Dramaturgo, escritor, líder cultural y educador
Es el fundador de lo que se da a conocer como literatura puertorriqueña, pues es uno de los autores más prolíficos del siglo XIX al cultivar todos los géneros de la creación literaria.
Fue el primero en teorizar sobre la dramaturgia y uno de los primeros críticos de teatro. De su trabajo dramático destaca su obra “La cuarterona” (1866) con la cual denunció el prejuicio racial antes de la abolición de la esclavitud. El más importante edificio teatral puertorriqueño del siglo XIX– el teatro municipal de San Juan- lleva su nombre por haber sido el dramaturgo que escribió más cantidad de obras en su época.
Tapia nació el 12 de noviembre de 1826, en el Viejo San Juan. Su padre fue el Capitán del Regimiento de Granada Alejandro Tapia y Zapata, original de Murcia (España), quien le abandonó cuando apenas contaba cinco años de edad. Su madre fue Catalina de Rivera, natural de Manatí. Estudió sus grados primarios en el Colegio del Conde de Carpegna y en la escuela del Maestro Rafael Cordero. Luego culminó su educación primaria en el Seminario Conciliar de San Juan junto a compañeros como Román Baldorioty de Castro y Manuel Alonso Pacheco.
Trabajó en el Departamento de Hacienda, y realizó trabajo teatral para la Sociedad Filarmónica de Puerto Rico, hasta que a los 23 años fue perseguido por el gobernador Juan de la Pezuela, pues se le consideraba un joven peligroso “de mala influencia” en la juventud. Un duelo provocado por un militar aceleró su destierro a España. En la capital española se unió a Román Baldorioty de Castro y a un grupo de estudiantes puertorriqueños en lo que se llamó la Sociedad Recolectora de Documentos Históricos (fundada en 1851), con el fin el reunir fuentes primarias históricas sobre Puerto Rico dispersas en los archivos de la península. Baldorioty le entregó a Tapia el fruto de las investigaciones y éste las publicó bajo el título “Biblioteca Histórica de Puerto Rico” (1854). Por esa época también publicó su novela “La palma del cacique”.
En 1852 fue indultado por el gobernador Fernando de Norzagaray (1852-1855), y regresó al País. Al volver a formar parte de la actividad cultural de la capital, se inciorporó al liderato de organizaciones como la Sociedad Protectora del Teatro Español, y sentó las bases para la fundación del primer Ateneo Puertorriqueño. Su mala condición económica lo hizo viajar a Cuba, donde permaneció varios años trabajando como contable en una tabaquelera. Tras la muerte de su madre viajó a España con la Comisión puertorriqueña que reclamó reformas a las políticas de Ultramar. En España permaneció hasta 1869, cuando regresó a Ponce, casado con la joven malagueña, Rosario Díaz Espiau.
Enseñó en el Museo de la Juventud de Ponce, y fue el secretario del Partido Liberal Reformista bajo la presidencia de Román Baldorioty de Castro. Desde su estrado político público abogó por la modernización de Puerto Rico y la creación de una Universidad.
Presidió el Ateneo Puertorriqueño en varias ocasiones y allí murió la noche del 19 de julio de 1882 en medio de una acalorada discusión donde defendía el derecho a la educación de los estudiantes pobres.
Entre sus obras más destacadas se encuentran las novelas “Póstumo el transmigrado” (1872), “Póstumo el envirginado” (1882) y “Cofresí” (1876); los dramas “Roberto D”Evreux” (1856), “Bernardo de Palissy o El heroísmo del trabajo” (1857), “La parte del león” (1878); los poemas “La Sataniada” (1874) y los incluidos en “El Bardo de Guamaní” (1862); el libreto de la ópera “Guarionex”, con música de Felipe Gutiérrez Espinosa, estrenada en 1854; las obras biográficas sobre “José Campeche” (1854) y “Ramón Power” (1873); además de la publicación de conferencias, antologías, cuadros de costumbres y ensayos. Su obra autobiográfica, “Mis memorias, o Puerto Rico como lo encontré y como lo dejo”, quedó inconclusa y se publicó póstumamente en 1927.
Alejandro Tapia y Rivera fue pionero en la publicación de revistas dirigidas a la mujer. Entre 1871 y 1877 dirigió “La Azucena : revista decenal : literatura, ciencias, artes, viajes y costumbres : dedicada al bello sexo pto-riqueño”. En su libro “Conferencias sobre estética y literatura: pronunciadas en el Ateneo Puertorriqueño” (1881) reflexionó acerca de lo que es belleza, examinó los principios esenciales del arte y expuso los términos fundamentales de los diferentes géneros literarios, incluyendo el drama.
Referencias:
Ramos-Perea, Roberto. “Tapia, el primer puertorriqueño: tratado biográfico sobre el dramaturgo y escritor puertorriqueño Don Alejandro Tapia y Rivera (1826-1882)”. San Juan: Publicaciones Gaviota, 2015.
Rivera de Álvarez, Josefina. “Literatura puertorriqueña: Su proceso en el tiempo”. Madrid: Ediciones Partenón, 1983.
Tapia y Rivera, Alejandro. “Obras completas”, tres volúmenes. San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1968.
___________________. “La Azucena: revista decenal: literatura, ciencias, artes, viajes y costumbres: dedicada al bello sexo pto-riqueño”. Edición facsimilar. Original de la década de 1870. San Juan: Instituto de Literatura Puertorriqueña, Universidad de Puerto Rico, Ediciones Puerto, 2013.

San Juan, Puerto Rico
19 de julio de 1882
San Juan, Puerto Rico
Autora: Gilda Orlandi
3 de septiembre de 2014
Revisión: Roberto Ramos Perea
20 de agosto de 2021