Periodista, ensayista, traductor y profesor. Colorado colaboró como escritor y director de periódicos puertorriqueños como El Imparcial y el Diario de Puerto Rico. Su obra ensayística, la cual se encuentra recogida en revistas y libros de su autoría, trata los temas de la historia, la política y la identidad puertorriqueña. En el ámbito de la educación, realizó varias traducciones del inglés de textos que fueron utilizados en las escuelas del País.
Antonio J. Colorado nació en San Juan en 1903. Tras completar un bachillerato en pedagogía en la Universidad de Puerto Rico en 1931 se trasladó a Massachusetts donde, en 1932, obtuvo el grado de maestro en Artes. En 1934, se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid, España.
Al regresar a Puerto Rico, comenzó a laborar en el ámbito periodístico. En El Imparcial, no sólo fue colaborador, sino también director. En las páginas de este rotativo se publicaron las primeras manifestaciones del movimiento literario conocido como noísmo o Grupo No, del que Colorado, también, participó. Este movimiento de vanguardia planteaba como principio filosófico la duda, la negación y la oposición al sistema social vigente, así como una renovación literaria basada en la crudeza y la simplicidad. Formaron parte de este movimiento: Vicente Palés Matos, Vicente Géigel Polanco, Juan Antonio Corretjer, Antonio Paniagua Picazo, Cesáreo Rosa Nieves, Tomás L. Batista y Jorge Pastor, entre otros.
Otras de las publicaciones en las que colaboró incluyen: Asomante, Cuadernos Americanos, Escuela, El Mundo, Puerto Rico Ilustrado, Semana, La Torre, Revista de la Asociación de Maestros de Puerto Rico y la revista Indice, que tenía como política editorial la necesidad de definir la identidad puertorriqueña a través del análisis del pasado y la proyección del futuro.
A principios de la década de 1940, comenzó a desempeñarse como profesor y decano de la recién creada Facultad de Ciencias Sociales. Luego pasó a dirigir la Editorial de la Universidad. A partir de 1948, asumió la dirección del Diario de Puerto Rico, del cual, también, fungió como editorialista, es decir se dedicaba a redactar los artículos de fondo del periódico. Por la labor periodística desempeñada en este diario, ganó el premio de periodismo del Instituto de Literatura Puertorriqueña. (1949).
A principios de los años cincuenta, asumió la dirección de la oficina de publicaciones del Departamento de Instrucción Pública. Durante su incumbencia, escribió algunos libros que se utilizarían en el sistema público: Puerto Rico y tú (1952) y Noticia y pulso del movimiento político puertorriqueño de 1898 a 1952 (1955), este último con la colaboración del historiador Lidio Cruz Monclova. Escribió, también, el libro escolar en inglés The First Book of Puerto Rico (1965).
En el campo de la traducción se destacó, primero, como director regional de la División de Traducciones del Departamento de Estado de Estados Unidos. Mientras trabajaba en el Departamento de Instrucción Pública, también tradujo del inglés textos que se utilizaron en las escuelas del País como Breve historia de los EE. UU. De América de D. S. Muzzey (1953) y Nuestro mundo a través de las edades de N. Platt y M. J. Drummond (1959). Otras de sus traducciones incluyen las obras de literatura infantil de Doris Troutman Plenn, La canción verde (1956) y El árbol de la violeta (1964).
La mayor parte de la obra ensayística de Colorado está dispersa en los rotativos para los que escribió; ésta se caracterizaba, al igual que muchos otros escritores de la época, por presentar una marcada preocupación por interpretar y redefinir lo puertorriqueño a nivel social, cultural y político. Su prosa es ágil y, en ocasiones, irónica. También, cultivó los ensayos de crítica literaria en los que analizó la obra de escritores isleños como Julia de Burgos, Nemesio Canales y Luis Palés Matos. Otros de sus escritos en prosa incluyen Puerto Rico: la tierra y otros ensayos (1972), Democracia y socialismo: dos ensayos políticos y Semblanzas de ayer y de hoy, ambos publicados en 1990.
Colorado era seguidor de las ideas populistas de Luis Muñoz Marín, a quien conocía personalmente. Cuando se creó el Partido Popular Democrático a finales de la década de 1930, fue éste quien diseñó la insignia oficial del partido que consiste en el perfil de un jíbaro o campesino con una pava o sombrero típico en la cabeza.
Antonio J. Colorado falleció el 16 de febrero de 1994 en San Juan. Su hijo Antonio J. Colorado Laguna también militó en las filas del Partido Popular Democrático, colectividad para la cual fungió como comisionado residente en Washington de 1990 a 1992.

1903
San Juan
16 de febrero de 1994
San Juan
Publicado: 16 de septiembre de 2014.