente. Las pocas áreas de anidaje que aún nos quedan siguen desapareciendo a consecuencia de las construcciones de urbanizaciones, industrias y complejos turísticos en la zona costanera de Puerto Rico.
¿Cuáles son las especies de tortugas más comunes en Puerto Rico?
Las especies más comunes que se encuentran en el País son el Carey de concha (Eretmochelys imbricata), el Peje blanco (Chelonia mvdas) y el Tinglar (Dermochelys coriacea), ésta última en realidad no permanece todo el año en nuestras aguas y solamente nos visitan en verano.
Carey de concha (Eretmochelys imbricada)- La tortuga Carey es la más hermosa de las tortugas marinas. Su caparazón duro, llamado concha, está formado por placas de color café y amarillo ámbar. Estas placas están sobrepuestas en la misma forma que las tejas de un techo. El caparazón inferior se llama plastrón o peto y es de color amarillo. La piel de la cabeza y de las aletas tiene manchas color café rodeadas de amarillo. Esta tortuga de mar mide un poco menos de 1 metro de largo y pesa algo más de 45 kilogramos. Las tortugas marinas y terrestres, son reptiles; poseen pulmones y respiran aire. Aunque las tortugas marinas pueden contener la respiración durante varios minutos, deben subir a la superficie para respirar. Las tortugas carey viven alrededor de los arrecifes de coral donde se alimentan de esponjas, gusanos de mar, peces, caracoles y cangrejos.

Peje blanco. Crece más de 1 metro de largo y a menudo puede llegar a pesar sobre 300 libras
Peje blanco (Chelonia mydas)- Cuando Cristóbal Colón llegó al Nuevo Mundo, habían miles de estas tortugas en el mar Caribe y actualmente son muy pocas las que subsisten. Los conquistadores, colonizadores, , comerciantes, piratas y otros que más tarde siguieron su huella, pronto se dieron cuenta de que esta especie de tortuga tenía un sabor muy agradable, por lo que se convirtió en un plato exquisito en la mesa de muchos. Hoy día después de cientos de años, la tortuga Peje blanco todavía es perseguida por ser una exquisitez gastronómica.
El Peje blanco es de color café, crece más de un metro de largo y a menudo puede llegar a pesar sobre 140 kilogramos.Se alimenta de hierbas marinas en lechos cerca de la costa. En tiempos antiguos los marineros la capturaban con facilidad. Le daban vuelta quedando sobre el caparazón, inmovilizándola para obtener carne fresca.

Tinglar recién nacido
Tinglar (Dermochelys coriacea)- El Tinglar o Fanduca es la tortuga marina más grande que existe en la actualidad. Puede llegar a medir 2.4 metros de largo y pesar 675 kilogramos. Su color predominante es negro con manchas blancas. El Tinglar es la única tortuga marina que no posee un caparazón duro. En su lugar está protegida por una piel coriácea en la que aparecen siete quillas longitudinales. El Tinglar es un animal nómada por excelencia; sus enormes aletas delanteras le sirven para recorrer miles de kilómetros. Puede hacer su nido a lo largo de la costa norte de América del Sur y de ahí nadar hacia el Norte, siguiendo la cálida corriente del golfo de México, a lo largo de la costa oriental de América del Norte. Ha sido vista alimentándose en lugares tan lejanos como Nueva Escocia, en Canadá. Su alimento favorito es un tipo de medusa que la mayoría de los animales tratan de evitar; el sifonóforo o medusa venenosa. Como todas las tortugas de mar, el Tinglar no tiene dientes y usa, en vez de ellos, su fuerte y afilado pico para alimentarse.
Referencias
“Tortugas marinas”, Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico, http://drna.pr.gov/wp-content/uploads/2016/03/Tortugas_Marinas.pdf, consultado 8/11/2020.
“Listos para la temporada de tinglares 2020”, https://www.elvocero.com/actualidad/listos-para-la-temporada-de-tinglares-2020/article_b669ec2e-5812-11ea-844d-b718c81b5fb7.html, consultado 8/11/2020.
“Proyecto para la recuperación de tortugas marinas”, 23 de junio de 2020, http://www.drna.pr.gov/programas-y-proyectos/proyecto-para-la-recuperacion-de-tortugas-marinas/, consultado 8/11/2020.
Publicado: 4 de septiembre de 2014
Revisado: Lizette Cabrera Salcedo, 8/11/2020