Arqueólogo e historiador. Fue hijo del patriota e intelectual puertorriqueño Eugenio María de Hostos.
Nació en Santo Domingo, República Dominicana, el 8 de enero de 1887. Realizó sus primeros estudios en Chile y Estados Unidos. Se graduó de maestro de la Escuela Normal de República Dominicana. Completó su preparación profesional en la American School of Prehistoric Studies, en Francia. Entre 1915 y 1919 se desempeñó en cargos militares importantes en Puerto Rico y Panamá.
Conformó una colección arqueológica con materiales obtenidos, en gran parte, de terrenos de su propiedad, en Boca Chica, República Dominicana. El estudio de algunas de estas piezas formó parte de sus primeras investigaciones, las cuales se centraron en objetos ceremoniales y elementos iconográficos. Varios de estos trabajos los públicó en la revista American Anthropologist y la revista de la Real Sociedad Antropológica de Gran Bretaña e Irlanda. Posteriormente, fueron recopilados en una obra titulada Anthropological Papers (San Juan, 1941).
Además de aportar descripciones muy detalladas y de documentar numerosos objetos entre los que se encuentran dujos, aros líticos e ídolos diversos, Hostos intentó demostrar el significado religioso del arte indígena. Relacionó piezas, como los trigonolitos, con rituales de fertilidad agrícola. Asumió una perspectiva evolutiva en el análisis de las expresiones artísticas, que vinculó con los ambientes físicos y culturales donde se desarrollaron. Irving Rouse, quien reconoce la importancia de su obra, opina que Hostos se insertó en una corriente pionera al hacer notar el ordenamiento estratigráfico de ciertas expresiones cerámicas. La disposición de cerámicas no pintadas y otras con pigmentos rojos, resultó para Hostos en el indicio de dos estilos cerámicos y de dos momentos diferentes en la historia de las culturas indígenas de Puerto Rico.
También estudió contextos coloniales. Sobre este tema, se destaca su libro Investigaciones históricas: las excavaciones de Caparra (1938). Combinó este enfoque con un detallado reconocimiento de las fuentes documentales y etnohistóricas.
Fue un activo defensor del patrimonio arqueológico, causa que promovió entre arqueólogos y figuras públicas y políticas y desde sus puestos institucionales. Gracias a sus gestiones en Panamá se promulgaron leyes que prohibieron las exportaciones de objetos arqueológicos al extranjero. También fomentó la idea de lograr un enfoque arqueológico antillano y la de convertir la arqueología en una herramienta a favor de la integración cultural de la región.
De 1936 a 1950, se desempeñó como historiador de Puerto Rico, puesto desde el cual se mantuvo activo en su labor de investigación. Productos de esta época fueron las obras: Investigaciones históricas (1938), Índice hemero bibliográfico de Eugenio María de Hostos (1942), Al servicio del Clío (1942) y Ciudad murada (1948), una de las más importantes historias de la ciudad de San Juan.
Dirigió la realización del Índice Histórico de Puerto Rico (1936), área que incluyó el desglose de la literatura histórica de la Isla y del material existente en el Archivo Histórico de Puerto Rico, institución de la que fue director.
Fue miembro de distintas asociaciones profesionales de Puerto Rico, Cuba y otros países.
Adolfo de Hostos, fallecido en 1982, es considerado uno de los arqueólogos antillanos más importantes de Norteamérica y Europa de la primera mitad del siglo XX.

8 de enero de 1887
Santo Domingo, República Dominicana
1982
Autor: Reniel Rodríguez Ramos
Publicado: 4 de marzo de 2012