Médico del ejército estadounidense, quien en 1899 determinó la causa del tipo de anemia tropical que padecía gran parte del campesinado puertorriqueño, particularmente el que trabajaba en la zona cafetalera. Logró que el gobierno creara la Comisión de Anemia de Porto Rico, cuyo propósito consistía en estudiar y proveer tratamiento para dicha enfermedad. Esta comisión se transformó más adelante en el Servicio de Dispensarios de Anemia y luego en el Servicio de Enfermedades Tropicales y Transmisibles. Ashford fue un investigador asiduo de las enfermedades tropicales en Puerto Rico y, junto con otros médicos estadounidenses y puertorriqueños, organizó servicios médicos para el pueblo. También, estuvo envuelto en la creación del Instituto de Medicina Tropical, que más adelante se convirtió en la Escuela de Medicina Tropical, precursora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico.
Bailey K. Ashford nació el 28 de septiembre de 1873 en Washington, D.C. Fue su padre Francis Ashford, quien fue profesor y decano de la Escuela de Medicina de Georgetown University. Ingresó, inicialmente, en George Washington University y tras un año de estudios, optó por seguir los pasos de su padre y se trasladó a la Escuela de Medicina donde laboró su progenitor. Finalizó la carrera de medicina en 1896 y al año siguiente se enlistó en el Cuerpo de Médicos del Ejército de Estados Unidos, al que ingresó ostentando el cargo de teniente. Cuando dio inicio la Guerra Hispanoamericana en 1898, fue enviado a Cuba. Luego se unió a la expedición del general Nelson Miles hacia Puerto Rico.
En Puerto Rico, Ashford fungió como médico de las tropas en el campo. Poco después fue asignado a trabajar en el Hospital General de San Juan. En febrero de 1899, se casó con la joven mayagüezana María Asunción López Nussa, una de las hijas de Ramón Belisario López y Carlo, fundador del diario La Correspondencia. Ese mismo año pasó a dirigir el Hospital General de Ponce.
El 8 de agosto de 1899 el huracán San Ciriaco azotó la Isla. Dejó un saldo de 3,369 muertos. Además causó daños considerables a las cosechas y estructuras, lo que afectó la economía del país. Ante esta situación, el doctor Ashford instaló a las afueras del hospital unas casas de campaña donde el personal médico atendía a una cantidad considerable de personas que resultaron heridas durante el paso del ciclón, y a aquellos que se contagiaron de alguna enfermedad ante las condiciones precarias en las que quedó la Isla.
Desde su llegada a Puerto Rico, a Bailey Ashford le había interesado la condición anémica con la que vivía el jíbaro o campesino puertorriqueño, la cual se atribuía a mala nutrición. Mientras laboraba en el hospital provisional en Ponce, comenzó a buscar la verdadera causa de esta enfermedad. A través de sus investigaciones, descubrió que unos parásitos habitaban en el intestino del campesinado. Fue así que llegó a la conclusión de que la anemia tropical o uncinariasis que padecía una cantidad significativa de puertorriqueños, se debía al parásito Necator americanus que entraba al cuerpo mayormente por los pies.
Publicó los resultados de sus hallazgos en el New York Medical Journal en 1900. Sin embargo, en un principio este descubrimiento no fue aceptado por muchos de sus colegas debido a que éstos, como la mayor parte de la población, pensaban que esta enfermedad, que estaba dispersa por toda la Isla en un grado que podría considerarse pandémico, se debía a la malnutrición.
No fue hasta el 1904, cuando el gobierno al fin tomó una posición activa en el asunto. Se creó la Comisión de Anemia de Puerto Rico, cuyo propósito consistía en estudiar y proveer tratamiento para dicha enfermedad, así como educación sobre la prevención. La junta de la comisión estaba compuesta por Ashford, uno de sus colaboradores en la investigación de la anemia, W.W. King, y Pedro Gutiérrez Igaravídez, director del Hospital de Bayamón, que también estudiaba la enfermedad. Originalmente, se establecieron en Utuado. Para entonces se trataba la enfermedad mediante el uso de sal de higuera para reducir la mucosidad protectora del paciente, seguido por una dosis de timol, para matar los parásitos. En esta primera campaña trataron 5,490 casos.
La segunda campaña se llevó a cabo entre 1905 y 1906, con una asignación considerable del dinero otorgado por el gobierno. Ashford y sus colegas establecieron la estación principal en Aibonito y crearon, bajo la dirección de galenos puertorriqueños, subestaciones en cada distrito de la Isla. En los años subsiguientes, se intensificó la labor investigativa, se aprobó reglamentación sanitaria, se promovió la construcción y uso de letrinas y se multiplicaron las estaciones de tratamiento. Además, simultáneamente, se llevó a cabo una campaña de educación mediante la cual se enseñaba la naturaleza de la enfermedad en las escuelas públicas y se distribuía literatura para ser leída en público. También, se comenzó a experimentar con otros métodos para tratar la anemia.
