Playa Mangillo en Guánica / Wikimedia Commons
En las islas como Puerto Rico, las costas tienen un significado especial por constituir el límite natural de su geografía. Los agentes que intervienen en la configuración de las costas son la actividad de las olas -corrientes y mareas-, los procesos químicos, la actividad biológica y los movimientos tectónicos o los desplazamientos de las placas de la superficie terrestre.
La Ley Federal de Manejo de la Zona Costanera, aprobada por el Congreso de Estados Unidos el 27 de octubre de 1972, protege la zona de Puerto Rico. Esta ley promovió el plan y programa de manejo de las costas de 1974 y 1978, a través de la Junta de Planificación y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). El Programa de Manejo de la Zona Costanera, adoptado el 12 de julio de 1978, documenta sobre las condiciones de las costas a las distintas versiones del Plan de Uso de Terrenos de Puerto Rico, recurso principal para la toma de decisiones debidamente planificadas para el desarrollo del País.
Entre los logros alcanzados por estos organismos, puede mencionarse la declaración de unas 20 áreas como Reservas Naturales, así como los reglamentos de control y protección de playas, dunas, manglares, corales y otros recursos costaneros.
El complejo costero está delimitado estructuralmente por la plataforma de la Isla. Se divide en tres tramos principales: el primero comienza en la península de Rincón y se extiende hasta punta Vacía Talega (Noroeste-Norte); el segundo tramo, de punta Vacía Talega a punta Guayanés (Este – entre Naguabo, Humacao y Vieques); y el tercer tramo, de punta Guayanés a la península de Rincón y se extiende a través de Santa Isabel, Ponce, Guánica, Guanajibo e incluye la isla de Caja de Muertos.
Divisiones de la costa
De acuerdo con C.A. Kaye (Coastal Geology of Puerto Rico, 1959) la costa se divide en las siguientes áreas:
A- Costa noreste (de punta La Bandera a playa Naguabo): posee varias entrantes y salientes, pequeñas isletas, espolones de los flancos de la sierra de Luquillo y arrecifes de franja. Las Cabezas de San Juan constituyen un tómbolo doble; es decir, dos morros o isletas conectadas a la costa por una barra formada por sedimentos arenosos arrastrados por las corrientes. Aparenta ser una costa de sumersión recientemente inundada, pero el fondo es un banco casi plano.
B1- Costa sureste (de playa Naguabo a puerto Patillas): en esta costa se alternan grandes promontorios rocosos y anchos valles aluviales con extensas playas arqueadas en forma de media luna de arena silícea. Hay indicios de control por fallas que se expresan en escarpas tectónicas, tanto tierra adentro como mar afuera (valles de Humacao y Naguabo, cuchillas de Pandura y depresión de Maunabo).
B2- Costa suroeste (de punta Cuchara a Aguadilla): está moderadamente endentada con alternación de sectores rocosos y aluviales. La bahía de Guayanilla está protegida por las salientes de punta Guayanilla, barra arenosa derivada de sedimentos del río Tallaboa y punta Verraco. La bahía de Guánica es la única de tipo bolsa en Puerto Rico, y puede constituir el extremo de un valle fluvial anegado. En las partes protegidas de ambas bahías se han formado manglares. En el extremo suroeste, Cabo Rojo es, como Las Cabezas de San Juan, otro tómbolo doble, formado por dos morros calizos unidos a tierra firme por una barra arenosa y conectados por una estrecha playa que, en su conjunto, encierran una laguna. En Cabo Rojo se encuentran acantilados cortados por el oleaje. No obstante, hasta Mayagüez, la costa está protegida por una plataforma o banco amplio y poco profundo, por lo que hay tramos bajos y pantanosos. Hacia el sur, hay arrecifes de barrera y cayos arenosos; al oeste se extienden arrecifes hasta Mayagüez. La naturaleza rectilínea de la costa de la península de Rincón es evidencia de su delimitación por fallas.
