Primer concierto de Acción Musical en la sede del Ateneo Puertorriqueño en 1954. Foto Tomada de “La Gran Enciclopedia de Puerto Rico”, tomo 7.
El grupo Acción Musical, adscrito al Ateneo Puertorriqueño, se formó el 5 de octubre de 1950 en una asamblea reunida en la sede de la institución, que entonces presidía la abogada, crítica literaria, editora, columnista y gestora cultural Nilita Vientós Gastón.
La labor realizada en el Ateneo bajo la presidencia de Vientós Gastón —que se extendió por 15 años, de 1946 a 1961— se caracterizó por varios aspectos relevantes. Se destacan los siguientes cuatro: primero, la intensa y prolífica actividad en todos los ámbitos culturales de forma innovadora; segundo, su poder de convocar y reunir a los talentos más destacados del arte y la cultura en todos sus renglones; tercero, el dar continuidad al rol público del Ateneo como espacio insertado en los debates contemporáneos del país; y, cuarto, la fundación de secciones o grupos de trabajo que aportaron considerablemente al desarrollo de las artes en Puerto Rico y en los que solía combinarse el énfasis en la cultura puertorriqueña con la divulgación de obras contemporáneas de la cultura mundial. En este sentido, se establecía un balance frente a otras dos visiones que polarizaban el debate cultural de la época: la de los defensores valores del universalismo y occidentalismo versus el énfasis exclusivo en el folclore y la cultura autóctona.
Ejemplo de lo arriba expuesto son los certámenes de literatura y artes plásticas, el Teatro Experimental del Ateneo dirigido por René Marqués, el Cine Club y, precisamente, Acción Musical.
Este último grupo suscribió un Manifiesto que, como es el caso con este tipo de escrito, era a la vez una declaración de propósitos y un pronunciamiento sobre su visión y posturas sobre el arte en cuestión. En el texto se destaca lo siguuiente:
“Toda generación debe encontrar su modo de expresión. Conscientes de esta necesidad en nuestro medio, sentimos el imperativo de integrarnos en un grupo de acción para laborar en pro de una expresión musical auténticamente puertorriqueña”.
El manifiesto incluyó sus objetivos y agenda de trabajo centrados principalmente en estudiar la música puertorriqueña y contribuir a su desarrollo y difusión e, igualmente, dar a conocer en el País las obras de genuino valor musical de todas las épocas que fueran poco conocidas o nuevas para el público.
De la misma manera, se especificaba en el texto una definición de lo que el grupo entendía por música puertorriqueña: el folclore como origen e inspiración para componer obras de música culta, incluyendo obras coreográficas; rescate y desarrollo selectivo de solo las mejores obras del pasado musical; la producción de obras nuevas de alto nivel teniendo como referencia las corrientes del momento a nivel internacional, pero sin perder de vista la personalidad propia.
Los firmantes del documento fueron: la profesora María Teresa Cortés, presidenta de la Sección de Bellas Artes; el periodista Rafael Montañez; el compositor y el profesor Luis Antonio Ramírez, que laboraba entonces en WIPR Radio. También figuraron como suscribientes Cuca Franceschi y Ana María Blanco; las sopranos Camelia Ortiz del Rivero, Delia Calderín y Olga Iglesias; Robert Cheney; las pianistas Alicia Villar, Margarita Bertrán, Irma Isern de Vallecillo y Nydia Font; las bailarinas y coreógrafas Ana García y Gilda Navarra, fundadoras de Ballets de San Juan y, más tarde, de Taller de Histriones (creado y dirigido por Navarra); el pianista Elías López Sobá; los pianistas y compositores Edwin Ramos y Héctor Campos Parsi, el compositor Amaury Veray; y la propia Vientós Gastón.
El director de Acción Musical fue el clarinetista, compositor y profesor Roger Martínez, quien fue también uno de los propulsores de la creación del Departamento de Música de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Martínez organizó y dirigió como parte del esfuerzo una agrupación de música de cámara con un repertorio de obras tanto puertorriqueñas como extranjeras.
La organización promovió conciertos de música puertorriqueña y contemporánea como, por ejemplo, una serie en homenaje a la pianista Elisa Tavárez y otros de instrumentistas destacados como Henry Hutchinson. Por otro lado, se otorgaron becas a músicos para continuar su formación por medio de estudios en Puerto Rico y en el extranjero.
También, se hizo sentir ante la opinión pública la visión de los músicos de la Escuela nacionalista de la década de 1950, tales como Amaury Veray y Héctor Campos Parsi, ambos firmantes del manifiesto, cuyo planteamiento principal era la necesidad de estudiar el folclore puertorriqueño para utilizar los hallazgos en la creación de nuevas obras modernas caracterizadas por tener un lenguaje propio del País, pero con técnicas de la música culta contemporánea.
Acción musical hizo su propia contribución dentro de un ambiente de auge y crecimiento de la música en la década de 1950, en que se fundaron instituciones como el Festival Casals, la Orquesta Sinfónica, el Conservatorio de Música de Puerto Rico, el Instituto de Cultura Puertorriqueña y WIPR Televisión. Asimismo, a finales de la década anterior se habían fundado las primeras Escuelas Libres de Música —en San Juan, Ponce y Mayagüez— WIPR Radio y la División de Educación de la Comunidad.
Todas estas fueron instituciones de gran impacto en el desarrollo cultural del País, incluyendo, por supuesto, la música, al crear nuevas oportunidades para la divulgación de las obras de nuestra tradición musical así como las de nueva creación, y para la formación de nuevos artistas y creadores.
Referencias:
Campos Parsi, Héctor. “La Gran Enciclopedia de Puerto Rico”. Tomo 7. Música. San Juan: La Gran Enciclopedia Inc., 1981.
Rodríguez Otero. “Función del Ateneo en el proceso histórico de Puerto Rico: Reflexiones sobre un tema vital”. San Juan: Sucesores de Eladio Rodríguez Otero, 2008. http://eladiorodriguezotero.com/pdf/ERO_V_Ateneo_2.pdf Recuperado el 23 de agosto de 2015.
Autora: Sonya Canetti Mirabal
25 de agosto de 2015
Revisión: Lizette Cabrera Salcedo
12 de julio de 2021