Bajo la dirección de Ashford, King y Gutiérrez, la comisión se convirtió en el Servicio de Dispensarios de Anemia en 1908, aumentando el número de estaciones alrededor de la Isla. Durante los siete años que se llevó a cabo la campaña, se curaron unos 310,000 habitantes y se redujo el número de muertes a causa de ésta en un 90 por ciento.
Durante las campañas contra la anemia, se hizo notable que el tratamiento que proveían no sólo podía limitarse a esta enfermedad, ya que recibían visitas de numerosas personas afligidas con enfermedades y condiciones típicas de los trópicos. Para abordar el estudio y tratamiento de las enfermedades endémicas, el gobierno ordenó una reorganización del Servicio de Dispensarios, lo que resultó en la creación del Servicio de Enfermedades Tropicales y Transmisibles.
Ante la falta de una institución que se dedicara plenamente a la investigación de las enfermedades tropicales, Ashford y sus colegas planificaron e impulsaron la creación en 1912 del Instituto de Medicina Tropical e Higiene, cuya sede se inauguró en el sótano de la Casa Rosa, el antiguo establo del gobernador español en el Viejo San Juan. Ashford y otros científicos estudiaron enfermedades tropicales como la malaria, la tuberculosis, la fiebre amarilla, la sífilis, la fiebre tifoidea, la bronconeumonía, cáncer y enfermedades del corazón.
Ashford mostró particular interés por el estudio del esprue tropical, una enfermedad común en los trópicos y subtrópicos que produce anomalías en el revestimiento del intestino delgado que previene que el cuerpo absorba los alimentos normalmente. En 1913, presentó sus hallazgos ante la American Society of Tropical Medicine en Washington, D.C. y los publicó en el American Journal of Tropical Diseases and Preventive Medicine. Sus investigaciones lo llevaron a concluir que se trataba de una enfermedad infecciosa causada por Monilia psilosis.
El Instituto fue pionero en el estudio de enfermedades tropicales, pero para que se convirtiera en una entidad significativa en este campo, Ashford y los demás fundadores propusieron que se creara una Escuela de Medicina Tropical donde también se pudieran formar médicos e investigadores expertos en esta rama de la investigación científica. La creación de esta institución se materializó mediante la Resolución Conjunta Número 3, aprobaba el 23 de junio de 1924. Ante la necesidad de una institución que formara médicos y profesionales de la salud, la Asamblea Legislativa de Puerto Rico aprobó la ley Núm. 378 del 15 de mayo de 1949, que derogaba la ley que regía la Escuela de Medicina Tropical y ordenaba a la Universidad de Puerto Rico a crear la Escuela de Medicina.
Desde que llegó a Puerto Rico en 1898, Bailey K. Ashford pasó la mayor parte de su vida en la Isla. Se estableció en el Condado con su esposa e hijos y solamente abandonó la Isla por periodos cortos, como cuando fungió como comandante de la Primera División del Departamento de Medicina del Ejército durante la Primera Guerra Mundial o cuando resultaba necesario para sus investigaciones.
Falleció el 10 de septiembre de 1934 en San Juan. En la actualidad, ostentan su nombre una avenida y un hospital en el sector capitalino del Condado, así como una escuela pública en Brooklyn, Nueva York. El Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico adquirió su antigua residencia en el Condado. Tras rehabilitarla, se utiliza hoy día como un centro comunal de actividades. Desde 1941, la American Society of Tropical Medicine and Hygiene otorga un premio anual en su honor a aquellos científicos que se hayan distinguido en la investigación de la medicina tropical.
Referencias:
Ashford, Bailey K. A Soldier in Science: The Autobiography of Bailey K. Ashford. San Juan, P. R.: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1998. Google Books. Web. 13 mayo 2010.
“Bailey K. Ashford Medal”. The American Society of Tropical Medicine and Hygiene, s. f. Web. 13 mayo 2010.
“Bailey K. Ashford’s Biography (1873-1934)”. Walter Reed Army Medical Center. U. S. Army Medical Department, s. f. Web. 13 mayo 2010.
Lambert, R. A. “Escuela de Medicina Tropical de la Universidad de Puerto Rico: Bajo los auspicios de La Unviersidad de Columbia”. Organización Panamericana de la Salud, s. f. Web. PDF.
Mayo Santana, Raúl. “Escuela de Medicina”. Instituto de Historia de las Ciencias de la Salud. Universidad de Puerto Rico, Recinto de Ciencias Médicas, 30 septiembre 2001. Web. 13 mayo 2010.
Artículos sobre la Escuela de Medicina Tropical de la EPRL

28 de septiembre de 1873
Washington, D.C.
10 de septiembre de 1934
San Juan
Publicado: 3 de septiembre de 2014.