C- Costa sur (de puerto Patillas a punta Cuchara): es una llanura aluvial de pie de monte, con playas estrechas de arena silícea de colores oscuros y grava andesítica que se alternan con manglares. Hay algunos arrecifes de franja y otros de barrera, y cayos arenosos en una cadena que se extiende de este a oeste. El litoral parece reflejar los contornos de varios abanicos aluviales, pobremente definidos, que han formado la llanura en cúspides separadas por bahías asimétricas. Estas bahías tienen una morfología que se ha alterado por corrientes litorales que han arrastrado los sedimentos hacia el oeste; por ello, los ríos que desembocan allí tienen acumulaciones tipo delta hacia el oeste de la desembocadura.
D- Costa noroeste (de Aguadilla a Arecibo): está caracterizada por un acantilado marino cortado en rocas carbonatadas del Mioceno. También está separado de ella por un banco estrecho, rocoso o arenoso. La mayor parte tiene una altura de 50 a 70 m (154 a 230 pies), pero disminuye hacia ambos extremos del tramo y, entre Hatillo y Arecibo, casi desaparece. El acantilado es abrasivo, pero parece ser anterior al actual nivel del mar y pudiera estar relacionado con fallas localizadas en el agua, al norte de la actual línea de la costa.
E- Costa norte (de Arecibo a punta La Bandera): es una llanura aluvial con varios pantanos mayores y lagunas. En algunos lugares hay dunas fósiles formadas por eolianitas (arenas calcáreas arrastradas por el viento bajo condiciones climáticas mucho más secas) y roca de playa constituida por tramos de arena petrificada del Pleistoceno. Alterna el carácter rocoso y el arenoso. Son comunes las isletas y las rocas que indican los topes de dunas fósiles semi sumergidas y la antigua línea de la costa. Hacia el este, presenta numerosas entrantes grandes, de forma arqueada. Algunos sectores son móviles y avanzan o retroceden.
Efectos del cambio climático

Imagen de cambio en la línea de costa: Segmento de Loíza. Crédito: DRNA
La revista “El Estado de la Costa de Puerto Rico 2017”, producida por el Programa de Manejo de la Zona Costanera del DRNA destaca que ‘’los niveles del mar han aumentado en todo el mundo debido a la expansión térmica del agua asociada al calentamiento de los océanos, así como a la entrada de agua dulce proveniente del derretimiento de glaciares y capas de hielo. Según los datos del nivel del mar (1962—2017) al norte de Puerto Rico, cercano a San Juan, el nivel del mar ha aumentado 2.08 mm por año y al sur de Puerto Rico, cercano a Magueyes, se ha registrado un aumento de 1.8 mm por año”.
Aunque la erosión de las playas es un proceso natural, su efecto ha aumentado significativamente por el cambio climático. La erosión costera significa el retroceso de la línea de costa ocasionado por la acción del mar. Cerca del 60% de las playas de Puerto Rico muestra algún tipo de erosión en los pasados cuatro años (2003). Las playas que enfrentan procesos de erosión más activos se encuentran en los municipios de Rincón, Loíza, Dorado, Arroyo, Toa Baja y San Juan.
Para más información
DRNA: Programa de Manejo de la Zona Costanera (2017). “Estado de la Costa de Puerto Rico”. Ernesto L. Díaz y Karla M. Hevia, editores. https://drna.pr.gov/wp-content/uploads/2017/08/EstadoDeLaCostaPR-2017.pdf. Consultado 19/10/2020.
Kaye, Clifford A. “Coastal Geology of Puerto Rico”. Washington: United Government Printing Office, 1959. https://pubs.usgs.gov/pp/0317a/report.pdf. Consultado 19/10/2020.
Autor: Dr. Manuel José Acevedo González
Publicado: 27 de agosto de 2014.
Revisión: Dra. Lizette Cabrera Salcedo, 19 de octubre de 2010