Debido a la gran biodiversidad y la importancia hidrogeológica de la zona cárstica del norte de Puerto Rico, se aprobó la Ley 292 del 21 de agosto de 1999, conocida como la ley para la Protección y Conservación de la Fisiográfica Cárstica. La política pública que declara esta ley, resume la importancia del carso norteño de Puerto Rico “como uno de nuestros recursos naturales no renovables más preciados por la geomorfología y por los ecosistemas particulares que en ella existen.
Se caracteriza por contener: mogotes, torres, dolinas, sumideros, zanjones, cuevas, cavernas acuíferos, ríos subterráneos y manantiales que poseen un alto valor geológico, hidrológico, ecológico, histórico, recreativo, y escénico. La fisiográfica cárstica cumple funciones vitales para la supervivencia natural y social de la isla. El carso alberga una alta cantidad de especies de fauna y flora. Bajo la superficie almacena enormes abastos de agua. Sus terrenos son excelentes para la agricultura. Además, el carso guardar un gran potencial recreativo y turístico.
Puerto Rico también cuenta con la Ley Núm. 111 conocida como la Ley para la Protección y Conservación de Cuevas, Cavernas o Sumideros de Puerto Rico del 12 de julio de 1958. La misma declara también como política pública proteger y conservar estos recursos naturales por su valor arqueológico, histórico y científico.
Ambas leyes establecen una serie de prohibiciones y multas, además de incentivos para controlar actividades o desarrollos en la región cárstica que puedan afectar su integridad ecológica. El problema es que muy poco se ha hecho para implantar estas leyes y no se han desarrollado los reglamentos requeridos para el cumplimiento de la misma. Ambas leyes están bajo la custodia del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales.
En reconocimiento del valor que tiene la “provincia” del carso norteño es la propuesta de crear una mega reserva ecológica en esta zona de aproximadamente 39,370 hectáreas de terreno. El proyecto de Ley # 4668 de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos denominado “Ley de Conservación de Aguas y Tierras de Puerto Rico del 2000” se encuentra, actualmente, ante la consideración del Congreso. Esta propuesta fue avalada por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico y la Organización ambiental puertorriqueña Ciudadanos del Karso.
La contaminación y la impermeabilización de terrenos cársticos debido a desarrollos urbanos amenazan grandes extensiones del sistema de agua subterránea. El terreno cárstico pierde resistencia a la presión de carga por lo que la construcción de carreteras y cualquier edificación tiene el potencial de afectar grandemente la zona. Las leyes y regulaciones ambientales y su implantación son vitales para la conservación del carso.
Autor: Prof. María Calixta Ortiz
Publicado: 5 de septiembre de 2014.